Mario Weitz, consultor del Banco Mundial, compartió en un webinar de EFPA las Proyecciones de la economía mundial después del coronavirus, destacando los principales cambios que se van a producir a consecuencia de la pandemia. “La cuarta revolución industrial será una realidad en 5 años y no estamos preparados”.
Weitz exhibió un cauto optimismo por el efecto positivo en la economía global del buen funcionamiento de la vacunación frente al coronavirus. Así, tras la fuerte recesión económica sufrida en 2020 (a excepción de China), a nivel mundial el PIB experimentará un crecimiento en 2021.
“Se espera que la generalización y distribución de vacunas reactivarán la economía mundial para junio de 2021”.
De EEUU, el consultor del Banco Mundial destacó la buena acogida que están teniendo las políticas monetarias y fiscales expansivas con las que Biden ha iniciado su mandato:
- Reducción del proteccionismo con China
- Energías limpias
- Cambio climático
- Etc.
No obstante, advirtió de su posible efecto en la inflación y en la deuda.
“Hay certeza de que la primera aumentará (políticas monetarias expansivas en todo el mundo por los Bancos Centrales, incremento del gasto público y ayudas, aumento de los precios de las materias primas, …), con el consiguiente riesgo de subida de tipos de interés a medio plazo para su contención. Sobre la deuda pública es cierto que si la economía crece y los tipos están bajos se pagará rápido, pero no debemos olvidar que la economía es cíclica”.
Como proyecciones macro 2021, apoyado en el Informe de abril del Fondo Monetario Internacional, Weitz apuntó a unos crecimientos del PIB muy significativos, al partir de grandes caídas.
El global se estima en un 5,1%; EEUU (6,4%); Alemania (3,5%); España (6,4%), una de las economías más afectadas en la pandemia; Francia (5,5%); Japón (3%). El experto constató que los mayores crecimientos se esperan en Asia -China (8,4%) e India (12,5%), si bien este debe revisarse a la baja por el impacto actual de la enfermedad, y que “es en esta zona donde deberían centrar su internacionalización las empresas españolas”.
Por otra parte, los menores incrementos se darán en América Latina, donde el consultor pronosticó varios años duros, por lo que aconseja “no retirar las inversiones en la zona, pero tampoco aumentarlas”.
Weitz estima que nuestro país, muy tocado tanto por su dependencia del ladrillo y del turismo como por la gran cantidad de Pymes, que no recibieron ningún tipo de ayudas directas, necesitará al menos tres años para recuperar el PIB anterior a la irrupción del virus.
Asimismo, se mostró confiado respecto a la contribución de la buena gestión de los nuevos fondos europeos, “que deben destinarse a reformar la estructura de nuestra economía, apostando por la digitalización, las energías limpias, la tecnología, la innovación y la educación, sin descuidar la industria turística”.
Respecto a la inflación, señaló que:
“son muchos los factores que intervienen en ella: el desempleo, pero, sobre todo, el modelo económico español que es lo que hay abordar con reformas estructurales”. Para Mario Weitz, “las empresas españolas deberán apostar por la exportación, por la presencia mayoritaria de Pymes en nuestro tejido empresarial, no conviene cambiar la reforma laboral, necesitan cierta flexibilidad”.
Asimismo, señaló que los problemas de largo plazo se mantienen. Entre ellos, el envejecimiento de la población mundial, la baja natalidad y el alto paro estructural, con su impacto negativo en el consumo, la productividad y el pago de las pensiones, a lo que se suma la deuda de gobiernos, incluido la deuda pública y el déficit fiscal, que supone hipotecar a las generaciones más jóvenes y una más que probable subida de tipos de interés para contener el aumento de la inflación.
Además, Mario Weitz alertó de la mala distribución de la renta en países ricos, sobre todo la crisis de las clases medias, a diferencia de lo que ocurre en los países emergentes (que representan el 50% del PIB global).
“La cuarta revolución industrial (robots, inteligencia artificial, digitalización) será una realidad en 5 años (ya se deja ver en la industria automovilística) y para la que no estamos preparados”, explicó.
Cambio de foco, el futuro pasa por Asia
El consultor del Banco Mundial destacó el crecimiento de los países asiáticos, como China, que pasa de crecer un 2% al 8%, e India, pese estar muy afectada por el virus, es el gran milagro asiático con un gran crecimiento estimado.
Destacó también Corea del Sur, Vietnam y Singapur, muy avanzados en materia de innovación tecnológica junto con EEUU y Norte de Europa.
De ahí que insistió en la importancia de que las empresas españolas deben dirigir su internacionalización a Asia centrada en sus fortalezas en infraestructuras: carretera, puertos, aeropuertos, hospitales, centros educativos, alta velocidad, así como en energías limpias. Una consecuencia del crecimiento en el continente asiático es la subida del precio de las materias primas, especialmente del petróleo (y su gran impacto en la inflación) y del cobre.
Respecto a la banca española, muy afectada por la caída de tipos, recesión, competencia no bancaria y regulación del BCE, Weitz explicó que:
“debe ser más eficiente y que tiene una gran oportunidad de negocio en el asesoramiento financiero y en la financiación a Pymes”.
Además, apuntó a que se incentivarán fusiones con bancos europeos a partir del próximo año.
Para concluir, el experto se refirió a la banca española, muy afectada por la caída de tipos, recesión, competencia no bancaria y regulación del BCE. Weitz explicó que:
“debe ser más eficiente y que tiene una gran oportunidad de negocio en el asesoramiento financiero y en la financiación a Pymes”. Además, apuntó a que se incentivarán las fusiones de bancos europeos a partir del próximo año.