El alzhéimer es una enfermedad cada vez más común. En este artículo podrás obtener más información sobre los síntomas, las etapas de la enfermedad y los pasos a seguir si algún ser querido padece alzhéimer.
La persona que solía cuidarte ahora necesita cuidado. En ese momento, las relaciones familiares dan un vuelco: son los hijos los que tienen que cuidar de los padres, aunque en muchas ocasiones son los cónyuges quienes asumen la abrumadora responsabilidad, a tiempo completo y no remunerada, de cuidar de un ser querido con alzhéimer.
En España, más de 800.000 personas tienen la enfermedad de Alzhéimer, según datos que baraja la Alzheimer’s Association. De hecho, el alzhéimer constituye la forma de demencia más común entre las personas mayores. Por lo general, afecta a las personas de forma progresiva. No obstante, con el paso del tiempo, puede causar mucho sufrimiento a su ser querido y a todos los miembros de la familia y cuidadores.
¿Cómo saber si una persona padece de alzhéimer?
Entre las señales más habituales de la enfermedad de alzhéimer se incluyen las siguientes:
- repetir la misma pregunta varias veces
- repetir una historia palabra por palabra
- olvidarse de cómo hacer actividades cotidianas básicas, como cocinar, hacer algún arreglo o jugar a las cartas
- olvidarse de cómo pagar una factura o gestionar el saldo de una cuenta
- perderse en lugares conocidos
- olvidarse de darse un baño o una ducha o de cambiarse de ropa e insistir en que sí lo ha hecho
- confundirse u olvidarse de nombres de personas, lugares, acontecimientos recientes o citas necesitar ayuda para adoptar decisiones que previamente hacía de forma independiente
Puntos clave
- Se considera que mantenerse activo tanto física como mentalmente y llevar una dieta saludable puede prevenir o retrasar el mal del alzhéimer.
- El alzhéimer no es lo mismo que sufrir una leve pérdida de memoria relacionada con la edad. Manténgase atento a una serie de señales que podrían indicar el principio de alzhéimer, antes de asumir que alguien padece de alzhéimer.
- Si alguien cercano se encuentra en la primera etapa de alzhéimer (leve), ese es el momento de adoptar medidas legales y financieras, como preparar un poder notarial o un poder para la atención médica, antes de que se produzca un deterioro de las capacidades mentales.
Como en todos los ámbitos, la situación varía según la persona. Es importante consultar a su profesional de la inversión u otro profesional pertinente antes de tomar cualquier decisión.
Diferenciar el alzhéimer de una pérdida de memoria normal
Una de las primeras señales de la enfermedad es la pérdida de memoria a corto plazo. Por ejemplo, alguien podría olvidarse de una conversación o un acontecimiento reciente. Ahora bien, una cierta pérdida de memoria es habitual con la edad. Una pérdida de memoria normal, leve y relacionada con la edad se conoce con las siglas inglesas «AAMI» (deterioro de la memoria asociado a la edad). Esta pérdida de memoria no es lo mismo que la demencia (lo que incluye el alzhéimer), puesto que no implica un deterioro progresivo ni suele incapacitar a las personas de la misma forma en que el alzhéimer.
Cambios habituales conforme avanza la enfermedad
El alzhéimer es una enfermedad que avanza de forma paulatina. Comienza con una leve pérdida de memoria y termina con un grave daño cerebral. La evolución de la enfermedad varía de una persona a otra, así como la tasa de progresión. En promedio, una persona con alzhéimer tiene una esperanza de vida de entre cuatro y ocho años desde el diagnóstico, pero puede vivir hasta 20 años, dependiendo de otros factores.
Conforme avanza la enfermedad, los cambios resultan más evidentes. Las personas con alzhéimer necesitarán cada vez más ayuda con las tareas cotidianas. Es posible que haya que recordarles que se alimenten, se laven o se cambien de ropa. Podrían no reconocer a personas o confundirlas con otras. Es posible que se enojen, se frustren o se irriten con facilidad. Otros síntomas de la etapa media son los siguientes:
- desorientarse y perderse
- confundir el día y la noche
- experimentar alucinaciones, como ver, oír, oler o saborear algo que no es real
- mostrarse inquieto: caminar de un lado a otro, comprobar si funcionan los pomos de la puerta o tocar las cortinas
- suponer un riesgo de seguridad para sí mismo cuando no hay nadie alrededor, por ejemplo, al olvidar encender el fogón después de abrir el gas en la cocina o no apagarlo completamente
En la etapa más avanzada del alzhéimer, las personas dependen totalmente de sus cuidadores. Es posible que no reconozcan objetos o lugares familiares o incluso a personas cercanas. Otros indicios de esta etapa final son los siguientes:
- tener más dificultad para entender y hacerse entender
- experimentar debilidad física
- perder peso
- perder el control de la vejiga o el intestino (incontinencia)
- volverse demasiado inestable o débil para caminar o mantenerse de pie
- gritar, gemir o mascullar en voz muy alta
- dormir más horas
Diagnóstico, tratamiento y cuidado
No se ha identificado ningún factor único que cause el alzhéimer. Una combinación de factores puede contribuir a desarrollar la enfermedad, como la edad, la genética, el entorno, la dieta y el estado de salud en general. Se suele llevar a cabo un diagnóstico para descartar otras causas de los síntomas. Hoy en día, el alzhéimer no tiene cura. No obstante, algunos fármacos pueden aliviar los síntomas o ralentizar el avance de la enfermedad en personas con demencia leve o moderada.
