“Para que una economía funcione bien, se necesita una inflación baja y tipos de interés por encima del nivel de los precios”
EFPA España celebró un webinar con la participación de Mario Weitz, consultor del Banco Mundial, para analizar el impacto de la economía mundial tras la crisis entre Rusia y Ucrania y los efectos que tendrá en España y los mercados. También participó José María Montalvo, delegado territorial del comité de servicios a asociados de EFPA España en Asturias, como presentador.
En primer lugar, José María Montalvo hizo una breve introducción de la ponencia, explicando que:
“Estos temas políticos generan mucha volatilidad en los mercados y, si los unimos a otros episodios como la inflación y la subida de tipos de interés, no suele ser un buen momento para tomar decisiones precipitadas, pero hay que tener en cuenta que la volatilidad es pasajera”.
El consultor del Banco Mundial, Mario Weitz, comenzó su presentación haciendo alusión a la situación actual en los mercados.
“Nos encontramos en un escenario pesimista. Estados Unidos y Europa crecerán menos porque el conflicto de Rusia y Ucrania va a provocar un aumento importante de la inflación, a causa de la subida del gas y del petróleo y las sanciones a Rusia”.
En este escenario que dibujó el experto:
“las previsiones apuntan a que crecemos menos del 4% previsto, que la inflación puede ser superior al 3% y en EEUU puede haber 6 ó 7 subidas de tipos y en Europa 2 ó 3. Va a depender de si el conflicto dura mucho o poco”. No obstante, merece la pena perder este esperado nivel de vida “por defender ideales y libertades”, añadió Weitz.
En cuanto al impacto en los indicadores macroeconómicos, Mario Weitz resumió el efecto de la Guerra en el comportamiento de la bolsa y recalcó que:
“para que una economía funcione bien, es necesario una inflación baja (1%) y unos tipos de interés por encima de la inflación para depósitos”.
Las previsiones de este escenario auguran una subida de los precios y una aceleración de la subida de tipos, lo que va a provocar una desaceleración del crecimiento.
“Habrá que calibrar si la subida de tipos después de este conflicto no va a provocar un crecimiento negativo”, añadió Weitz para quién “esta decisión final del Banco Central Europeo podría verse afectada por criterios políticos”.
En todo caso, Mario Weitz explicó que:
“las consecuencias en Europa y en España se notarán de forma inmediata, especialmente en el mercado del gas a nivel europeo, lo que necesitará de nuevas alternativas al gas ruso como Argelia o Noruega”.
Poniendo el foco en las proyecciones macro de España de cara a 2022, el consultor del Banco Mundial prevé que:
“el PIB alcanzará el 4%, el paro un 14%, la inflación un 3% y el déficit público un 5% del PIB”.
En base a estas previsiones, el especialista enfatizó en el sector energético, donde considera que:
“el gran tema de los próximos años será el cambio del modelo energético de fósiles a energías limpias, lo que va a provocar una transición conflictiva”.
Bajo los tres escenarios planteados al inicio de la conferencia por el experto, el escenario pesimista es el que más se acerca a la situación actual.
“Cuanto más dure la guerra, peor para los mercados financieros. Bajo este prisma, va a llegar un momento en el que el mercado se va a estabilizar y va a venir la recuperación, pero hasta que la guerra no se aclare, viviremos momentos de mucho nerviosismo en los mercados financieros”.
De momento, según explicó el consultor:
“los inversores han acudido a activos refugio como el oro y el dólar para protegerse de esa caída de los mercados”.
La invasión de Ucrania ha provocado efectos políticos y económicos muy focalizados en el país ruso.
“Lo ideal es que los rusos se retiren, pero es algo difícil llegado este punto”. En el contexto económico, la noticia de la guerra fuera “bastante sorprendente”. Para Weitz, “se están produciendo la confiscación de reservas del Banco Central Ruso”, además de “las restricciones en el uso del sistema internacional Swift” en los bancos de origen ruso y las penalizaciones a los oligarcas rusos a través de sanciones como la de “no mandar tecnología que afecte a los semiconductores”.
El consultor del Banco Mundial concluyó su ponencia insistiendo en el deterioro de las expectativas económicas y el impacto en los mercados que dependerá del tiempo que se prolongue el conflicto.
Concluyó que el coste económico del conflicto para el mundo occidental debe ser asumido, ya que defender las libertades y los principios es lo más importante.
Será inevitable más inflación y menos crecimiento.