“Cuando comunicamos estamos vendiendo ideas, una marca personal, un producto, un servicio, una propuesta de cambio, etc. Comunicamos para que nos compren”. Así de directo y claro se muestra Julián Reyes, experto en liderazgo -y autor de “Habla como un líder” y “El método Zelenski”- en el webinar organizado por EFPA España titulado: Liderazgo ¿cómo y por qué entrenarlo?
Reyes insiste en un par de ideas. La primera es que cualquier mensaje o contenido se desinfla o crece en interés gracias a la persona que comunica: “No comunicamos cuando empezamos a hablar, comunicamos cuando se nos ve: cuando subimos al escenario, cuando entramos en la sala, cuando saludamos a través de la cámara del ordenador en nuestra conexión por zoom” . En segundo lugar, ningún contenido, producto o servicio comunica por sí mismo. “La persona es necesaria, y el mejor comunicador es el que sabe escuchar y observar de forma activa”, añade.
Comunicar y liderar, ¿son lo mismo?
La comunicación es clave para crecer en poder personal e influencia. La diferencia entre el liderazgo y la dirección es la comunicación. “No se puede entender a un líder de verdad sin una buena comunicación. La comunicación es vital para liderar personas. El líder inspira, conecta“, explica Julián Reyes, que pone algunos ejemplos de grandes comunicadores y grandes líderes: desde Steve Jobs, hasta Churchill, pasando por Margaret Thacher, Jacinda Ardern o Zelenski.
En su libro “El Método Zelenski”, Reyes cuenta que “Zelenski es el ser humano con más presencia en los medios de comunicación en los últimos tiempos y se ha convertido en una de las búsquedas más habituales en Google. Ha despertado la atención de todo el mundo por su capacidad de liderar, de conectar, de comunicar”. Señala además que “Zelenski es el primero en dar ejemplo y neutraliza de forma automática e implacable las informaciones que apuntaban que se había marchado del país. Es el primero en dar ejemplo. La ejemplaridad es un elemento clave, decisivo, para seguir a un líder desde la inspiración, que no desde la obligación”.
Los pilares de una buena comunicación
Los pilares de una buena comunicación son tres: la persona, el mensaje y las herramientas. Y aquí unas cuantas ideas clave que destaca Julián Reyes:
- “La comunicación debe ser efectiva, directa y sencilla. Debo tener claro qué mensaje quiero transmitir, y debo construirlo. La emoción es clave para llegar a tu público”.
- “Evita las introducciones largas y tediosas en la presentación. Comienza con una pregunta que busque conectar con el cerebro. Si planteas una pregunta o varias, ofrece luego respuestas”.
- “Comparte una historia personal, una anécdota. Asegúrate que aporta valor y que conecta desde la emoción. Las personas no conectamos con la información -hemisferio izquierdo-, conectamos con la emoción -hemisferio derecho-, así que plantéate tocar los dos hemisferios. ¿Cómo? Una historia personal es mucho más efectiva, tu escuchante/oyente la recordará”.
- “Fragmenta la entrega de la información, dosifícala. Utiliza el storytelling porque te ayudará a conectar mucho mejor con tu audiencia. Recordamos mucho mejor una historia personal, con nombres y apellidos, con cara y ojos”.
Liderazgo: cuando menos es más
Gran parte de la efectividad de las comunicaciones hoy en día pasan por el tiempo. “El spam de atención se ha reducido de forma drástica. Debe haber una gran frase inicial, una gran apertura para captar la atención del cerebro. Una pregunta o una anécdota personal conectan. Es clave también fragmentar la entrega de información, no ofrecerlo todo de golpe y sin estructura“, asegura Reyes.
En su libro “EL Método Zelenski”, Julián Reyes cuenta que cada vez más son muchas las lideres y los líderes que optan por comunicaciones breves. Uno de los casos más interesantes en las comunicaciones que diferentes líderes pusieron en escena durante la pandemia fue el de Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda. Entre seis y diez minutos eran suficientes para contar lo más importante, para compartir los principales mensajes y ser efectiva en comunicación. Son muchos los estudios que nos hablan sobre el tiempo máximo en el que un cerebro está despierto para recibir información. Es importante saber que el cerebro digiere información de forma rápida, con mensajes clave y sin una atención ni continuada ni profunda.
Entrenar la autoconfianza
¿Es posible? El desarrollo en el campo del liderazgo y la comunicación se entrena desde el autoconocimiento. Julián Reyes insiste en que “la autoconfianza es clave para descubrir y potenciar recursos internos que conectarán con el exterior de forma muy magnética”.
En conclusión, trabajo, trabajo y trabajo. “El trabajo gana al talento. Las habilidades se entrenan y en todas ellas puedes crecer de manera extraordinaria. Se trata de trabajar la respiración, la modulación de la voz, los silencios. Hay que capturar y retener a tu audiencia, se trata de conocer y trabajar las herramientas. Se trata de trabajar la comunicación, no hacerla estándar y sí personalizada, desde la emoción, con liderazgo empático y firme”.