Adela Martín asume el negocio de seguros como directora de Wealth Management & Insurance de Santander en España y es una de las protagonistas de las páginas de Nombramientos del número 11 de Asesores Financieros.
Adela Martín (EFP) lleva 24 años en el sector siempre en banca privada gracias a una beca que la hizo aterrizar directamente en esta área en 1999. Una coincidencia que la atrapó: “Es una muy buena combinación entre un trabajo técnico, especializado, pero también muy de contacto con personas”.
También lo define como intelectualmente muy interesante y exigente y muy poco monotono. Quizá porque, como describe, en el trabajo en banca privada y gestión de activos hay una parte que tiene que ver con la formación -hay que estar siempre actualizado- y otra con la información, “con un fondo de armario de lo que tienes que saber que está ocurriendo a tu alrededor con tu punto de vista y opinión”. “Es exigente pero muy motivador”, destaca. También lo es el contacto con las personas en general, no solo con los clientes -con perfiles e historias muy diversas-, sino con los equipos y los proveedores, de los que no hay día que Adela no aprenda algo nuevo.
Apasionada de su trabajo, ha estado en dos entidades: Bankinter, donde llegó a ser directora de banca privada, hasta que recaló en Banco Santander para ocupar el mismo cargo en 2015. En 2021, además de banca privada, empezó a llevar la gestión de activos. Hace poco más de un mes ha incorporado a su responsabilidad el negocio de seguros como directora de Wealth Management & Insurance de Santander en España.
Un nuevo reto: seguros
Llevar el Wealth Management & Insurance al siguiente nivel de crecimiento y calidad es el reto que se ha marcado Martín. Su premisa de cabecera: el control de los riesgos. “Tener medidas mitigantes y de control es fundamental”, añade. Quizá por eso, su principio básico sea la diversificación. “Es clave”, matiza. Como lo es también la búsqueda del equilibrio.
Lo encuentra en el yoga, que practica de forma regular y le ayuda a poner la cosas en su sitio, y en el deporte en general. También en el tiempo que pasa con amigos y familia. De hecho, cada vez valora más la palabra disfrutar y de hacerlo “con cosas más sencillas”. ¿Un libro en la mesita de noche? El Principito, cuyas lecciones ha ido extrayendo en cada nueva lectura en la que se sumerge y que colecciona en todo tipo de objetos.