En los últimos años se ha puesto de relieve la dificultad que entraña la toma de decisiones de inversión en unos mercados financieros cada vez más complejos. Los expertos en finanzas conductuales destacan las implicaciones que los sesgos cognitivos tienen a la hora de buscar un destino al ahorro.
Este fenómeno es objeto de una nueva guía de la CNMV sobre psicología económica en la que se aborda el proceso y fases de la toma de decisiones financieras y se sugieren algunas estrategias para mitigar los sesgos cognitivos.
Qué son los sesgos cognitivos y cómo afectan a nuestras decisiones de inversión
Se conoce como “sesgo cognitivo” el efecto psicológico que produce una tendencia en el pensamiento y genera una desviación lógica, lo que lleva a una distorsión, juicio inexacto o interpretación irracional de la información disponible.
De este fenómeno, bien conocido en la psicología, se ocupan las finanzas conductuales, más conocidas como behavioral finance. Esta corriente de la economía financiera, guiada por los trabajos de autores como Daniel Kahneman y Richard H. Thaler, estudia cómo afecta la psicología a la toma de decisiones de inversión, ahorro y gasto en condiciones de incertidumbre.
Frente a la premisa clásica de que los inversores son racionales, capaces de procesar la información disponible en el mercado de manera eficiente e insesgada, para buscar el máximo nivel de utilidad; las finanzas conductuales consideran que los inversores no siempre reaccionan de manera racional y predecible, sino que su toma de decisiones incluye sesgos cognitivos y aspectos emocionales.
El exceso de confianza, la ilusión de control y la aversión a las pérdidas, son algunos de los sesgos cognitivos más habituales que intervienen en la toma de decisiones de inversión, y pueden llevar al inversor a infravalorar los riesgos, asumir un nivel de riesgo superior al adecuado o, al contrario, mantener una inversión con mínimas perspectivas de recuperación por miedo a perder.
Qué aporta el behavioral finance al asesoramiento financiero
Las finanzas conductuales hacen visibles los sesgos que afectan a la toma de decisiones, de manera que sea posible evitar los errores que más comúnmente afectan de forma negativa a la rentabilidad de las inversiones, y que inciden en todas las fases del proceso de decisión.
Por ello, es importante que los asesores financieros conozcan qué sesgos afectan a sus clientes en cada fase de la toma de decisiones de inversión, a fin de mitigarlos cuando realicen una recomendación personalizada de inversión.
Como señala la guía de la CNMV, esta mitigación de los sesgos cognitivos abarca una amplia variedad de técnicas diseñadas para eliminar o reducir los errores o distorsiones que se generan al adoptar decisiones.
En particular, los asesores financieros pueden asistir a sus clientes en la adopción de técnicas destinadas a interpretar de manera distinta los elementos que intervienen en la toma de una decisión, proporcionándoles alternativas, atemperando su optimismo, comprobando su completa comprensión de las características y riesgos del producto recomendado, o asegurándose de que identifican las condiciones adecuadas para la toma de decisiones de inversión.
Behavioral finance y robo advice
Las finanzas conductuales cobran especial interés en el marco del fenómeno FinTech, en particular en relación con los robo advisors y el diseño de los algoritmos. Así, el diseño de modelos financieros considerando los sesgos cognitivos permite que la programación de los algoritmos tenga en cuenta este efecto psicológico en los usuarios, de manera que las recomendaciones de inversión incluyan la mitigación de los sesgos.