Ayer por la noche estuve con mis amigos del grupo literario Conectivodivergente en el Four Lions Brewery donde practican desde siempre el slow, en esta ocasión aplicado al mundo de la cerveza artesana. Me hizo pensar en que algo parecido podía imponerse en las finanzas, con el movimiento slow finance.
Origen del movimiento Slow
Ya nos lo aconsejaba Antonio Machado con su despacito y buena letra. Y es que parece que en esta sociedad líquida y posmoderna de la posverdad hay una acuciante necesidad de ir corriendo, con prisas, en un continuo “hacer” y con la imperiosa urgencia de sentirnos y parecer eficaces. Me viene a la cabeza la imagen de personas subiendo rápido, y empujando a otros hasta hacerlos caer, por esa escalera colocada en el muro equivocado.
Pero desde hace unos años hay una corriente de opinión contraria a esta tendencia que inoculamos casi por ósmosis que nos sugiere el movimiento lento, y no solo en el ámbito gastronómico, empresarial o tecnológico sino también en el mundo de las finanzas. Todo empezó parece ser hace un tiempo cuando, en protesta por la apertura de una tienda de McDonald’s en la Plaza de España (Roma), se creó la organización Slow Food.
Qué es slow finance
El Slow Finance (Movimiento lento en las inversiones) es una forma de vivirlas guiadas por la serenidad, el buen criterio y sin prisas.
Lo determinante es fijar los objetivos y entonces, y solo entonces, poner los medios para alcanzarlos.
Para lograrlo es imprescindible pararnos a reflexionar con independencia de la realidad acuciante del mercado.
El uso de las nuevas tecnologías de la información nos pueden facilitar la toma de decisiones, pero también pueden provocar adicciones que nos alejen de nuestros objetivos como inversores.
Cómo aplicar el slow finance
En esta era de la información y de la inmediatez, el movimiento lento nos sugiere que pongamos nuestra mirada en el medio y largo plazo que es como se incrementa el capital de manera razonable. Como siempre se ha hecho, evitando la tentación de pensar que el corto plazo puede ser aliado de nuestro enriquecimiento. De hecho, las estadísticas en este sentido nos indican que la mayoría de la gente que especula en los mercados financieros pierde dinero.
El Slow Finance es una forma constructiva de entender las finanzas y la inversión, guiada por la serenidad y el buen criterio y alejada de las prisas, de la velocidad o de lo impulsivo.
Y es que, como nos recordaba Gandhi: “En la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad”.