Cuando Rafael Rubio empezó su carrera, el periodismo era otro mundo. Uno que olía a humo de tabaco y se contaba entre noches en vela y páginas emborronadas. Una idea romántica que, a pesar de diluirse con la llegada del -ya no tan- nuevo siglo, no ha hecho menguar la pasión que siente por lo que considera un oficio y una vocación.
Periodista especializado en información económica y financiera, hoy dirige la revista Asesores Financieros, como ya hizo en La Gaceta de los Negocios y el semanario Inversión. Autor de ¡Manos arriba! esto es un banco (2009) y El ahorrador astuto (2016), Rubio cumple medio siglo de profesión comprometido no solo con el periodismo. También con la divulgación de una cultura financiera rigurosa, independiente y clara, que debe estar al alcance de todos y que se ha convertido en marca de la casa.
¿Cuáles han sido los principales cambios que ha sufrido el periodismo económico en estos últimos 50 años?
El último medio siglo ha sido, sin duda, el que mayores cambios ha provocado en el periodismo en toda su historia, consecuencia de la digitalización y la llegada de internet. Poco tienen que ver las redacciones actuales de diarios y revistas con los de hace 50 años. El proceso de elaboración de las noticias es mucho más rápido y ha abaratado los costes. Estos cambios han terminado con la imagen romántica de un periodismo de cierres esforzados, a menudo a altas horas de las noches.
Y las consecuencias…
Esto ha producido también un cierto deterioro de la calidad de las informaciones en las que se echa de menos el antiguo oficio de “corrector” que existía en todas las redacciones. Las informaciones escritas aparecen ahora de forma más rápida, pero con demasiados errores.
Desde su perspectiva de tantos años de trayectoria, ¿qué papel desempeñan las redes sociales a la hora de divulgar información de carácter económico?
Como si de un tsunami se tratara, la llegada de las redes sociales ha generado una gran confusión en el mundo del Periodismo en un momento en el que trataba de buscar un nuevo modelo de negocio tras la irrupción de las nuevas tecnologías. Como no podía de otra manera, ha afectado también al periodismo económico. Las redes sociales han facilitado a los accionistas, clientes bancarios, participes de fondos, entre otros, la posibilidad de expresar sus dudas e inquietudes sin necesidad de acudir a los medios de comunicación. Han facilitado también la creación de grupos de afectados cuando se ha producido una situación difícil. Se han invertido con ello los términos: los afectados ya no buscan a los periodistas, sino que los periodistas buscan a los afectados y ello a través de las opiniones que vierten y las acciones que anuncian a través de las redes sociales.
¿Qué opinión tiene Rafael Rubio de los ‘fininfluencers’?
En este nuevo escenario, carente de cualquier regulación, los fininfluencers constituyen un peligro para los inversores y ahorradores. Sus opiniones, que son muchas veces consejos, no están contrastadas y avaladas por datos. Por otra parte, las empresas cotizadas han tardado mucho en responder al reto que las redes sociales les planteaba en su comunicación. Y ello ha hecho que durante mucho tiempo se pudiera verter cualquier opinión con el consiguiente riesgo de una población que, con demasiada frecuencia, actúa por el “efecto manada”.
“Queda mucho para que España alcance unos niveles de cultura financiera equiparables con la media europea. Y en ese objetivo los periodistas tienen una gran labor que realizar”
Rafael Rubio, director de Asesores Financieros EFPA.
¿Cree que ha mejorado el nivel de educación financiera en España en los últimos años?
Sin duda, la educación financiera ha aumentado en España. Se debe, en parte, a que Internet ha puesto al alcance de los ahorradores e inversores herramientas e información a los que antes solo unos pocos podían acceder. Pero queda mucho para que España alcance unos niveles de cultura financiera equiparables con la media europea. Y en ese objetivo los periodistas tienen una gran labor que realizar.
¿Qué papel juegan?
Siempre consideré que el periodismo económico debe pretender, fundamentalmente, facilitar la comprensión a los ciudadanos de los asuntos económicos para hacerles más fácil su vida cotidiana. Y a ello he dedicado mi medio siglo como profesional, con una atención preferente también a los profesionales del mundo financiero, necesitados de una formación continua, dada la profunda transformación que está sufriendo el sector financiero desde la crisis de finales del 2007 y por el propio efecto de las nuevas tecnologías.
Con el proyecto de la revista Asesores Financieros EFPA ya completamente asentado, ¿qué balance realiza?
Es un privilegio poder liderar un proyecto en el que volcar los conocimientos, experiencias, la agenda, etc., acumulados durante 50 años de profesión sobre la base de aquellos principios básicos que siempre consideré que debían presidir el ejercicio del Periodismo. Y lo es, todavía más, comprobar la respuesta de los lectores a tal esfuerzo.
¿Se están cumpliendo los objetivos por los que se creó esta publicación?
Aquellos objetivos de hacer una publicación práctica y útil; que recoja la opinión de los expertos y asesores financieros, con muchos rostros, nombres y apellidos; con una gran importancia de los contenidos formativos; y con un buen diseño, se han cumplido plenamente. Y ello te produce una enorme satisfacción, por mucho que el esfuerzo sea grande, y el reconocimiento a EFPA España por esta importante apuesta.