La reapertura económica de China se ha hecho esperar, pero ya es uno de los procesos que marcará el año nuevo económico. Pocos son los analistas que no tienen en cuenta al gigante asiático en sus previsiones. ¿Cómo afecta y afectará este regreso al día a día del asesor financiero?
Estaba al caer. La reapertura del mercado chino ha sido un proceso gradual y constante que, como vaso comunicante, ya está incidiendo (y más que lo hará) en el resto de las grandes economías. Una reapertura que contrasta aún con los ecos que apuntan a que el COVID-19 está lejos de remitir en el país -algo que de alguna manera ha ‘deslucido’ su vuelta a la actividad-.
¿Adiós crisis de suministros?
Sea como sea, China extiende de nuevo sus alas lo que, por defecto, parecer ser una buena noticia para el resto de economías. En primer lugar, porque la crisis de suministros tras el parón pandémico debería neutralizarse y agilizar muchos de los procesos que, sin el ‘músculo chino’, se habían eternizado hasta suponer algo más que un problema. También para todas aquellas empresas exportadoras que han perdido durante meses y meses a uno de sus clientes más importantes y voluminosos.
La economía china probablemente firmará un 2023 con un crecimiento más holgado que otros mercados. Una respuesta lógica tras la desaceleración en la que se ha instalado durante la pandemia. Pero aún hay desafíos importantes a los que debe hacer frente, como una tensión no resuelta con Estados Unidos (y sin visos de resolverse) que no hace sino entorpecer su crecimiento, o un nivel de endeudamiento elevado.
Reapertura económica de China e inflación
Está por ver qué capacidad tiene el gigante chino para aumentar aún más la presión inflacionista que azota al mundo, algo que es difícil de predecir. Sin embargo, hay algunos factores que podrían jugar un papel importante. En primer lugar, porque, al entrar de nuevo como consumidor y como ‘fábrica del mundo’, si aumenta la demanda de bienes y servicios, los precios también podrían elevarse.
En el tablero financiero, China juega fuerte, pero no tiene todas las cartas. La política monetaria de los bancos centrales, la situación económica global y los acontecimientos geopolíticos -que en 2022 han demostrado sobradamente su influencia-, son otras de las variables que determinarán el desarrollarlo del ejercicio económico, por lo que no hay mejor receta que permanecer atento y bien formado ante el devenir de las noticias financieras y estar al día de los cambios, tendencias, oportunidades y riesgos que esta reapertura puede suponer.
Sin duda, el asesor financiero sabe que la apertura de los mercados en China puede generar nuevas oportunidades de inversión para sus clientes, aunque también que existen mayores riesgos, asociados a una volatilidad más acusada que la que registran otras economías desarrolladas.
Inversores: mayor diversificación
La diversificación de las carteras de inversión puede ser un punto de inflexión para la mejora del rendimiento a largo plazo, algo que exige por defecto un elevado conocimiento y experiencia en el análisis de los mercados chinos. Sin olvidar que la apertura de este mercado financiero puede aumentar la competencia en los mercados globales, lo que podría derivar en una mejora de los productos y servicios ofrecidos a los inversores.