Ruth Martín (EFA) lleva más de 10 años trabajando en el mundo de la inversión, del asesoramiento financiero y de la gestión de personas. Una carrera que, aunque breve, apunta maneras. Apasionada de la inversión (recuerda revisar de manera habitual las cotizaciones de algunas compañías en la televisión junto a su padre, cuando no había otros medios disponibles), comenzó en Banco Santander en Londres como analista de compañías.
Pasados dos años, empezó a trabajar en la agencia de valores atl Capital como gestora de patrimonios y directora de equipo, potenciando sus habilidades en la gestión de clientes y fundraising. Se especializó en análisis patrimonial y en formular estrategias de inversión globales para clientes con alto patrimonio. Hoy aterriza en Crescenta, la primera gestora digital en fondos de capital privado (empresas no cotizadas). El de Ruth es uno de los movimientos destacados en el número 15 de la revista Asesores Financieros EFPA, que ampliamos en esta breve entrevista.
¿Cómo surge este cambio?
Llevaba tiempo siguiendo la trayectoria de Crescenta, que tiene como objetivo democratizar el acceso a los mercados privados con fondos de primer nivel, al posicionarse como referente en la gestión de capital privado en España. Siempre he creído en la democratización de las inversiones en capital privado, y tras muchos años gestionando carteras de clientes, conoces de primera mano que este tipo de inversión no es accesible para muchos clientes, al menos con la calidad que caracteriza a nuestros fondos de inversión.
Por otro lado, considero muy importante involucrarme en la formación financiera de mis clientes y asegurarme que comprendan perfectamente en lo que están invirtiendo. La finalidad de Crescenta no solamente es acercar esta inversión a un número mayor de inversores. También pone un especial foco en el entendimiento del producto. Por tanto, fue un encaje perfecto entre los valores que representa Crescenta y los míos.
¿Cuáles son ahora tus objetivos?
Mi principal objetivo es acercar la inversión en capital privado al mayor número de inversores posibles, asegurándome que entiendan en qué invierten y las ventajas que supone incluir nuestros fondos de inversión en sus carteras. Me enfoco en proporcionar un servicio personalizado, ya que, aunque nos caractericemos por ser una gestora digital, considero que es fundamental que el cliente perciba la profesionalidad del equipo que hay detrás. En resumen, mi enfoque se centra en la expansión de la base de inversores, la educación financiera, y la continua innovación en nuestra oferta de fondos para asegurar que los clientes puedan construir carteras sólidas y diversificadas en el ámbito del capital privado.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Lo que más disfruto en mi profesión es, sin duda, el contacto directo con el cliente, brindando conocimiento y confianza para que el inversor nos elija como su gestora de referencia en fondos de capital privado. Soy muy exigente con la calidad del producto que comercializo a los clientes, y es por ello que me involucro en todo el proceso de inversión y en la selección de los activos subyacentes de cada fondo de inversión. Este enfoque me permite transmitir a los clientes, tanto minoristas como profesionales, la mayor información posible para que puedan tomar sus propias decisiones de inversión.
¿Qué estudiaste? ¿Siempre te interesó el mundo financiero? ¿O te planteaste dedicar a otra cosa?
Mi interés por el mundo de la inversión ha sido constante desde antes de comenzar mi carrera universitaria. Siempre supe que quería dedicarme a este ámbito, aunque durante mis primeros años de formación no tenía una visión clara de la rama específica en la que me gustaría especializarme. A lo largo de mi trayectoria, he consolidado mi preferencia por el departamento de front office, donde siento que puedo aportar el máximo valor añadido a la empresa. Respecto a mi formación académica, estudié Administración y Dirección de Empresas con especialidad en finanzas en la Universidad de Salamanca, posteriormente realicé un Máster en Banca y Mercados financieros en la Universidad de Cantabria y años más tarde un Máster en Dirección Comercial en la escuela de negocios EAE. También soy asociada de EFPA.
¿Qué cualidades consideras imprescindibles en un asesor financiero?
La principal cualidad es la capacidad de entender los objetivos financieros del cliente, así como la ética profesional a la hora de seleccionar el producto de inversión más adecuado sin incurrir en un conflicto de interés. Además de tener cualidades comerciales, es imprescindible ser un experto en el producto que comercializas.
¿Una lección financiera que siempre tiene presente Ruth Martín?
Empezar a invertir y planificar la inversión cuanto antes es clave. El objetivo de todo inversor debería ser constituir una cartera diversificada, tanto en mercados cotizados como en capital privado. Que te aporte a largo plazo una rentabilidad acorde al riesgo que asumes, y que te permita en la medida de lo posible, alcanzar todos aquellos objetivos personales que requieran cualquier implicación financiera.
Un consejo que siempre recuerdas a tus clientes…
Evita el market timing. Si haces movimientos en tu cartera intentando predecir el mejor momento de entrada y salida, probablemente pierdas dinero. Es preferible, conformar una cartera diversificada, con distintos tipos de activos (cotizado y capital privado), haciendo aportaciones de manera regular. Invirtiendo en capital privado, fomentas el ahorro, ya que, generalmente, vas aportando capital a lo largo de cinco años, para poder a partir del 5º año, obtener rentabilidades más atractivas que cualquier producto cotizado. Además, al ser un producto menos líquido que un fondo tradicional, el inversor tiene más facilidad para respetar su plan financiero, manteniendo su inversión y aportaciones periódicas. En las inversiones, como en la vida, no hay que ser impaciente. Se trata de plantear una estrategia de inversión y seguirla de manera disciplinada.
Un libro o autor al que te guste recurrir, Ruth…
Para profundizar sobre el mundo de la inversión, considero imprescindible la lectura de Benjamin Graham, El inversor Inteligente. Para el liderazgo y gestión de personas, siempre recurro a Robin Sharma, siendo mi libro preferido El líder que no tenía cargo. Más centrado en ventas, recomendaría a Og Mandino con El vendedor más grande del mundo.
¿Qué ‘rasgos’ consideras que están definiendo al 2024 financiero?
En relación al capital privado (empresas no cotizadas), estamos percibiendo un gran interés tanto por parte de minoristas como de profesionales. Cada vez demandan más un producto de calidad a precios competitivos. Antes de Crescenta, tenían muy difícil invertir en capital privado y además en fondos de alta calidad como los que reúnen nuestros portfolios. A este interés, cada vez más creciente, le acompaña un buen momento a nivel macroeconómico para invertir en capital privado.
En los últimos meses hemos presenciado correcciones en valoraciones sobre todo en empresas en crecimiento y venture capital, donde sus valoraciones se han normalizado tras un periodo post covid. Pensamos que estas correcciones son positivas y de alguna forma limpian el mercado privado. Las empresas con modelos de negocio sostenibles se mantienen. Y aquellas que se han mantenido estos años a base de financiación barata, acabarán desapareciendo.
Y en cuanto los tipos de intéres…
Por otro lado, estamos viendo una reactivación desde inicio de año de salidas a bolsa y fusiones y adquisiciones. Esperamos que siga así durante el resto del año, ya que el mercado de capital privado viene de un escenario de “wait and see”. Y, por último, es determinante la subida de tipo de interés. Esperamos una normalización principalmente a nivel de financiación de transacciones, aunque hemos visto cómo en las transacciones de fondos de capital privado se han realizado distintas estructuras para seguir con la misma normalidad operativa.
En definitiva, si tienes un horizonte a largo plazo y quieres reducir la volatilidad que te aporta la inversión en mercados públicos, es un buen momento para poder empezar a construir tu cartera en capital privado, con rentabilidades objetivo muy superiores a los mercados tradicionales de renta fija o renta variable.