Tiago Forte Vaz, CFA, director de Pictet AM para Portugal, Brasil, Uruguay y Argentina ha compartido el webinar EFPA “Inversiones temáticas en dos pasos”, sobre inversión temática basada en megatendencias este 21 de Junio.
Grandes cambios a largo plazo
Tiago Forte, observa que las megatendencias son grandes cambios tecnológicos, sociales, económicos, políticos y ambientales que tienen un gran impacto en nuestro futuro a largo plazo y que generan oportunidades de inversión.
Estas oportunidades de inversión, han sido identificadas por el Instituto de Estudios del Futuro de Copenhague, fundado en 1970. Las más conocidas son:
- El crecimiento económico.
- El foco en la salud.
- La urbanización.
- La sostenibilidad.
Otras son menos conocidas, como la polarización (por ejemplo entre países ricos y pobres).
Por ejemplo, la temática de energías limpias se encuentra en el cruce de las mega tendencias de sostenibilidad, relacionadas con:
- El cambio climático y la energía limpia
- Desarrollo tecnológico
- Mejora de la eficiencia energética y reducción del coste de la energía limpia respecto a combustibles fósiles
- El foco en la salud, dadas las crecientes preocupaciones sobre los efectos de la polución.
Además es posible dividir cada tema en diferentes subtemas. En el caso de la energía limpia, incluye:
- Energía renovable
- Tecnologías capacitadoras como semiconductores y almacenamiento de energía
- Edificios verdes
- Movilidad inteligente
- Producción eficiente e infraestructuras facilitadoras como redes inteligentes.
Es importante saber diferenciar una estrategia temática
Ahora bien, “es importante saber diferenciar una estrategia temática” ha enfatizado Forte Vaz.
Se caracteriza por:
- El crecimiento secular.
- La independencia de los índices.
- La pureza de composición.
- La gestión activa.
El crecimiento secular se pone de manifiesto por ejemplo en el incremento de los flujos de caja respecto al coste del capital.
La falta de restricciones se observa al comparar una cartera multi temática con el índice mundial, con más peso en salud y menos en el sector financiero, menor peso en grandes capitalizaciones y mayor en pequeñas capitalizaciones.
En cuanto a pureza es destacable que las inversiones temáticas en conjunto llegan a mostrar 75% de exposición a su tema y un solapamiento con el índice mundial menor del 10%.
Su caracterización como inversión activa lo muestra el hecho de que 34,6% de los activos gestionados en fondos globalmente son de gestión pasiva, mientras que en inversión temática solo 9, 7%. También es destacable que los flujos de inversión hacia fondos en inversión temática son positivos desde 2016 y que en 2020 y 2021 han sido los segmentos de mayor entradas. De hecho el crecimiento es exponencial en gran parte de los temas desde 2019. Ahora bien en Portugal las inversiones temáticas per cápita aún solo suponen 76 euros, frente a 505 en España y 3.654 que se llegan a tener en Suiza.
El caso es que la inversión temática muestra una dinámica propia. Así, “la pandemia ha tenido un impacto positivo en el foco de la salud, la sostenibilidad y el desarrollo tecnológico, lo que se plasma especialmente en las estrategias temáticas de inversión digital, seguridad, salud, ciudades inteligentes y energías limpias“, ha señalado Forte Vaz.
La asignación temática óptima puede ser entre 20 y 25%
Forte Vaz parte de la base de que “es difícil encontrar activos que proporcionen rentabilidades de más de 3% con volatilidades menores de 5 %”. Pero considera que las inversiones temáticas contribuyen a mejorar la rentabilidad y diversificar. “La incorporación de inversiones temáticas proporciona no solamente beneficios de rentabilidad sino también de diversificación”, destaca.
Al respecto considera que las inversiones temáticas pueden asignarse a la parte satélite de las carteras “core-satellite”, junto con estilo, capitalización e inversión por factores, a fin de contribuir a generar exceso de rentabilidad respecto el riesgo asumido y mejorar la diversificación gracias a sus componentes de pequeña capitalización, mercados emergentes, crecimiento y riesgo idiosincrático, con bajo solapamiento con los índices.
“En una cartera mixta la asignación temática óptima puede ser entre 20 y 25% para un objetivo de rentabilidad del 5,4 a 5,9% de la misma”.
También ha destacado que las variaciones entre el mejor y el peor tema en periodos de tres años hasta 2020 ha sido menor entre tenas que entre sectores o países.
Anticipar movimientos temáticos
De todas formas es difícil acertar con la estrategia temática ganadora cada año.
“Hay que tener en cuenta que la exposición sectorial puede ir variando a lo largo de los años en un mismo fondo temático”, indica.
Por ejemplo, en Pictet Security, varía con el tiempo el peso entre el sector industrial y el sector de tecnologías de la información. También hay que tener en cuenta que hay temas de mayor exposición cíclica y otros más defensivos. Biotecnología y salud tienen un carácter más defensivo, así como, en menor grado, nutrición, agua y el tema digital. Otros temas tienen un componente más cíclico, cómo marcas de lujo, robótica, energías limpias, madera, ciudades inteligentes o seguridad. También es posible tener en cuenta indicadores macroeconómicos que afectan a cada tema. Por ejemplo el tema del agua puede verse afectado por el precio de la electricidad, la rentabilidad de los bonos a diez años, los nuevos pedidos de bienes de capital o el índice de confianza en confianza industrial.
“Conociendo la composición de la cartera podemos anticipar algunos movimientos temáticos a corto y medio plazo”, concluye Forte Vaz.