Lawrence A. Cunningham es el mayor experto en Warren Buffett, tal y como demuestra en sus libros sobre el gran inversor y sus principales negocios. No es casualidad que, al tiempo, sea uno de los mayores expertos en temas de buen gobierno corporativo y calidad institucional en empresas cotizadas. En el número 13 de la revista Asesores Financieros EFPA conversamos con él, en una entrevista exclusiva -y muy edificante- de la que compartimos un extracto.
¿Cómo se inicia tu interés por la inversión y los mercados financieros?
He estado interesado en los negocios desde joven. Un interés que se remonta a mi etapa en la universidad cuando estudié Economía y Derecho. Luego, profesionalmente me he dedicado al Derecho Corporativo durante muchos años, un ámbito en donde también he compaginado una intensa actividad docente. Desde este campo comencé a interesarme más sobre el mercado de valores, y a investigar su comportamiento como “sistema”, así como el comportamiento de sus agentes, y muy especialmente el de los inversores en acciones.
Un elemento clave de tu trabajo académico es la intersección entre el mundo de la inversión (la bolsa) y lo que tradicionalmente asociamos a la gestión empresarial. ¿De dónde surge esta fusión y cómo se fragua?
Existe una relación muy importante entre la inversión en valor y el buen gobierno corporativo y que, sin embargo, muchas veces es poco apreciada o infravalorada. Esta relación es clave y es por eso por lo que muchos inversores excelentes integran el estudio del gobierno corporativo como una parte esencial de su análisis y tesis de inversión. Al final, un buen gobierno corporativo es el que es capaz de garantizar una buena asignación de capital que sea provechosa para los accionistas. Por el contrario, un gobierno corporativo en donde los directivos tienen intereses en conflicto con los accionistas, o donde hay que extremar la vigilancia interna, o que incumple el marco regulatorio, no lo es. Por último, una gobernanza que prioriza asuntos sociales sobre aspectos económicos o de negocio suele ser algo problemático.
Hay muchos inversores exitosos, pero ninguno llama tanto la atención ni durante tanto tiempo como Warren Buffett. Usted es uno de los mayores expertos sobre Buffett y el “modelo Berkshire”. ¿Qué hace que Buffett sea algo especial?
Una combinación única de agudo conocimiento empresarial, sentido común y sabiduría financiera. Otro elemento es su hábito lector, de donde Buffett ha demostrado ser capaz de tener una altísima tasa de absorción. Desde el principio, fue conocedor de sus fortalezas, donde destaca la selección de negocios en los que invertir; y también de sus debilidades, como la gestión más operativa de los negocios o la estrategia empresarial. Desde entonces, se ha centrado en lo que tan bien sabe hacer, -invertir los recursos (capital allocation)-, dando confianza a los gestores para que tomen las decisiones empresariales y de negocio que consideren oportunas.
¿Cuál fue el elemento que más te llamó la atención de Buffett?
Mi profesor de gobierno corporativo fue quien me introdujo la figura de Warren Buffett y sus ensayos en forma de cartas a los accionistas de Berkshire Hathaway. Inmediatamente, me llamó la atención su enorme sentido común a la hora de abordar cualquier tema, su poca ortodoxia y pensamiento crítico, y el hecho de que resonaron mucho conmigo y con mis intereses, entonces ya centrados en la intersección entre la inversión y los temas de gobierno corporativo, vinculados en cierta manera con su célebre distinción entre precio (lo que pagas por una acción) y valor (lo que obtienes). Unas imperfecciones en los mercados de valores que ofrecen una visión rica de los mercados y que siguen siendo una ventana de oportunidad para inversores en valor.
¿Cómo es Buffett en las distancias cortas?
Buffett es cálido y divertido; también es modesto, ingenioso, decidido y escéptico; estos últimos cuatro atributos son tremendamente útiles en la inversión. Berkshire Hathaway acumula casi seis décadas de buenos resultados sostenidos, superando en un 10% anual el resultado del S&P 500.
¿Qué elementos explican este éxito tan rotundo y mantenido en el tiempo?
Un primer elemento es el haberse construido una reputación muy sólida como el inversionista (o comprador) preferido, ese “Caballero Blanco” que todo vendedor aspira a tener. Un segundo elemento que destacaría es su disciplina a la hora de rechazar cualquier oportunidad de inversión, por atractiva que parezca, al menor indicio de duda o problema. Esto ha dado lugar a una selección de inversiones tremendamente oportunas: probablemente tan solo sus diez mejores inversiones representen cerca del 80% de esas ganancias. Por último, está el elemento central de la paciencia, -tanto en periodos de auge como de caídas en los mercados-, y que en el caso de Buffett se compagina con el hecho de empezar de muy joven y vivir mucho tiempo.
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