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La ética no se redacta, está en constante evolución: así se construye el Código Ético de EFPA

Código Ético

Desde 2001, el Código Ético de EFPA España ha evolucionado sin perder su esencia: ser una guía real para la toma de decisiones del asesor financiero. En el número 19 de la revista, Jordi Melé-Carné y Carlos M. Moreno, presidente y vicepresidente del Comité Deontológico de EFPA España, reflexionan sobre el sentido profundo de la ética profesional, los retos de su actualización y el desafío de convertirla en práctica cotidiana en un mundo en constante cambio. Hoy compartimos la conversación íntegra.

Un código ético nunca parte de cero. ¿De dónde ‘bebe’ el Código Ético de EFPA España?

CM: La fuente primaria son los principios fundamentales propios de la Deontología profesional, que se aplican a las especificidades de las principales funciones desarrolladas por el asesor financiero.
JM: De este modo, en el Código Ético de EFPA se identifican unos principios éticos y comportamientos clave, que se consideran relevantes para un buen desempeño de las actividades del asesor financiero y que deberían servir de marco de referencia y de guía en su toma de decisiones y en todas sus actuaciones.

Desde la primera versión en 2001 hasta la tercera edición en 2023, ¿cómo ha evolucionado la concepción de la ética dentro de EFPA? ¿Qué ha cambiado en la forma de entenderla y aplicarla?

CM: La concepción de la ética no ha variado, pero las sucesivas revisiones tratan de hacer el Código Ético más operativo.
JM: Con este objetivo, la principal aportación del nuevo Código Ético de EFPA (2023) es que se han explicitado los principios éticos, acompañando a los distintos comportamientos clave que, en gran parte, ya estaban reflejados en versiones previas. Los principios éticos no solo orientan más claramente en la aplicación e interpretación de los comportamientos clave que pueden ser adecuados, sino que también facilitan la consideración de la dimensión ética en cualquier tipo de situaciones en que el código ético no fuera suficientemente explícito.

La necesidad de revisión, apuntaste, no surge de la nada. ¿Existen señales o situaciones específicas que alertan de que un código ético debe ser actualizado?

CM: La ética, por un lado, se basa en unos fundamentos propios connaturales al ser humano que se pueden retrotraer a los inicios del pensamiento. Y, por otra parte, la ética no es ajena al presente de nuestras sociedades occidentales ni tampoco al futuro que se nos presenta cercano. Los detonantes son fundamentalmente dos. El primero, las sociedades van cambiando y ello lleva a la necesidad de plantearse las preguntas de siempre como, por ejemplo: “¿qué implica, hoy, ser un buen asesor financiero?” -en el contexto actual, en la realidad actual-. El segundo, la velocidad y la ingente cantidad de avances técnico-científicos, como la IA, nos lleva a poner el foco de los mismos, desde una mirada ética.
JM: Aunque no existieran cambios en el entorno, un principio básico que se atribuye a un buen código de conducta es que sea revisado periódicamente, para intentar mejorarlo. A medida que un código se usa, se pueden identificar carencias y posibles simplificaciones, que lo hagan más comprensible, realista y convincente y, en definitiva, más útil.

“La prudencia ha de ayudar a discernir cuándo se requiere actuar con rapidez, y cuando es conveniente esperar”

Jordi Melé-Carné, presidente del Comité Deontológico de EFPA España.

Revisar un código no es solo cuestión de modificar textos. ¿Cómo se gestiona el proceso de revisión en la práctica?

JM: Otro principio básico a seguir para conseguir un buen código ético es que sea participativo. Como el código ético ha de ser el mismo para todos los países en que opera EFPA, el proceso de revisión se realizó y coordinó desde el Comité de Ética de EFPA Europa, mediante un diálogo constructivo entre aportaciones y debates procedentes de sus respectivos Comités de Ética Nacionales.
La revisión y la posterior implantación de un nuevo código ético, a nivel de cada país, y mediante el impulso transmitido por el Comité de Ética de EFPA Europa a los Comités de Ética Nacionales también es una oportunidad para impulsar una cultura ética en la asociación.

En su momento, apuntaste una idea clave: un código ético bien diseñado no garantiza su cumplimiento. ¿Cómo se puede facilitar que sí?

