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El poder de los sesgos: entrenar la mente para anticiparnos al mercado y conocer (mejor) al cliente

Sesgos

Aún no hemos entendido bien qué papel juega la psicología en la inversión. El cerebro no trabaja como un ordenador. Suele aplicar atajos, filtros, y las finanzas conductuales vienen a explicar cómo se comportan las personas ante el dinero cuando los sesgos, que no son pocos, entran en escena“, expone Carlos Arenas, economista y selector de fondos invitado por EFPA España en el webinar titulado Finanzas conductuales: entrena tu mente para anticiparte al mercado y conocer a tu cliente, y que a continuación resumimos.

El comportamiento de los inversores no siempre es racional. Es más, a menudo la psicología es capaz de explicar mejor las decisiones financieras que las matemáticas o la economía. Las finanzas conductuales estudian, precisamente, la forma en la que funciona el cerebro humano a la hora de elegir cómo, cuándo y en qué invertir. Por eso, conocer los sesgos que intervienen en estas decisiones ayuda a evitar errores que pueden tener un impacto considerable en la salud financiera, un tema que el próximo número de Asesores Financieros EFPA, abordará también profundidad.

¿Qué sesgos intervienen en la toma de decisiones de un inversor?

Sesgo de exceso de confianza

En el ámbito de los mercados financieros, el exceso de confianza es especialmente peligroso en entornos alcistas. “Sobrevalorar las propias capacidades es un sesgo conductual también presente en los inversores y que les puede llevar a tomar decisiones ineficientes”, señala Carlos Arenas.

Sesgo de ilusión de control

Este sesgo cognitivo, trasladado al ámbito de la inversión, suele llevar a asumir riesgos superiores a los recomendables basándose en la fortaleza del análisis propio. “Es decir, el inversor está repleto de confianza y cree certeras sus decisiones, lo que le lleva a tomar decisiones más arriesgada”, argumenta Arenas.

Sesgo de anclaje

Se tiende a dar mayor peso a la información que tenemos en un primer momento que a la que contradice a la primera”, valora el profesor universitario. Se trata de un sesgo irracional hacia un punto de referencia arbitrario. Arenas, también economista y autor de De ahorrador a Inversor, señala que “este punto de referencia distorsiona las decisiones de los participantes del mercado sobre un valor, como cuándo vender la inversión”.

Sesgo de aversión a la pérdida

Creemos que las pérdidas pesan más que las ganancias. En general, nos preocupamos más de evitar las pérdidas que en dejar correr las ganancias”, aclara el analista de fondos.

Sesgo del efecto dote

Este sesgo consiste en aumentar inconscientemente el valor de los bienes que poseemos. “En teoría 10 euros tienen el mismo valor independiente de dónde vengan. Pero no para tu cerebro. El sesgo de la contabilidad mental descubierto por Thaler hace que otorgues al dinero un valor diferente según su procedencia”, explica Arenas, y pone un ejemplo: “Este sesgo nos lleva a que sea más fácil gastar los 100 euros que te han tocado en la lotería de Navidad que 100 euros de tu nómina o que la paga extra se vaya más rápido que el salario”.

El sesgo de representatividad

Es el sesgo por el cual tenemos prejuicios y creamos estereotipos. Nuestra mente tiende a categorizar todo aquello que percibe y, por tanto, juzgará algo según la representación mental que ha definido previamente. Por ejemplo, solemos pensar que los productos de buena calidad son caros y, por tanto, si algo es caro debe de ser porque es de gran calidad. ¿Cómo mitigarlo? Carlos Arenas señala que es clave aprender más sobre habilidades de pensamiento crítico para juicios más precisos en tu día a día.

Efecto ‘dinero de la casa’

Cuando una persona ha obtenido una ganancia es propensa a correr más riesgos, aunque sienta aversión al riesgo. “Si un inversor obtiene ciertos beneficios de unas acciones, dicha cuantía el inversor no la acaba considerando propia, lo que seguidamente puede llegar a originar la compra de unas acciones con mayor riesgo”, comparte Arenas.

Conocer los sesgos para invertir y para asesorar mejor

Tal y como aprendimos en el webinar, el primer paso es ser consciente de la existencia de los sesgos cognitivos y de cómo funcionan. Posteriormente, puede ser útil contar con el apoyo de un asesor a la hora de elegir las inversiones, de modo que se pueda realizar una evaluación imparcial y lúcida para encontrar la mejor solución de inversión posible en función de nuestras necesidades, apetito de riesgo y objetivos.

¿Y la inteligencia artificial? ¿Qué papel va a jugar en el asesoramiento financiero? “El asesor financiero es capaz de entender al cliente. La labor del asesor financiero es hoy más importante que nunca y debe utilizar la inteligencia artificial para recopilar, filtrar, organizar, resumir la información de las carteras, de los fondos de inversión, de la marcha de los mercados, etc. La inteligencia artificial debe convertirse en un apoyo, un ayudante, un secretario del buen asesor financiero“, explica el autor del libro De ahorrador a Inversor.

Esta tecnología, al igual que ha sucedido con innovaciones anteriores y comprobamos en EFPA Congress, impulsará el asesoramiento financiero de calidad. Facilitará la comunicación y agilizará procesos, entre otras mejoras evidentes. Sin embargo, su verdadero impacto radica en el progreso que puede proporcionar a los profesionales que desean destacar entre sus competidores, ofreciendo un servicio óptimo para sus clientes.

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