“Los baby boomers son ahora el cuerpo central de nuestros clientes. Vivieron la época del teléfono fijo, de ir a Madrid Rock para comprarse sus primeras casetes, de ahorrar para dar la entrada a su piso. Nuestra perspectiva laboral era el trabajo estable y fijo en una misma empresa, e invertíamos en ladrillo y en las famosas matildes“, compartió David Córdoba, socio director de Ursus 3 Capital AV, en el webinar organizado por EFPA y titulado “Boomers, millenials y Gen Z: adaptando el discurso a las nuevas generaciones“.
En el mundo de la asesoría financiera, comprender las características y necesidades de diferentes generaciones es crucial para ofrecer un servicio personalizado y efectivo. Es clave, por tanto, “entender las características de estas generaciones, sus niveles de educación financiera, hábitos de inversión y, a partir de ahí, ver cómo podemos adaptar nuestra comunicación para ofrecer un mejor servicio de asesoramiento financiero“.
Baby boomers (1946-1964)
Los baby boomers, también conocidos como la «generación plateada», son aquellos nacidos entre 1946 y 1964. Esta generación ha experimentado una vida llena de cambios tecnológicos y sociales, y ahora se encuentra en la etapa de jubilación o cerca de ella. Los baby boomers suelen tener un alto nivel de educación financiera, ya que han vivido períodos de prosperidad económica y han acumulado riqueza a lo largo de los años.
Los baby boomers, cuenta David Córdoba, valoran la seguridad y la estabilidad financiera: “Prefieren inversiones tradicionales como bonos, acciones y bienes raíces, y suelen ser más conservadores en sus decisiones de inversión. Además, tienen una fuerte mentalidad de ahorro y planificación para la jubilación“. Por ello, tienden a invertir en activos seguros y generadores de ingresos pasivos, como bienes raíces y fondos de inversión en renta fija. También son propensos a invertir en seguros de vida y planes de jubilación.
¿Cómo debe adaptar su comunicación el asesor financiero de cara los boomers?
El socio director de Ursus 3 Capital AV cuenta que “los asesores financieros deben enfocarse en proporcionar información clara y detallada sobre la seguridad y estabilidad de las inversiones. Es importante utilizar un lenguaje sencillo y evitar la jerga financiera compleja“. Además, es fundamental mostrar empatía y comprensión hacia sus preocupaciones sobre la jubilación y la planificación financiera para el largo plazo.
Milenials (1981-1996)
Los milenials, también conocidos como la «generación Y», son aquellos nacidos entre 1981 y 1996. Esta generación ha crecido en un mundo digital y ha sido testigo de importantes cambios tecnológicos y económicos. Los milenials tienen un nivel de educación financiera moderado, aunque a menudo enfrentan desafíos económicos como la deuda estudiantil y la incertidumbre laboral. Córdoba añade que “esta generación empieza ahora a ganar dinero. Viven más el día a día y su perspectiva de largo plazo es diferente. Han vivido, además, el auge de los mercados financieros y pueden invertir en casi todos los activos con una visión mucho más global”.
Los milenials son conocidos por su mentalidad abierta y su disposición a adoptar nuevas tecnologías. Valoran la flexibilidad y el equilibrio entre la vida personal y profesional. También prefieren fondos de inversión que se alineen con sus valores éticos y sostenibles. Además, son más propensos a utilizar plataformas de inversión en línea y aplicaciones móviles.
¿Y el asesor financiero? ¿Cuál es su papel?
El invitado al webinar de EFPA cuenta que “los asesores financieros deben utilizar un enfoque digital y tecnológico para comunicarse con los milenials. Es importante ofrecer opciones de inversión sostenibles y éticas, y proporcionar información accesible y actualizada a través de plataformas digitales. Además, es crucial mostrar flexibilidad y comprensión hacia sus necesidades de equilibrio entre la vida personal y profesional“.
Generación Z (1997-2012)
La generación Z es la más joven, nacida entre 1997 y 2012. Esta generación ha crecido en un mundo completamente digital y ha sido expuesta a una gran cantidad de información y tecnología desde una edad temprana. Sus miembros tienen un nivel de educación financiera en desarrollo, ya que aún están en las primeras etapas de su vida profesional.
En términos de educación financiera, la generación Z muestra un conocimiento variable. Aunque algunos están bien informados debido al acceso a recursos en línea y a su interés por la independencia financiera, otros carecen de una base sólida en conceptos financieros básicos. David Córdoba explica que “prefieren activos digitales como criptomonedas y NFT, además de mostrar interés por inversiones socialmente responsables y en empresas tecnológicas. La diversificación es común, con un enfoque en inversiones que les parecen innovadoras y alineadas con sus valores“.
Para un asesor financiero que busca conectar con este grupo, es crucial adaptar el mensaje de manera que resuene con sus características y preferencias. Es recomendable utilizar canales digitales y redes sociales para comunicarse, ofrecer contenido educativo que combine entretenimiento e información, y enfatizar la importancia de la sostenibilidad y la ética en las inversiones. La transparencia y la personalización del asesoramiento son esenciales.
Una gran oportunidad: la mayor transferencia de riqueza de la historia
La transferencia de riqueza de los baby boomers a los milenials se considera una de las mayores en la historia. Se estima que hasta 2045 se transferirán aproximadamente 84 billones de dólares en todo el mundo, cuenta Córdoba. En España, según un estudio de la Fundación Afi, los milenials recibirán un 41% más de patrimonio en concepto de herencia que las generaciones anteriores. Se estima que los milenials heredaran en promedio 250.000 euros, en comparación con los 177.000 euros que heredaron las generaciones previas.