CM: Desgraciadamente, ‘garantizar’ su cumplimiento es complejo porque, a pesar de que se quiere enfatizar en las ‘buenas prácticas’, esto es, enfatizar lo que se hace bien, lo que se cumple bien, solo cuando hay alguna ‘denuncia’ de la vulneración del Código, el mecanismo se pone en marcha. Queremos enfatizar el buen y normal cumplimiento del mismo. Cambiar un poco dónde ponemos el foco y apuntalar las buenas prácticas.
JM: Efectivamente, el Código Ético orienta y facilita la adopción de “buenas prácticas”. Ayuda a formar y a tomar mayor conciencia social y ética, pero el AF actúa con libertad en su toma de decisiones.

El conocimiento es clave para la aplicación. ¿Qué estrategias innovadoras está utilizando EFPA para lograr que el Código Ético sea realmente interiorizado por sus miembros? ¿Se están explorando nuevas formas de difusión o formación?

CM: Se han dado pasos importantes mediante los webinars de formación para concienciar a los asociados de la importancia de la ética. Es importante también continuar utilizando los nuevos canales de comunicación que existen en la sociedad (redes sociales, podcast, etc.), pero, en la medida en que sea posible, nos gustaría recuperar los workshops presenciales, porque ‘cara a cara’, sigue siendo fundamental para contrastar casos de estudio. Y permite crear un diálogo franco, sincero, directo, sobre las problemáticas éticas que se encuentran en el ‘día a día’.
JM: Efectivamente, el análisis de casos, con distinto nivel de complejidad y de discusión, pueden ser una herramienta interesante para entrenar al asesor financiero en el uso del Código Ético. Desde el Comité de Ética de EFPA Europa, en colaboración con los Comités de Ética Nacionales, se está impulsando la elaboración de casos para su uso formativo.

“La ética siempre es susceptible de mejora y supone un aprendizaje continuo”

Carlos M. Moreno, vicepresidente del Comité Deontológico de EFPA España.

Hablemos de lo nuevo. Más allá de los cambios estructurales, ¿qué principios o valores han cobrado más relevancia en los últimos tiempos? ¿Hacia dónde se dirigirá?

CM: Hay un elemento muy transversal a toda la sociedad que, cada vez, habrá que tener más en cuenta, aunque con otras palabras viene de lejos: el tema de la “reputación”. Así mismo, en algún momento, los asesores financieros deberán plantearse lo que ya en otras profesiones se tiene en cuenta que es la cuestión de la “sostenibilidad” en un sentido amplio para ir, sin prisas pero sin pausas, concretándola en el ejercicio de la profesión.
JM: La consecución de valores como la “reputación” y la “sostenibilidad” para el asesor financiero está muy relacionada con el seguimiento de los principios éticos y los comportamientos clave que presenta el código ético de EFPA.

La prudencia puede ser el principio rector, según comentaste hace algunos números. En el mundo financiero, donde la rapidez en la toma de decisiones es clave, ¿cómo se concilia este principio con la necesidad de actuar con agilidad?

CM: La prudencia tendría que estar en el ADN del asesor, venir de serie, porque es lo que equilibra el riesgo con la velocidad en la toma de decisiones que no con la agilidad. Se puede ser prudente y ágil. Imprudente y ágil. Prudente y tomar riesgos.
JM: La prudencia, entendida como sabiduría práctica, requiere entrenamiento, basado en la formación, práctica y experiencia profesional. De manera que prudencia y agilidad no tienen por qué ser incompatibles. La prudencia ha de ayudar a saber ponderar y priorizar, y a saber discernir lo que es importante y cuándo se requiere actuar con rapidez y cuándo es conveniente esperar y ser pacientes.

Respecto a la ética y subjetividad. En un sector basado en la confianza y el criterio profesional, ¿hasta qué punto hay espacio para la interpretación personal en la aplicación del código ético?

CM: Esta sociedad vive instalada en la subjetividad, en la individualidad, pero hay situaciones, realidades que son objetivas. Para superar la subjetividad que puede derivar en una ‘mala’ interpretación, existe el contraste, el pedir consejo, tener criterio y sentido común.
JM: La prudencia, que intenta armonizar los distintos principios éticos y comportamientos clave, puede indicar límites para que la actuación del asesor financiero sea de acuerdo con parámetros éticos.

Más allá del papel. ¿Qué mecanismos concretos existen para garantizar que el código no sea solo un documento de referencia, sino una guía real de comportamiento?

JM: Como se ha apuntado anteriormente, se trata de fomentar las buenas prácticas, profundizando en la formación y entrenamiento del asesor financiero, con el objetivo de incentivar que el Código Ético sea conocido y aplicado por el asesor financiero. Llegado el caso, también es función del Comité de Ética la propuesta de sanciones, pero siempre intentando seguir criterios de ponderación y prudencia, para intentar que sean ejemplarizantes y no se vuelvan a producir en el futuro.

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