La disyuntiva entre el factor humano y la tecnología siempre ha sido un tema de debate en la industria financiera, sobre todo con las últimas innovaciones tecnológicas y la reciente irrupción de los gestores automatizados. Lo cierto es que el asesoramiento financiero cualificado y personalizado para cada cliente será siempre insustituible, aunque las nuevas tecnologías permitan reducir costes, acortar tiempos de espera y una gestión más rápida de determinadas operaciones, lo que sin duda redunda en un mejor servicio para el cliente. Sin duda, el escenario actual derivado de la crisis sanitaria del COVID-19 ha obligado a incrementar el uso de muchas herramientas online que los profesionales del asesoramiento utilizan para mejorar su trabajo diario y para mantener la excelencia y cercanía en el mejor servicio al cliente.
El webinar se ha convertido en uno de los grandes reyes desde que llegó la pandemia
Organizaciones en todo tipo de sectores han utilizado diferentes sistemas telemáticos para contactar de forma directa con clientes.
Su éxito reside en su sencillo formato que permite generar conferencias, talleres, cursos o seminarios retransmitidos a través de Internet, en tiempo real, donde la interacción entre el orador o ponente y el asistente es inmediata, igual que en la comunicación tradicional.
Aunque el asesoramiento es un servicio que requiere de un componente humano y personal que resulta fundamental, lo cierto es que tanto profesional como clientes han asumido con total naturalidad esa nueva normalidad en la relación, aprovechando que también permite una interlocución inmediata y muy fluida.
Además, las reuniones con los equipos de trabajo han pasado de hacerse en salas de reuniones a hacerse desde casa con programas como teams, zoom, meet… herramientas que se han convertido en indispensables en nuestro día a día.
¿Quién no ha pasado una mañana o día entero conectado de forma virtual con clientes, personal del equipo, etc…?
Éstas mismas han cambiado nuestra metodología de trabajo y gracias a ellas las empresas están ahorrando en viajes y desplazamientos.
Herramientas digitales
Por otro lado, a la hora de elaborar propuestas de inversión a clientes, existen una serie de herramientas digitales que ayudan mucho a los asesores puesto que ofrecen una completa suite de productos de gestión y relación con los clientes, ya que proporcionan una visión integral para la asesoría y gestión financiera.
Si lo que necesitamos es realizar un seguimiento a los clientes, hablaremos de los sistemas CRM, las siglas de Customer Relationship Management, un desarrollo software para empresas y profesionales que permiten concentrar todas las comunicaciones con clientes en un mismo repositorio accesible.
Los CRM son muy útiles para los asesores financieros, ya que permite realizar un seguimiento pormenorizado de todas las gestiones con los clientes y mantener la rutina de hablar con ellos de forma periódica, para revisar sus carteras de inversión, mantenerlos puntualmente informados y evitar dejarse a nadie por el camino.
Redes sociales
Cuando hablamos de herramientas digital no podemos obviar el papel de las redes sociales, que se han convertido en elemento fundamental para los asesores financieros.
Por supuesto, un canal de referencia es LinkedIn, la red social profesional de referencia a nivel mundial, pero existen otros que también pueden ser de máxima utilidad y cuyo uso están generalizando los profesionales de la industria.
Es el caso de Twitter, una plataforma donde los profesionales pueden encontrar una audiencia valiosa, como reflejan algunos estudios donde se pone de manifiesto que existe un mayor interés de sus usuarios por las finanzas.
Gestión de activos
Respecto a los grandes avances en el ámbito de la gestión de activos, destaca el desarrollo tecnológico de las diferentes plataformas de fondos, que ofrecen un amplio universo de toda la oferta de productos en el mercado, así como los diferentes canales que permiten seguir al minuto la evolución y cambios en los mercados.
Big Data
Para finalizar, no podemos olvidar el potencial del Big Data, que es todavía inabarcable, aunque también contempla algunos retos que afrontar, ya que requiere un elemento humano de control para evitar errores y la necesidad de canalizar el conocimiento adecuado para analizar, almacenar y utilizar los datos en beneficio propio.
No obstante, el valor añadido que ofrece el Big Data reside en las múltiples opciones para usar modelos predictivos para estimar la tasa de rendimiento de una inversión, el acceso a información y al cruce de datos que ofrece infinitas posibilidades a la hora de realizar predicciones exactas, que mitiguen algunos de los riesgos a los que se enfrentan habitualmente los mercados.