2020 ha sido un año lleno de complicaciones en el plano sanitario que se han trasladado al económico, por culpa de la crisis provocada por la evolución de la pandemia de la COVID-19. En este escenario, la volatilidad se convirtió en la gran protagonista de unos mercados muy condicionados por las novedades acerca de la evolución del virus, un factor que incluso llegó a eclipsar el resultado de las elecciones en EE.UU. o la resolución definitiva del brexit. ¿Han cambiado nuestros propósitos financieros y nuestras prioridades en este tiempo?
Dada esta coyuntura, si queremos establecer unos propósitos financieros de cara a este nuevo año, en primer lugar, y más importante que nunca, debemos analizar cuál es la situación de nuestras finanzas a cierre de 2020, y ver la evolución que han sufrido tras un año tan complicado y distinto a lo que podíamos haber previsto doce meses atrás.
Revisemos primero si nuestros objetivos financieros siguen siendo los mismos que a comienzo de 2020 para establecer unos propósitos ajustados a nuestras necesidades para el año entrante
¿Estamos en la situación prevista hace un año? ¿Han cambiado nuestras necesidades y nuestras prioridades en este tiempo?
Las dudas sobre la evolución de la economía en los próximos meses nos obligan a ser lo más precavidos posibles a la hora de realizar cualquier cambio en nuestras carteras de inversión, por lo que tenemos que echar mano de nuestro asesor financiero de referencia para que nos ayude tomar decisiones de ahorro o inversión correctas.
2020 nos enseñó algunas lecciones sobre los mercados
Esa volatilidad y el elevado nivel de incertidumbre son aspectos clave que el inversor particular debe tener en cuenta siempre.
Un profesional es la mejor guía para evitar decisiones precipitadas, cometer errores fruto del nerviosismo o dejarnos llevar por las emociones o la información que leamos en los medios, compartamos con los amigos…
El consejo fundamental es tener claro cuáles son los objetivos, perfil de riesgo y el horizonte temporal como bases sobre las que trazar una estrategia que nos permita preservar capital en los momentos complicados de los mercados, que se volverán a repetir, y encontrar oportunidades de rentabilidad, que también llegarán.
No obstante, tampoco debemos olvidar que, en el escenario actual de tipos bajos prolongados en el tiempo, siempre será necesario elevar algo el riesgo si queremos obtener rentabilidad en nuestras inversiones.
Propósitos financieros para 2021
En nuestra lista de propósitos financieros para 2021 debemos incluir:
- Mantener la calma ante cualquier circunstancia de los mercados
- Ser cautos y trazar un plan de ahorro pensando en el largo plazo
Aunque lo hayamos escuchado en numerosas ocasiones, contar con la diversificación como nuestro principal aliado y no olvidar la importancia de ahorrar para la jubilación si queremos mantener nuestro poder adquisitivo una vez nos jubilemos, independientemente de la etapa de la vida en la que nos encontremos.
Los más jóvenes pueden aprovechar para empezar a aportar una cantidad pequeña de forma mensual para acumular capital e ir rentabilizándolo pensando en el largo plazo.
Manteniendo los pies en suelos y conscientes de las dificultades, creo que debemos afrontar el 2021 con un cierto optimismo, sobre todo por las enseñanzas que nos deja este año 2020 y que nos permitirán reaccionar ante situaciones límite.
Échale un ojo al perfil profesional de Andrea Carreras – Candi.