¡La ética fomenta la excelencia! Mensaje claro, directo y rotundo que lanzan los tres miembros del Comité de Ética de EFPA, la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España: Carlos María Moreno Pérez, Jordi Melé-Carné y Francisco Javier Lara García: tres personas que llevan décadas investigando y formando en diversas universidades de España sobre la ética y que han participado en un reciente webinar para los asociados de EFPA con el fin de poner en valor la figura del asesor financiero y explicar bien qué papel tiene la ética en el trabajo y en EFPA.
Los tres han dejado claro qué es lo que aporta la ética a los asesores financieros y a la asociación. Aporta prestigio a EFPA y confianza al cliente final; aporta integridad, reputación y honestidad, valores que son referente y clave para el asesor financiero. Insisten además en que desde EFPA España se creó el Comité de Ética para defender y fomentar las buenas prácticas, para despejar dilemas y para aspirar y buscar la excelencia.
Piden a los asociados que se sientan partícipes y que propongan iniciativas para charlar, debatir y aportar nuevas ideas en torno a este valor.
Funciones del Comité de Ética
Las funciones del Comité de Ética son, básicamente, dos. La primera, está en relación con las materias deontológicas, de control y disciplinarias, velando por el cumplimiento del Código Ético. En caso de su incumplimiento por alguno de los asociados, el Comité de Ética, actuando con total independencia, puede proponer una resolución de sanción a la Junta Directiva de la Asociación que es quien, en última instancia, dictará la resolución que ponga fin al procedimiento disciplinario. La segunda función, es el fomento de las buenas prácticas entre sus asociados.
Fomento de buenas prácticas que impulsa el Comité de Ética
Carlos María Moreno Pérez, Jordi Melé-Carné y Francisco Javier Lara García, los tres miembros del Comité de Ética de EFPA explican que la ética siempre es susceptible de mejora y supone un aprendizaje continuo. Por este motivo, puede afirmarse la ética apunta a la excelencia. Requiere por parte del asesor financiero, de hecho, de cualquier profesional, una interiorización en la persona del asesor, del profesional que implica una voluntad de logro constante en el tiempo.
Desde el Comité de Ética se pretende impulsar el fomento de las buenas prácticas en la profesión del analista financiero. Sin embargo, el conseguir la mejora del comportamiento ético “es cosa de todos”, ya que depende de todas las personas que forman la Asociación EFPA.
Cómo funciona el Comité de Ética
El Comité de Ética es convocado o bien por su presidente o, bien, cuando dos terceras partes del Comité así lo considera. Se reúnen un mínimo de cuatro veces al año, aunque en la actualidad, sus reuniones tienen lugar con una frecuencia casi mensual. En la actualidad, lo forman tres miembros nombrados por la Asamblea General a propuesta de la Junta Directiva entre profesionales de la Economía, el Derecho y la Filosofía, con especialidad, en materias financieras y éticas. Su mandato es para cuatro años, sin perjuicio de que puedan volver a ser reelegidos. Los acuerdos del Comité se pueden adoptar por mayoría de votos de los integrantes, aunque siempre se intenta buscar el consenso en las decisiones a tomar.
La importancia de la Ética para los Asesores Financieros
Conceptos como la confianza, la integridad y la honestidad, son básicos para cualquier ejercicio profesional, y por supuesto, son críticos para el ejercicio de la profesión de Asesor Financiero. Francisco Javier Lara García explica que la ciencia ha demostrado que existe una correlación positiva entre el “comportamiento ético” de un profesional con la mejora de la satisfacción, de la confianza y de la lealtad de sus clientes con respecto a la empresa u organización a la que este profesional representa.
La percepción de integridad y honestidad de un profesional, y en este caso de un Asesor Financiero, son factores determinantes para la generación de confianza que ese profesional (Asesor Financiero) genera. En conclusión, el comportamiento ético tiende a generar una mayor confianza, y en un medio y largo plazo eso redundará en una mejora del rendimiento financiero y no financiero de las empresas y organizaciones.
La figura del Ethical & Compliance Officer
Esta figura que está llegando a nuestras fronteras gota a gota, tiene no solo una función de “Compliance”, es decir, de control y auditoría del cumplimiento del Código Ético de la organización, que también, sino de desarrollo de la “Ética” de la misma, fundamentalmente a través de buenas prácticas. “Creo sinceramente, que poco a poco esta tendencia internacional se irá imponiendo en la mayoría de organizaciones que en el siglo XXI quieran estar a la altura de las circunstancias”, cuenta Francisco Javier Lara García.
Cuestiones Éticas, Dilemas Éticos y Mejoras Éticas
Precisamente el ECO se centra como hemos señalado antes no sólo de las cuestiones o conflictos éticos, que son asuntos claramente inaceptables en ninguna organización (por ejemplo, fraude, estafas o robos), sino también y principalmente su tarea se centra en los dilemas éticos.
Un dilema ético es una cuestión o conflicto ético que no queda claro, por sus circunstancias o por su contexto, y que requiere de un examen más profundo para su aclaración. Fundamentalmente en el Comité de Ética de EFPA nos enfrentamos habitualmente a dilemas éticos, pues los conflictos éticos que quedan recogidos en el Código y en el Reglamento no siempre son tan fáciles de dilucidar.
Sin embargo, Francisco Javier Lara García destaca que hay cabida para mejoras éticas o lo que se llama en inglés “ethical improvements”.
Una mejora ética es un comportamiento que no es exigible desde el punto de vista legal, pero que es deseable y que tiende a la excelencia en una situación concreta y que mejora el estándar de comportamiento de una persona. Por ejemplo, para el caso de los Asesores Financieros, a la hora de atender a un cliente, está claro que la integridad, honestidad y transparencia nos llevarán a ofrecerles los productos o servicios financieros que tengamos en nuestra cartera y que tengamos que vender en función de los objetivos personales, de equipo y de organización previstos.
Pero, sería una mejora ética que a la hora de ofrecer dichos productos o servicios procuremos personalizarlos hasta el punto de que realmente los intereses del cliente estén por encima incluso de los intereses personales del profesional. Esto que a corto plazo podría suponer una menor comisión para el Asesor Financiero, redundará en un medio y largo plazo en una mayor confianza del cliente con el Asesor Financiero, y en último término con la organización que este representa.