Con motivo de la llegada de EFPA Congress (Málaga, 25 y 26 de abril), iniciamos la publicación de una serie de Tribunas con algunos de sus protagonistas más destacados. En este caso, Rafael Rubio, director de la revista y moderador de dos de los talleres programados en la agenda del congreso, publica en El Asesor Financiero todo un alegato a favor del acercamiento a la Inteligencia Artificial como una de las herramientas más valiosas que la profesión tiene a su alcance y uno de los ejes temáticos de la octava edición del congreso.
Cuando el ordenador Deep Blue venció en 1997 al campeón mundial de ajedrez desapareció uno de los falsos mitos sobre las limitaciones de lo que ahora llamamos Inteligencia Artificial. Casi dos décadas después, otra máquina (AlphaGo) derrotó por 4 a 1 al entonces campeón mundial de Go, un juego chino de mucha más complejidad que el ajedrez. Esta última partida, seguida por más de dos millones de personas a través de YouTube, sentenció para siempre este tipo de competiciones.
Siempre han existido por parte de la humanidad, desde que se inventara la rueda, una necesidad de oponerse y resistirse a los cambios que pudieran afectar de forma importante el estilo de vida imperante. En el caso de la Inteligencia Artificial, durante mucho tiempo y tras la Segunda Guerra Mundial con el gran éxito logrado por Alan Turing al descifrar los códigos de las potencias del Eje, existía el convencimiento de que las computadoras solo podían extraer lo que se había introducido en ellas. Se negaba la posibilidad de que pudieran realizar una interacción y ofrecer un resultado que mejorara lo introducido. Tal negacionismo nos dio tranquilidad durante un buen tiempo, pero con el tiempo se ha visto claramente superado.
Inteligencia Artificial, negar la evidencia
Cuando en noviembre de 2022, ChatGPT se abrió a todos faltó tiempo para que muchos, a través de conferencias o reportajes en los periódicos, trataran de ridiculizarlo por sus limitadas respuestas. Solo hicieron falta unos meses para que aquellas críticas se vieran sin sentido con nuevas versiones del Chat que ofrecían una capacidad de respuesta mayor de la imaginable.
Todavía algunos profesionales de los sectores que más se pueden ver afectados por la aplicación de la Inteligencia Artificial tratan de negar la evidencia planteando un debate ya superado sobre la dificultad de la IA de tener la sensibilidad y los comportamientos de los humanos.
No es negando sus propiedades y posibilidades como los profesionales deben acercarse a la Inteligencia Artificial, sino con un espíritu de aprendizaje y entendimiento. Y esto es igual tanto para los profesionales de los medios de comunicación como para los del asesoramiento financiero por citar dos actividades que conozco bien de cerca y que, sin duda, se verán ampliamente afectadas por la aplicación de esta nueva tecnología.
No es negando sus propiedades y posibilidades como los profesionales deben acercarse a la Inteligencia Artificial, sino con un espíritu de aprendizaje y entendimiento.
Rafael Rubio, director de Asesores Financieros EFPA
Se equivocan quienes piensan en ambos sectores que pasará un tiempo hasta que la aplicación de la IA en su actividad le empiece a afectar. La IA ya ha comenzado a aplicarse y la mayor parte de las empresas están invirtiendo grandes cantidades de dinero ante sus indiscutibles ventajas de una mayor productividad a menor coste.
Razones para perder el miedo
Habrá pocas posibilidades para los periodistas que basen sus trabajos en la redacción de noticias o para los asesores financieros que se dediquen solo a proponer carteras de fondos o acciones de acuerdo con el perfil de sus clientes. Ambos cometidos los realizan ya mejor los programas de IA. Es preciso ahora, más que nunca, adquirir mayores conocimientos y tener una visión más amplia e imaginativa del servicio que se puede dar a lectores y clientes. Es necesario perder el miedo a la IA y acercarse a ella para utilizarla como herramienta.
Existe, además, un aspecto en el que la inteligencia humana puede hacerse fuerte ante la IA. La mayoría de las empresas que han empezado a aplicar la IA se están dando cuenta de que hay una dimensión ética que les obliga a asegurarse de que los sistemas que construyen o implementan sean transparentes, imparciales y justos. De lo contrario, será fácil que caigan en el descrédito. En ello se centra ahora el debate en Estados Unidos, país en el que existe el mayor número de empresas que aplican la nueva tecnología. En una encuesta reciente llevada a cabo, el 73% de los altos directivos estadounidenses han señalado que las pautas éticas de la IA son importantes. Sin embargo, solo el 6% de ellos confiesa por ahora que las había desarrollado.
Es preciso ahora, más que nunca, ampliar los conocimientos y tener una visión más amplia e imaginativa a la hora de realizar nuestra actividad como profesionales.
Rafael Rubio, director de Asesores Financieros EFPA
Sobre la base de que nunca se puede culpar al sistema de los errores, son profesionales con su Inteligencia humana los que están constituyendo las comisiones que se encargan de verificar los procesos y algoritmos para lograr no solo una IA responsable sino también eficaz en su aplicación. Y para realizar esa labor se precisan mayores conocimientos y un buen entendimiento de lo que es la Inteligencia Artificial.
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