Javier Berciano (EFA) ha aterrizado en Tressis, un cambio que no estaba en sus planes, pero que motivó la propuesta de la gestora, “por su independencia en el servicio”. Licenciado en Finanzas y Máster en Dirección Económico-Financiera por el CEF, es uno de los movimientos que destacamos en el número 16 de la revista Asesores Financieros EFPA y del que compartimos la entrevista íntegra.
Si bien siempre ha sentido un gran interés por los mercados financieros, Javier Berciano inició su etapa profesional en el mundo contable y del Tax Compliance, donde pudo adquirir un mayor conocimiento sobre los balances y la tributación de las compañías españolas. Posteriormente, realizó labores de gestión de la tesorería en una de las fundaciones del Ministerio de Exteriores, donde tenía relación directa con entidades bancarias con el enfoque de la búsqueda de financiación para los diferentes proyectos internacionales que realizaban, experiencias que le han permitido conocer mejor tanto el sector público como el privado. “Algo que ahora agradezco a la hora de poder comprender las necesidades de inversión que pueden tener nuestros potenciales clientes”, destaca.
¿Cuándo y cómo o a través de quién empieza a interesarte este ‘mundo’, Javier?
Mi interés por el mundo financiero ha sido desde antes incluso de comenzar los estudios universitarios. Es cierto que durante los cuatro años de carrera pude asistir a diversas conferencias que fueron aumentando mi interés por el nicho de la inversión. No obstante, diría que el verdadero punto de inflexión fue durante mi etapa en Madrid, donde tuve ocasión de conocer a más gente del sector.
¿Cómo surge este movimiento?
Una persona vinculada con Tressis me comentó que existía la vacante. Si bien no estaba plenamente enfocado en buscar un nuevo reto profesional, me llamó mucho la atención la propuesta de Tressis por su independencia en el servicio. Considero importante estar en un sitio donde te sientes alineado con sus valores y tienes libertad para poder asesorar sin conflicto de interés.
¿Cuál es tu primer objetivo, Javier?
Ser capaz de comprender plenamente la situación patrimonial del mayor número de clientes posibles, de manera que puedan percibir que les aporto un valor añadido a través de un servicio personalizado.
¿Qué cualidades consideras imprescindibles en un/a asesor / planificador financiero?
Creo que no voy a ser muy original con la respuesta, pero destacaría la ética profesional, la capacidad de análisis sobre la situación financiera del cliente y disponer de ciertas dotes comunicativas para poder trasladar la importancia del ahorro y la inversión.
Una lección financiera que siempre tienes presente, Javier…
Mantener la calma durante los episodios de volatilidad en el mercado. Al final es importante interiorizar que es parte del proceso, por lo que sucesos imprevistos de corto plazo no deben hacerte perder el enfoque u hoja de ruta de largo plazo.
Un consejo financiero que siempre recuerdas a tus clientes (o a tu equipo, amigos, familia…).
La inversión requiere de paciencia, la búsqueda de retornos rápidos y extraordinarios suele acabar mal por la asunción de riesgos excesivos. Por tanto, siempre intento trasladar la importancia de dejar “madurar” las inversiones y ver la inversión como una carrera de fondo.
Un libro o autor al que te guste recurrir, Javier…
Rendimientos del Capital, de Edward Chancellor. Creo que es un libro imprescindible para entender cómo funcionan los ciclos del capital en cualquier industria, particularmente en aquellas con mayor ciclicidad. Además, aporta enseñanzas interesantes sobre la psicología de los directivos y el resto de los participantes del mercado durante las diferentes fases de un ciclo económico.
Por último, Javier, ¿qué desafíos o retos consideras van a marcar el asesoramiento en el segundo semestre del año?
Principalmente destacaría la ralentización del crecimiento económico en las economías desarrolladas fruto del efecto de las políticas monetarias restrictivas y la alta incertidumbre geopolítica. Si bien es cierto que por el momento los resultados empresariales han acompañado, los efectos de las subidas de tipos pueden acabar haciéndose notar. No podemos olvidar que los bancos centrales mantienen el foco en controlar una inflación que ha resultado ser más persistente de lo previsto, por lo que no podemos descartar en absoluto un entorno de tipos elevados por más tiempo.