¿Por qué Europa ha preparado esta inyección de capital? ¿Cuál es el objetivo? ¿Han llegado ya los fondos a España? ¿Cuánto se ha ejecutado? A estas alturas del año, no son pocas las preguntas -y dudas- que surgen cuando hablamos de los fondos Next Generation, un tema sobre el que profundizó uno de los webinars programados en noviembre por EFPA España.
“España está aprovechando bien los fondos procedentes de Europa, pero no todo lo rápido que nos gustaría. En materia de renovables, tecnología y economía circular, los fondos europeos están ayudando a activar proyectos de inversión en muchas comunidades autónomas”. Es el mensaje que lanza Paloma Baena Olabe, directora Senior de European Affairs de LLYC, que añade: “Ha sido un estímulo importante para renovables y también para digitalización dirigido, en este caso, a las pymes principalmente. Hablamos de políticas públicas asociadas a proyectos privados, ¡por lo que es una oportunidad histórica!”.
Orígenes, cantidades y objetivos de los Next Generation
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) es el marco que permite la movilización de los recursos correspondientes a España dentro del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE, perteneciente al programa Next Generation EU. Fue aprobado en junio de 2020 como respuesta a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. “Es la primera vez que Europa hace una emisión de deuda conjunta. Fue la reacción inmediata de Europa a la pandemia. ¡Europa hace progresos a golpe de crisis!”, destacaba Paloma Baena desde LLYC.
La dotación de partida fueron 70.000 millones de euros, todos ellos en subvenciones a fondo perdido. En junio de 2023, el Gobierno aprobó y remitió a la Comisión Europea la propuesta de adenda (o Anexo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia), para dar continuidad a sus objetivos en materia de transición verde y digital. “Si funciona bien esta emisión de deuda conjunta y se consiguen los objetivos marcados, habrá más posibilidades de utilizar este mecanismo para alcanzar otras metas como la neutralidad energética en 2050. Es un paquete de ayudas importante, pero será insuficiente. Europa tendrá que realizar nuevas inversiones para acometer nuevos retos en materia de competitividad, descarbonización y mejora de digitalización”, comentó Baena.
El pasado 2 de octubre, la adenda fue aprobada por la Comisión Europea (CE). ¿Su objetivo final? Poder incorporar los fondos adicionales que surgieran por un lado del recálculo del impacto de la pandemia sobre la economía y, por otro, por la decisión de solicitud de préstamos. Hasta la fecha, además de España, todos los estados miembros han presentado ya sus adendas.
España, ¿cuánto ha llegado y cuánto se ha ejecutado?
El Plan de Recuperación movilizará un total de 163.000 millones de euros durante el período 2021-2026, lo que representa alrededor del 12% del PIB de España. Paloma Baena cuenta que “no se repartieron los fondos por volumen de población y sí por el daño que hizo la pandemia a las economías europeas. Las más perjudicadas por el covid fueron, por tanto, las más beneficiadas por los fondos: Italia y España”.
Estos fondos se suman a los 36.700 millones de euros de los Fondos Estructurales del marco financiero plurianual 2021-2027, formando un programa de inversiones ambicioso destinado a modernizar el país. Según la Comisión Europea, se espera que la adenda tenga un impacto positivo en el crecimiento económico de España en los próximos años, con el potencial de aumentar el PIB español en un rango de entre un 2,7% y un 3,5% hasta 2025.
Por sectores los más beneficiados son: transición energética (18,04%), movilidad sostenible (16,75%) y pymes y emprendimiento (10,38%). También serán receptores de estas ayudas educación, digitalización, industria, etc. La directora Senior de European Affairs de LLYC cuenta que “es un plan único porque es un proyecto de financiación que busca resultados. El nivel de compromiso de los fondos es muy alto porque sabemos quién lo va a gastar y en qué lo va a gastar. ¿Ejecución? Es difícil medirlo porque no tenemos datos de ejecución por parte de las Comunidades Autónomas y ellas son responsables del 40% del total de los fondos”.
Retos y desafíos de los Next Generation
La representante de LLYC tiene claro que queda pendiente una reforma de las administraciones en lo que se refiere a una mayor agilidad: “Sería necesario una reforma de la Administración Pública para una gobernanza interadministrativa y multinivel. Mayores recursos para eliminar el tapón burocrático y mejores canales de comunicación entre administraciones”.
También sumar una mayor transparencia, como pone de relieve. “La transparencia es la llave de la gestión pública. Necesitaríamos, por ejemplo, publicar los 100 mayores beneficiarios de los fondos. Tres países aún no lo han presentado y España es uno de ellos”, recuerda.
Por otra parte, “el gobierno debe poner requisitos realistas y simplificar el acceso a los fondos y facilitar la presentación de proyectos, agilidad y flexibilidad para aprobar cambios y reformas”, señala Paloma Baena que además añade que “habría que incluir las nuevas condiciones en las convocatorias y notificar con rapidez las ayudas para proyectos estratégicos”.
En definitiva, la directora Senior de European Affairs de LLYC “los fondos europeos son una oportunidad inmensa porque el espacio de inversión pública en España es muy pequeño. Nuestro país, para prepararnos para el futuro, poco podría hacer en materia de inversión”.