Javier de Moragas ha iniciado una nueva etapa en Nordea Asset Management. Un movimiento destacado en el número 12 de la revista Asesores Financieros, que ya está en la calle.
Lo de Javier de Moragas (EIP) con los mercados fue algo más que vocacional. Fue precoz: “Desde jovencito estaba algo obsesionado con los mercados financieros”. Y cuando dice jovencito, es literal. “A los 15 años compré varias acciones del Euro Stoxx 50 y desde entonces me empecé a interesar seriamente por este mundo”, comparte. Su destino estaba escrito: se matriculó en Economía.
Allí le regalaban el Financial Times. “La guinda del pastel”, recuerda con cariño. El sector financiero ha conseguido lo más difícil: “que no me aburra”. Y es que cuando uno habla con Javier sabe que está ante un asesor dinámico e inquieto por naturaleza. “No soy hiperactivo, pero casi”, confirma. Una persona con energía. Se apunta a cualquier plan deportivo o que implique estar al aire libre. Natural de Barcelona, vivir en Madrid le ha privado de su gran pasión, el surf, aunque lo compensa con su skate Penny. Esta profesión, confiesa, le brinda “la oportunidad de crecer y aprender constantemente. Cada día es un reto que permite poner a prueba los conocimientos adquiridos”.
De su trayectoria, destaca su paso por Altamar Global Investments, donde creció profesional y personalmente. Hoy da el paso en Nordea Asset Management, un reto que valora de forma especial pues “uno no siempre la tiene la oportunidad de incorporarse al equipo de una gestora internacional con tan buena reputación”. Tiene claro cuáles son sus objetivos: “Estar a la altura y seguir dando un servicio excelente a nuestros clientes”. Y eso significa no estancarse, algo que consigue en su trabajo. No duda en parafrasear el personaje de Billie Beane (Brad Pitt) en Moneyball: adaptarse o morir.
Una lección financiera y dos lecturas imprescindibles
Javier nos deja una lección financiera que resume conceptualmente: los huevos y la cesta. “Nunca los metas todos en la misma”, añade efusivamente. Entre sus lecturas recurrentes figuran “El arte de la guerra”, de Sun Tzu, y “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”, de Dale Carnegie. Si algo le motiva es seguir creciendo e, igual de importante, mejorar el futuro. “Soy muy joven. Queda mucho por recorrer y cosas por hacer”, concluye, no sin antes repasa los retos financieros marcarán este ejercicio 2023.
Para Javier, el entorno macro económico ha cambiado radicalmente en los últimos dos años, “donde hemos visto una reducción considerable de la política monetaria (subidas de tipos y reducción de los balances), una ralentización de la actividad económica y una subida sin precedentes de la inflación“.
Sin duda, es un entorno (nuevo para muchos inversores) que “está obligando a reconfigurar las carteras de los clientes y adaptarlas a esta nueva realidad; donde además, obtener una rentabilidad real positiva representa un reto“.
En este escenario, tiene claro lo que haría: “primaría una gestión activa con especial énfasis en el control del riesgo, diversificación y capacidad de generación de Alfa. Estrategias que invierten en activos de compañías de calidad capaces de mantener márgenes altos, con una fuerte generación de caja, unos balances sólidos (poco apalancamiento) e idealmente poder de fijación de precios“.