Aunque muchas personas tienen nociones básicas de sus pólizas de seguros, existe una brecha de conocimiento sobre coberturas específicas pero claves dentro de una planificación. ¿Cómo pueden los asesores mejorar su formación en este ámbito para ofrecer un servicio más completo? Es una pregunta que el número 18 de la revista Asesores Financieros EFPA plantea a Fernando Rodríguez, director de Zona Multicanal en MAPFRE España, cuyas respuestas hoy compartimos.
¿Están bien informados los inversores y ahorradores en cuanto a los productos de seguros que pueden ayudarles a protegerse de pérdidas en eventos catastróficos como la DANA?
En general, todas las personas son conscientes que deben tener cobertura aseguradora en los principales riesgos que tienen, tanto a nivel particular (automóvil, motocicleta o vivienda) como a nivel empresarial (instalaciones, Responsabilidad Civil, etc.) pero, en muchas ocasiones, nos encontramos que hay falta de coberturas en la propia póliza e incluso falta de aseguramiento en parte del patrimonio mencionado
Por eso, es muy importante repasar, al menos una vez al año, el nivel de aseguramiento particular y empresarial para que estas cosas no sucedan. En los talleres enmarcados bajo el Programa EFPA de Educación Financiera enseñamos a elaborar un documento donde se reflejan los datos de todos los seguros que se pueden tener para de esta manera controlar más este apartado.
¿Crees que los asesores financieros tienen suficientes conocimientos sobre los productos de seguros disponibles para sus clientes, especialmente en situaciones de emergencia?
Considero que poco a poco el sector seguros se va introduciendo más en el sector financiero y viceversa. Hace unos años pocos, asesores financieros hablaban con sus clientes de seguros pero ahora, y cada vez más, es un tema que hay que poner encima de la mesa de nuestros clientes y asesorarlos correctamente. Si hablamos de cómo proteger el dinero de nuestros clientes diversificando sus riesgos y recomendando que inviertan en este u otro producto financiero, también es imprescindible que nos preocupemos por cómo están protegiendo su patrimonio e incluso sus vidas.
¿Qué pasos deben tomar los asesores para mejorar su formación en estos productos y así poder ofrecer soluciones más completas a sus clientes durante situaciones de crisis?
Los asesores deben formarse en materia de seguros de la misma forma que lo hacen en materia financiera, cuando ocurre alguna catástrofe como la que hemos tenido las personas necesitan apoyo y sobre todo alguien que les asesore correctamente, el cliente va a saber apreciar que su asesor o asesora puede ayudarle tanto en materia financiera como aseguradora. En EFPA España los seguros están ya incorporados en las certificaciones de inversión y ya existe una plataforma para formarse en esta materia. El programa de Voluntariado de Educación Financiera también ha incorporado un taller monográfico de seguros, y quizás sería una buena idea tener más sesiones a lo largo del año en formato presencial para hablar de seguros.
¿Qué errores frecuentes cometen los afectados por desastres naturales cuando los gestionan?
Entre los principales errores que se cometen en la gestión de seguros ya sea por desastres naturales o por otra circunstancia, podría decir dos. Por un lado, la falta de conocimiento, en ocasiones, de los datos de las pólizas de seguro (número de póliza, primas, vencimientos, asegurados, etc.). Por otro, el no analizar cada año si las coberturas de las pólizas contratadas son correctas. Un ejemplo: existen diversos riesgos de catástrofes naturales que necesitan coberturas concretas para que el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) pueda hacer frente a las indemnizaciones.
Es muy importante saber y conocer el estado de aseguramiento óptimo de cada cliente y aquí los asesores podemos hacer un gran papel. ¿Existen productos que se deberían promocionar más entre los inversores y ahorradores para estar mejor preparados ante una catástrofe natural?
Aunque tener un nivel de aseguramiento adecuado es importante y habría que hacer un estudio personalizado de cada cliente, evidentemente destacaría los seguros patrimoniales tanto de riesgos propios como daños a terceros (Hogar, Empresas, Responsabilidad Civil, etc.) como personales (Decesos, Vida Riesgo y Accidentes).
Los asesores financieros ayudamos a que el dinero de los clientes se mantenga estable y crezca todo lo posible, pero, ante un imprevisto en los riesgos patrimoniales y personales antes descritos, sin una cobertura adecuada de aseguramiento, se podría crear un desequilibrio financiero importante donde se tendrían que utilizar recursos económicos invertidos para otros objetivos. La transmisión a un tercero (compañía aseguradora) de los riesgos posibles e imprevistos es algo crucial que todo asesor financiero debe tratar con sus clientes.