En DPAM estamos convencidos de que la adopción de la tecnología ya sea la automatización, (el almacenamiento de datos en la nube) tienen un largo camino por recorrer en una multitud de mercados finales. La crisis del coronavirus ha acelerado estas tendencias.
Si hablamos de temáticas de inversión en torno a la tecnología y sobre cómo están cambiando los modelos de negocio, lo primero que debemos hacer es discernir entre los subsegmentos que existen dentro del sector con diferentes mercados finales. Por ejemplo, el Cloud y la Ciberseguridad están muy aparejadas hoy en día. La ciberseguridad es imprescindible en las empresas. No es (ya) un factor reputacional sino de supervivencia de las empresas.
Otros subsegmentos clave son es el Software como Servicios (SaaS), compañías como Adobe o Autodesk son indispensables y permiten que las empresas sean más eficientes y ahorren costes.
El Hardware y los Semiconductores pese a que son más cíclicos, hoy en día son dos sectores más estables que (antes) aupados por el impulso de la varias innovaciones que están confluyendo, como son la Inteligencia artificial, la robotización o el desarrollo de los vehículos eléctricos. Ello hace que la demanda sea mucho más estable y creciente.
Diversificación y largo plazo
Otra aproximación muy importante que se debe tener en cuenta a la hora de diversificar las inversiones en el sector tecnológico es hacer diferenciación entre dos segmentos importantes de compañías.
- Por un lado, las empresas con altas valoraciones, fruto de un crecimiento muy alto, disruptivas y que son generalmente más medianas o pequeñas. Ejemplo: Zscaler y Tomra.
- Desde otro ángulo, compañías con valoraciones más atractivas, más grandes, con menor crecimiento, más diversificadas y generalmente con capitalizaciones más grandes.
En 2020, las compañías Small y Mid- Caps muy innovadoras tuvieron un año gran año, principalmente impulsadas por la Covid-19. Temáticas relacionadas con “quedarse en casa” fueron las grandes ganadoras, aunque ahora asisten a correcciones de mercado.
La tecnología es un sector cada vez más protagonista de la inversión, supone el 24% del índice MSCI World.
Geográficamente, Estados Unidos lidera la innovación y disrupción, pero en general en todos los índices vemos cada vez más presencia de este sector.
Por ejemplo, en el comportamiento del DPAM Invest B Equities World Sustainable, un fondo de renta variable global con más de 2.000 millones de euros bajo de gestión. El fondo ha crecido de media, pese a la pandemia, un 17% anualizado contra el 9% del benchmark durante los últimos cinco años. Con un mayor crecimiento de los beneficios por acción. Lo qué es más destacable es que en el 2020 esos beneficios crecieron al 1%, manteniéndose estables a comparación de la caída del 27% del MSCI World. Lo que demuestra la resiliencia de las compañías. Es un fondo de armario, en toda cartera de renta variable global y sostenible (A.9 SFDR).
En el 2021, los beneficios por acción de este fondo subieron un 35% rezagados en comparación del 68% del índice.
Un ajuste normal, por el efecto base de rebote de compañías retail y con menor crecimiento a largo plazo. En el 2022 volvemos a una media de 15% contra 6% del índice.
Otro aspecto relevante es el retorno sobre capital empleado (equity). La alta rentabilidad que tienen este tipo de compañías.
Un 23% contra un 8% del benchmark. Es decir, son mucho más rentables y crecen a buenos márgenes manteniendo altas barreras de entrada y apenas deuda.
En definitiva…
El sector tecnológico ha sido mucho más resiliente (excepto en la última corrección) en los últimos 3 a 5 años durante los periodos de correcciones. Hemos visto como con la pandemia ha acelerado ciertas mega tendencias como: la Digitalización el mayor desarrollo de CRM´s softwares que utiliza SAP y que crece a un 15% anualizado.
Por otro lado, también asistimos a otras tendencias que se han acelerado gracias a la pandemia como son el sector biotecnológico y todo lo relacionado con el futuro verde. En este último sector Europa es líder y tiene grandes compañías que son líderes mundiales, como por ejemplo Schneider Electric (eficiencia energética), Kingspan (materiales sostenibles), Neste (biodiesel) o Tomra (Líder en el reciclaje de plásticos).
Todas estas tendencias van a seguir creciendo en los próximos años. Lo bueno de las últimas correcciones que ha habido es que han vuelto las valoraciones a la media de los último 5 años. En DPAM creemos que este tipo de compañías, que tienen un alto poder de fijación de precios, van a ser los que mejor vana sortear a inflación y se comportarán mejor a largo plazo.