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Inversión de impacto: inversión con propósito y con rentabilidad

inversión de impacto

¿Qué es la inversión de impacto? ¿En qué se diferencia de ESG o ISR? ¿Por qué es importante la inversión de impacto? ¿Cómo se mide el impacto? Son algunas de las preguntas que ha respondido Emilio Ayanz en el webinar organizado por EFPA España y titulado “Inversión de impacto: inversión con propósito y rentabilidad” y que resume Susana Criado.

“La inversión de impacto aporta valor y es la inversión del futuro”. Con estas dos ideas Ayanz deja claro que la inversión de impacto es una oportunidad y también una necesidad para la sociedad y para la economía. El ahorro privado es y será palanca de crecimiento pero, además, es y será palanca para solucionar problemas reales en dos ámbitos: medio ambiental y social.

¿Por qué inversión de impacto?

El planeta se enfrenta a dos grandes desafíos. El primero es el cambio climático. “La acción del hombre sobre el clima es una realidad y necesitamos movilizar más de 2,5 billones de dólares adicionales de inversión al año para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, cuenta Emilio Ayanz. El segundo es la desigualdad. “Esa desigualdad se refleja, por ejemplo, en la esperanza de vida de los países o en el nivel de educación de sus ciudadanos. ¿Sabías que la desigualdad se ha disparado en las últimas décadas? Si hace años la diferencia entre lo que cobraba el CEO de una empresa y el empleado con salario más bajo de la misma compañía era de 40 veces, ahora se ha ampliado este gap a 300 veces“, añade.

Según Ayanz, una de cada cuatro personas en algún momento de su vida tendrá problemas de salud mental y solo el 20% tendrá acceso a ayuda profesional para superar sus problemas. “Pero hay más: la demografía. En 2030 en Europa habrá más de 150 millones de personas con más de 65 años”, avanza el socio de Crea Impacto.

“Necesitamos, por tanto, movilizar capital privado pero también recursos de los gobiernos para afrontar estos desafíos. Esto no toca a todos y se concreta en tres bloques: empleo que requerirá nuevas habilidades en un mundo más digital y complejo; demografía por el envejecimiento de la población y las necesidades asistenciales que requerirán; y consumo que evoluciona hacia la racionalidad, la responsabilidad y el compromiso con los recursos del planeta“.

¿Qué es?

La inversión de impacto es aquella inversión realizada con la intención de generar un impacto social medioambiental positivo y medible junto con un rendimiento financiero de mercado (Global Impact Investment Network, GIIN). La inversión de impacto está apoyada en tres pilares: la intencionalidad (propósito o intención de resolver un problema social o medioambiental; adicionalidad (proporcionar soluciones a problemas específicos, quizás sin resolver) y centradas en grupos (generalmente) desatendidos; y medición y gestión (evaluación y gestión activa de los planes de impacto (métricas, objetivos) alineados con la intención de la participada).

Emilio Ayanz detalla que “la intención por sí sola no es suficiente; tiene que resolver un problema, tiene que cubrir las necesidades de algún colectivo. Solo con la intención no basta. La medición, además, es clave para otorgarle credibilidad y confianza y para valuar los resultados. Actualmente la industria y los reguladores trabajan para desarrollar lenguajes y métricas comunes. Trabajamos con las empresas participadas en crear indicadores y desarrollarlos, y vamos también de la mano de auditores u otras empresas externas independientes”

¿Qué es ESG y qué es inversión de impacto?

La inversión ESG que se enfoca en el “cómo”, la inversión de impacto se enfoque en el “qué” y en la maximización del trinomio rentabilidad/riesgo/impacto. ¿Esto qué significa? “ESG es el cómo, es decir, cómo afecta la actividad de una empresa al medio ambiente, cómo funcionan los comités, cómo gestiona los equipos. La inversión de impacto pone el foco en las soluciones, pone la fuerza en el qué: qué problema social o medioambiental resuelve tu actividad”, aclara.

En España y en el mundo

En España este tipo de inversión creció un 58% en 2022 hasta alcanzar los 1.208 millones de euros. Son datos del estudio publicado recientemente por SpainNAB y Esade Center for Social Impact en “La oferta de capital de impacto en España en 2022”.

Emilio Ayanz explica que la inversión de impacto dentro de lo que es capital privado representa solo el 4% del total, mientras que en otros países de nuestro entorno el porcentaje es mayor: “En Francia, por ejemplo, llega al 10% del total de la inversión del capital privado, ¿por qué? Por tres motivos: porque Francia culturalmente es una sociedad más sensible a este tipo de temas, porque la inversión en private equity es mayor al igual que lo es también su PIB, y porque la regulación lo ha apoyado con la norma 90/10 que obliga a los fondos de pensiones a destinar parte de su capital a la inversión de impacto”.

Aquí en España, señala el socio de Creas, puede haber un efecto moda, pero también hay un gran interés genuino y las administraciones están apoyando la inversión de impacto. Cofides, por ejemplo, acaba de lanzar un fondo de 400 millones de euros; el ICO tiene otro con 100 millones y a nivel regional gobiernos como el de Navarra o el de Galicia quieren apoyar la inversión de impacto”.

Inversión de impacto: los retos

Tres son los grandes desafíos a los que se enfrenta la industria. El primero, integridad del impacto: es importante seguir desarrollando estándares de medición y gestión de impacto y regulaciones claras a nivel global para: preservar la integridad del impacto adicional, fomentar el crecimiento del mercado y aumentar la confianza de los inversores. El SFDR y la Taxonomía son iniciativas que trabajan en esta dirección. El segundo, track-record: nada es más contagioso que el éxito. La inversión privada de impacto debe aún demostrar que escala y es rentable para atraer capital y crecer. Especialmente en España, esto es esencial para poder reducir el “gap” con mercados más desarrollados. En tercer lugar, incentivos: es importante pensar en medidas fiscales, financiación combinada, fondos 90/10 (como en Francia), etc.

En definitiva, la inversión de impacto es una necesidad y una oportunidad. Tenemos en nuestras manos una maravillosa palanca de crecimiento, de rentabilidad y de generar impacto en la sociedad y en el medio ambiente. ¡No hay otro camino!

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