El impacto de las finanzas conductuales en el sector del asesoramiento financiero es profundo y transformador, ya que aporta una dimensión humana a la gestión de inversiones y a la planificación financiera.
La clave radica en entender cómo los sesgos cognitivos y las emociones influyen en las decisiones de los inversores, como pondrá en valor José Climent, Family Banker -Team Manager en Banco Mediolanum en la mesa redonda sobre Finanzas conductuales: de la teoría a la práctica. Como aperitivo a lo que expondrá en la Jornada de Asesoramiento Financiero EFPA de Alicante, le trasladamos algunas preguntas.
¿Cuál es el impacto de las finanzas conductuales en el sector del asesoramiento financiero?
Considero que las finanzas conductuales tienen un impacto muy notable en el asesoramiento financiero. Los asesores financieros somos seres humanos que asesoramos a otros seres humanos, y tener en cuenta y comprender la naturaleza humana y los factores emocionales en la toma de decisiones financieras es clave para prestar un buen servicio.
¿Qué supone para los clientes y para los propios asesores el estudio de las finanzas conductuales?
Supone comprender el comportamiento del inversor en distintos escenarios. Incluso algunos clientes serán capaces de reconocer en sí mismos conductas irracionales. Para los asesores, esa comprensión nos ayuda a empatizar y a personalizar estrategias, y nos puede servir como herramienta pedagógica o formativa con los clientes.
¿Cómo las tendencias de comportamiento pueden ayudar o perjudicar una correcta gestión de las finanzas?
La naturaleza del ser humano es, por lo general, irracional en momentos de incertidumbre o volatilidad, pues tomamos decisiones emocionales. Precisamente por ello, nosotros, los asesores financieros, adquirimos una gran responsabilidad en la sociedad, ya que debemos intervenir y proporcionar orientación, recordando a nuestros clientes la estrategia aplicada y el horizonte temporal de sus objetivos financieros.
¿Qué mensaje principal te gustaría compartir con los asesores asistentes?
En tiempos de “irracionalidad”, los clientes y la sociedad en general nos necesitan más que nunca. Aportemos lucidez y aplomo. Debemos ser conscientes de esos factores emocionales y sociales que nublan el juicio de nuestros clientes y, en función de ello, ayudarles a tomar decisiones de manera racional. Esto creará vínculos muy estrechos y duraderos entre el asesor y el cliente.