Solo hay 825 profesionales acreditados con la certificación EFP en España, lo que la convierte en una rara avis cada vez más buscada en tiempos de incertidumbre como los actuales. Dos de estos profesionales –Juan José Franqueira y Miguel Aznar Unzu-, han compartido sus impresiones en la décima edición de la revista Asesores Financieros y que hoy trasladamos a la edición online.
Vaya por delante una máxima -y que es además rasgo diferencial respecto a otras certificaciones-: un planificador financiero acreditado por EFPA España como EFP no solo conoce la situación del cliente y sus objetivos, sino que tiene la capacidad de analizar y prever posibles consecuencias. ¿Qué opinan quienes ya la han conseguido? De sus palabras se constata el creciente interés por esta certificación, clave como herramienta para afinar el plan financiero a lo largo del ciclo de una vida en la que, como se ha hecho evidente estos últimos años, todo puede pasar.
EFP, el salto definitivo
Uno de los aspectos más valorados que se integran en las competencias del asesor certificado EFP es que su capacidad de anticipación o visión de largo plazo hacen que aumente la fidelidad de su cartera de clientes. En base a ello, aumenta la posibilidad de alcanzar un mayor patrimonio asesorado. En la práctica, se traduce también en un mayor prestigio, como le sucedió a Juan José Franqueira García. Acreditado como EFP desde hace ya más de 10 años, hoy es responsable de equipo de Banca Privada de la ciudad de Santiago y todo el sur de la provincia de A Coruña de Abanca.
Franqueira, que en 2004 tenía el EFA (European Financial Advisor), se planteó subir un nivel más. Fue entonces cuando la posibilidad de preparar “el planner” le obligó a realizar un nuevo esfuerzo para mejorar su capacitación técnica. “Pude aquilatar conocimientos e intentar tener una diferenciación mayor sobre otros colegas del sector”, comparte.
Lo consiguió, tal y como destaca: “El mayor valor como profesional acaba aportando una mayor vinculación con los clientes, y una mejor valoración de tu empresa”. Esto se debe a un programa del que Franqueira destaca su globalidad. “Planificación, seguros, inversiones alternativas, y especialmente la parte de fiscalidad y planificación sucesoria tienen un peso y valor significativo”, enumera.
Qué opinan del temario EFP
No es un temario fácil, pero vale la pena, como comparte Franqueira, quien recomienda acreditarse a todas las personas que “quieran diferenciarse, mejorar y actualizar sus competencias, teniendo una visión más profunda y transversal de lo que debe ser una gestión patrimonial completa”. Para todos ellos, brinda un consejo: “que aprovechen para profundizar en los temas todo lo que puedan, que se preocupen por aprender y no tanto por aprobar el examen, y que lo disfruten”.
La certificación EFP, cuya siguiente convocatoria de examen EFPA España ha programado en julio de 2023, es una buena armadura con la que hacer frente a los principales obstáculos que acompañan la planificación financiera, siendo clave para superar la complejidad del entorno fiscal, legal y económico actual.
Más capacidad de asesoramiento
Lo sabe también Miguel Aznar Unzu, director de Agencia de Bankinter, para quien, pese al importante esfuerzo que la prueba supone, obtenerla fue una “importante satisfacción”. Para él, el salto, que tuvo lugar en 2017, es evidente. “La certificación ha mejorado mis capacidades de asesoramiento porque he aprendido a sistematizar modelos de planificación que hasta ahora hacíamos de una manera un tanto intuitiva”, destaca Aznar.
“Esta acreditación debería ser un objetivo para el que quiera aspirar a un verdadero asesoramiento de alta calidad en el mundo financiero, en el que dejar de ser un expendedor de productos financieros; incluso superar el mero asesoramiento financiero y la gestión de carteras”, añade.
Según Aznar, con esta certificación se puede aspirar a una auténtica planificación financiera, que es muy rara en la mayor parte de los ahorradores e incluso de algunos inversores institucionales. También se aspira a poder sistematizar la planificación patrimonial desde una visión multidisciplinar que abarque las orbitas financieras, legales fiscales, sucesorias etc. “Es sumamente importante y útil, y no solo para patrimonios muy elevados”.
Para quién es la certificación EFP
“Entiendo que los poseedores de la certificación EFA serían los candidatos más evidentes para aspirar al EFPA, porque ya tienen gran parte del trabajo hecho”, recuerda. De su programa, Miguel lo tiene claro: “me quedo con lo que le da el nombre, y es el área de planificación, que realmente solo había visto en mi trayectoria profesional de una manera limitada y fragmentada”.
Para finalizar, un consejo: “Exige un esfuerzo de estudio importante. También es muy conveniente repasar exámenes antiguos y prepararse las respuestas con ellos y hacer simulaciones, porque el examen es largo y requiere mucha concentración y planificarse bien el tiempo”. Sin embargo, la recompensa lo vale. “No hay que tenerle miedo, con dedicación es una prueba accesible”, concluye.