Cuando se cuida de una persona que padece de alzhéimer, resulta conveniente ayudarla a vivir de manera independiente el máximo tiempo posible. Aunque se sienta inclinado a ayudar, es más probable que las personas con demencia conserven un
sentimiento de valía personal si se les da la oportunidad de hacer las cosas por sí solas. Puede ayudar prestando asistencia en caso necesario, como apoyo emocional o consuelo. Conforme avanza la enfermedad, las personas con alzhéimer podrían necesitar más ayuda con tareas cotidianas, como lavar la ropa, darse una ducha o vestirse. Llegado el momento, podría tener que sopesar pedir ayuda externa.
Qué puede hacer para mantener su cerebro sano
Aunque el alzhéimer todavía no tiene cura, ciertos estudios indican que el estilo de vida puede reducir la probabilidad de desarrollar la enfermedad o retrasarla:
- Actividad física: mantenerse activo, caminar todos los días, hacer ejercicio.
- Estimulación mental: leer, conversar, resolver crucigramas, jugar al Scrabble, jugar a las cartas, asistir a clases.
- Alimentación: además de llevar una dieta equilibrada, tomar multivitamínicos con ácido fólico y vitaminas E y C y consumir alimentos que contengan ácidos grasos omega 3.
- Hábitos saludables: mantener un peso saludable, una baja presión arterial y un reducido nivel de colesterol, y no fumar.
Qué puede hacer desde el punto de vista médico
Si sospecha que usted o una persona cercana puede sufrir de alzhéimer, consulte a su médico de cabecera. Su médico podrá recurrir a un especialista para establecer el diagnóstico. Un diagnóstico temprano podría ayudarle a usted o a su ser querido a planear e identificar los recursos de asesoramiento y apoyo, además de ofrecerle un rápido acceso al tratamiento.
No existe una prueba diagnóstica única para determinar el alzhéimer. Sin embargo, una completa evaluación médica y neurológica permitirá descartar otras posibilidades, como infección, carencia de vitaminas, depresión, problemas de tiroides o tumor cerebral. Un escáner cerebral, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética, puede ayudar a descubrir lo que está pasando en el cerebro. Se pueden llevar a cabo otros tipos de exámenes médicos, como un análisis de sangre, un análisis de orina, un electroencefalograma (EEG) y pruebas de memoria y cognitivas.
El cuidado médico de las personas con alzhéimer puede proporcionarse en el hogar por familiares o por profesionales sanitarios como asistentes sociales, enfermeros, terapeutas y gestores de casos. El cuidado también puede ofrecerse en centros de día o residencias. Conforme avanza la enfermedad, usted o su ser querido puede sopesar todas estas opciones.
Qué puede hacer desde el punto legal y financiero
Puesto que el alzhéimer implica un deterioro predecible de las capacidades mentales de una persona, resulta conveniente aprovechar muy bien el tiempo antes de que usted o su ser querido no pueda adoptar por sí mismo decisiones importantes. Cuando una persona con alzhéimer ya no esté mentalmente capacitada, será demasiado tarde para designar a alguien para que adopte decisiones sobre el cuidado médico o la planificación financiera y patrimonial.
Plantéese la posibilidad de tomar las siguientes medidas cuanto antes:
- Directiva anticipada – Esto podría ser un poder notarial o un poder para la atención médica. Un poder notarial permitirá que alguien adopte decisiones importantes sobre planificación financiera o patrimonial. Un poder para la atención médica permitirá que familiares o amigos cercanos adopten decisiones sanitarias cuando resulte necesario.
- Inventario patrimonial – Antes de proceder a la planificación patrimonial, efectúe un inventario de los recursos disponibles, incluidos ingresos y activos, seguros de salud y recursos comunitarios.
- Planificación patrimonial – Encargue a un experto en planificación patrimonial que formule o actualice un testamento u otros documentos de planificación hereditaria, como un testamento en vida o un fideicomiso.