Como antes del parón estival, EFPA España sigue demostrando que mantiene su compromiso por fomentar la cultura financiera, ofreciendo conferencias sobre numerosas temáticas relacionadas con la industria de las finanzas. En esta ocasión: Sesión de recertificación con Santiago Beltrán.
Santiago Beltrán, colaborador académico del IEF, participó en la primera Sesión de Recertificación de EFPA tras las vacaciones, para analizar cómo está afectando el escenario actual derivado de la COVID-19 al sector bancario actual.
Santiago Beltrán arrancó explicando que en 2018 y 2019 los expertos ya intuían que el entorno macroeconómico se iba a ver afectado “
“Antes de la crisis del coronavirus, los parámetros analizados eran el entorno regulatorio, la digitalización, los bajos tipos de interés, y los nuevos competidores, todos con un nexo común: la rentabilidad”. En concreto, el experto destacó que “los bajos tipos de interés llevan la presión creciente en el margen de intereses, fruto del menor rendimiento del crédito, a una menor aportación de la cartera de renta fija, una búsqueda de fuentes alternativas de ingresos y a mejoras en eficiencia a través de la reducción de costes e incrementos de la productividad”.
Para el experto,
“el sistema bancario español cada vez está más europeizado, existe un menor número de oficinas, pero cada vez más grandes, y con más empleados y más especializados por cada sucursal”.
Respecto al entorno regulatorio, expuso el escenario basado en la evaluación continua por parte del BCE en colaboración con las ANC (SREP), unos mayores requerimientos de capital, introducción de nuevos requerimientos y test de estrés más exigentes y de forma bianual.
En cuanto a la digitalización…
Beltrán indicó los riesgos y oportunidades que ofrece:
Entre los riesgos, incluyó un mayor riesgo de ciberseguridad; pérdida de clientes si su estrategia no evoluciona; mayor dependencia de terceros; incumplimiento normativo y legal y mayor riesgo reputacional.
De las oportunidades, señaló mejoras de eficiencia; mejoras en la experiencia del cliente; nuevos modelos de negocio; crecimiento de la base de clientes y reducción de costes.
Por último, Beltrán destacó como competidores a las fintech y a las bigtech, apuntando como ventajas de la banca fortalezas como la seguridad y privacidad de los datos, que los nuevos competidores han supuesto un estímulo para la innovación y digitalización, y que posee una mayor capacidad de inversión que muchas fintech, pudiendo colaborar con ellas.
En su última reflexión, el colaborador concluyó insistiendo que:
“el escenario macroeconómico actual está lastrando la rentabilidad bancaria. Cuánto se prolongue este escenario, será clave para el porvenir del sector. La COVID-19 y las consecuencias que está teniendo van a acelerar el cambio de modelo de negocio de la banca”.
Otro aspecto clave es:
“la entrada de nuevos competidores, con un enfoque totalmente tecnológico, están cambiando las reglas del juego y la banca es consciente de ello. La apuesta de muchos bancos por colaborar con ellos puede ser muy beneficiosa para ambos”.
Para finalizar, señaló que:
“la digitalización está cambiando el sector bancario tradicional y para la rentabilidad de la banca será clave poder sacar partido de la necesidad de mantener ambos canales operativos (presencial y digital)”.