Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Al menos cuando hablamos de sesgos, esos marcos mentales difícilmente identificables (especialmente en nosotros mismos) que nos mueven hacia una u otra dirección o acción.
“No creo que pueda haber asesoramiento sin economía conductual”, decía Mónica Alguacil cuando le preguntamos hace algunos meses por el papel de las finanzas conductuales. Si vemos cómo se ha desplegado 2023 (persistente inflación, subidas de tipos de interés y nuevos ‘viejos’ conflictos geopolíticos) solo podemos ratificar que conocer los sesgos de conducta, esos que nos conducen a tomar según qué decisiones, debe estar en el centro de la agenda del asesoramiento financiero.
No es casualidad que sea una de las constantes en el programa de las Jornadas de Asesoramiento Financiero que organiza EFPA y que lo haya sido también en la última del año, celebrada ayer en Badajoz, en Sercotel Gran Hotel Zurbarán. Hablamos con Mónica Alguacil, Family Banker – Team Manager en Banco Mediolanum, para recuperar algunas de las claves que compartió con los asistentes.
¿Cómo defines las finanzas conductuales?
Es una parte fundamental de la economía que introduce el factor de las emociones en las decisiones que toman los ahorradores, hasta ahora la Teoría financiera tradicional pensaba que sólo nos guiábamos por la razón, claramente no es así.
¿Cómo podemos incorporar los principios de finanzas conductuales en el asesoramiento financiero?
Las finanzas conductuales hablan de la conducta de las personas a la hora de analizar sus inversiones y no es que haya que introducir esos principios es que ya están dentro, lo único que hay que hacer es ponerlos en valor como parte fundamental del resultado final de ese asesoramiento.
¿Cómo podemos ayudar a los clientes a reconocer y superar sus propios sesgos?
Estando cerca de ellos en cada momento, sobre todo en los que los mercados reaccionan con bajadas antes situaciones complicadas, sesgos tenemos todos, más que superarlos la clave es saber que los tenemos, si tiramos de historia los mercados nos han demostrado que los sesgos que limitan las decisiones o provocan miedo solo han perjudicado el resultado final de la inversión.
¿Cómo podemos ayudarles mantener un enfoque a largo plazo en un entorno financiero a menudo impulsado por reacciones emocionales a corto plazo y esos mismos sesgos?
Sin duda con planificación en función de sus objetivos marcados en el tiempo, si separamos por horizontes temporales, lo del corto jamás influirá en el largo salvo para favorecer el resultado final, pase lo que pase en el hoy será bueno para el mañana.