La importancia del autocuidado es sobradamente manifiesta, tanto que ya posee su propio día internacional. Hoy, 24 de julio, se celebra el día del autocuidado, una fecha impulsada por la International Self-Care Foundation (ISF) que quiere recordar la importancia de cuidarse y promover medidas y hábitos que fomenten la salud propia, familiar y comunitaria. Pero, ¿y la financiera?
Desde EFPA España, aprovechamos para abordar la estrecha relación que se establece entre la salud financiera y el bienestar de las personas. Vaya por delante una premisa: todo lo que ocurre en nuestras carteras tiene un impacto significativo en nuestro bienestar general, por lo que también es necesario aprender a reducir el ruido y la ansiedad que una mala gestión financiera puede desencadenar.
Hoy nos ponemos ‘zen’ y compartimos algunas ideas y consejos para aplicar el autocuidado en el manejo de tus finanzas:
Presupuesto consciente
Seguir un presupuesto es como seguir un camino: nos ayuda a no perder poder adquisitivo y alcanzar las metas financieras que previamente nos hayamos marcado. Conjugando gastos e ingresos, el presupuesto es el kilómetro cero para generar bienestar en nuestras finanzas.
Reduce el estrés financiero
Una mala gestión financiera puede generar ansiedad, estrés y bloqueo, caldo de cultivo idóneo para una mala toma de decisiones. Mantener la calma y la claridad mental, incluso en momentos de mucho ruido, son grandes aliados, que podemos incentivar con la meditación, el yoga o la práctica de ejercicio físico de forma regular.
Ahorro para emergencias
Los imprevistos ocurren, por lo que disponer de un fondo de emergencia (por ejemplo, de tres a seis meses de gastos cubiertos para situaciones inesperadas como la pérdida de empleo) es un excelente aliado de nuestra tranquilidad financiera.
Gastos conscientes
Aprende a diferenciar entre un gasto que cubre una necesidad o un impulso pasajero y no necesario. Siempre es un buen momento para reflexionar sobre los hábitos de gasto y practicar un consumo más consciente.
Cuida tu salud física y mental
Somos lo que comemos (y dormimos), y nuestras finanzas también lo notan. Una salud física y mental conecta directamente con la financiera, aumentando no solo la capacidad de trabajar, y de generar ingresos, sino aportando también claridad mental en la toma de decisiones diarias. Come, duerme y practica ejercicio de forma regular.
Educación financiera es autocuidado
El saber no ocupa lugar, y si hablamos de conceptos y términos financieros, aún más. Saber de finanzas no es algo que competa solo a los asesores o planificadores financieros. Al contrario: es un conocimiento transversal (como saber cocinar para alimentarnos correctamente), que puede marcar el rumbo de las finanzas de toda la familia.
Planificación para el futuro
Cuidarse exige también pensar en el futuro, planificar y anticipar. Ahorrar e invertir en la jubilación aumenta exponencialmente nuestra tranquilidad, asegurando el bienestar en la etapa de madurez, por lo que nunca es tarde para informarse sobre planes de pensiones y otras opciones de inversión
Merecidas recompensas
El trabajo necesita siempre su recompensa. Mantener un control financiero y trabajar por unas metas financieras no está reñido con los premios, siempre bajo presupuesto. Disfrutar de algún capricho que nos haga sentir bien forma parte del autocuidado.
Un apoyo profesional
Nadie dijo que fuera fácil, por lo que contar con el apoyo profesional de un asesor o planificador financiero puede ser clave para darle un impulso a tus finanzas. Tras analizar tu perfil, objetivos y necesidades, te ayudará a establecer un plan de ‘salud’ óptimo, que no es otra cosa que autocuidado.