📣📣 Pre Webinar “Bonos Convertibles Globales con Lazard” (09/03)
Al beneficiarse de la subida de los mercados de renta variable y de la baja volatilidad de los bonos, los bonos convertibles ofrecen un perfil de inversión especialmente atractivo. En 2020, lo demostraron en medio de la crisis de Covid-19. Ya sean crisis financieras, sorpresas políticas o, ahora, crisis sanitarias, muchos acontecimientos generan incertidumbre y volatilidad en los mercados de renta variable. Para los inversores, estos trastornos son regularmente una fuente de preocupación.
A diferencia de los mercados de renta variable, los de renta fija son mucho menos volátiles, pero a veces se consideran demasiado poco rentables en el actual entorno de bajos tipos de interés. Muy pocos inversores que conozcan los “bonos convertibles”, que están precisamente a medio camino entre estas dos soluciones, son capaces de cumplir sus expectativas.
Una interesante relación rentabilidad/riesgo
A largo plazo, los bonos convertibles logran rentabilidades cercanas a las de la renta variable, manteniendo una volatilidad reducida a un tercio o incluso a la mitad en comparación con esta clase de activos.
En los últimos 10 años, del 31 de enero de 2011 al 31 de enero de 2021, el Thomson Reuters Global Convertible Bond Index (bonos convertibles) ha subido una media anualizada del 8,1% con una volatilidad del 10,1%, mientras que el MSCI All Country World Index (mercados de renta variable) ha subido una media anualizada del 8,9% con una volatilidad del 14%. Y con razón: un bono convertible se comporta como una acción y un bono.
De hecho, son emitidos por empresas que desean financiarse en forma de deuda, dejando la posibilidad de que esta deuda sea reembolsada en acciones si los inversores así lo desean.
Así, cuando la cotización de la empresa sube, arrastra consigo el valor de los bonos convertibles asociados.
A la inversa, si el precio de las acciones cae, se desencadena el efecto parabólico del bono convertible: si la conversión en acciones deja de ser atractiva, la deuda acabará siendo reembolsada en efectivo por su importe original. Esto limita su potencial de caída[1].
Por lo tanto, un bono convertible se comporta cada vez más como una acción cuando el mercado bursátil sube, y cada vez más como un bono cuando el mercado baja.
También ofrece un cupón ordinario y el reembolso al vencimiento[1]. Este mecanismo demostró su eficacia en febrero-marzo de 2020 al permitir que los bonos convertibles amortiguaran significativamente la caída de la renta variable, al tiempo que se beneficiaban del posterior rebote.
La gestión activa es útil para optimizar la estrategia
Por supuesto, estos activos no están exentos de riesgo. El principal es el de un impago por parte de la empresa emisora, que puede hacer que el inversor pierda todo o parte del capital. Afortunadamente, este riesgo sigue siendo bajo: en los últimos 20 años, la tasa de impago de los bonos convertibles ha sido incluso un 45% inferior a la de los bonos tradicionales (datos de S&P y Bank of America). Sin embargo, sigue siendo esencial identificar las situaciones de riesgo y evitarlas mediante una gestión activa.
Otro riesgo del mercado de bonos es el riesgo de tipos. En concreto, cuando los tipos de mercado suben, el valor de los bonos ya emitidos cae. Sin embargo, los bonos convertibles tienen la ventaja de ser estructuralmente poco sensibles a este riesgo. Además, las fases de subida de los tipos son históricamente fases de subidas simultáneas de la renta variable. En este caso, los efectos positivos y negativos están equilibrados para los bonos convertibles, a diferencia de lo que se observa para los bonos “clásicos”.
La gestión activa es también esencial no sólo para seleccionar los sectores o zonas geográficas, sino también para gestionar los eventos relacionados con estos valores (reembolsos, opciones de conversión).
Por último, el objetivo del gestor es identificar las empresas más prometedoras
El universo de emisores de bonos convertibles ofrece una gran diversidad, con muchas empresas medianas de rápido crecimiento, grandes capitalizaciones y empresas que se han visto muy afectadas por la crisis actual.
[1] A menos que el emisor incumpla, véase el apartado “Gestión activa útil para optimizar la estrategia”.
Principales riesgos asociados a una inversión en el mercado de bonos convertibles: riesgo de pérdida de capital, riesgo de renta variable, riesgo de tipo de interés, riesgo de crédito, riesgo de cambio, riesgo de volatilidad, riesgo de derivados, riesgo de contraparte, riesgo asociado a los países emergentes.
La información proporcionada no pretende constituir un asesoramiento en materia de inversión y sólo tiene fines informativos. Los datos utilizados en este documento se emplean de buena fe, pero no se puede garantizar su exactitud. Todos los datos contenidos en este documento proceden de Lazard, a menos que se indique lo contrario. Los resultados pasados no son un indicador fiable de los resultados futuros.
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