Las inversiones con criterios ESG (medio ambiente o “environment” en inglés, sociales y gobernanza) han llegado para quedarse. Están en el foco de atención de entidades financieras, gestores de fondos y tenedores de activos, por la preocupación por el cambio climático y las iniciativas de organismos internacionales y reguladores para su mitigación y adaptación. Seguir leyendo