Qué bonita es la profesión del asesor financiero: aconsejar y planificar con las personas sus inversiones.
En realidad, se trata de ayudar al cliente a decidir sobre su futuro y sus objetivos. De cómo llegar a cumplir sus sueños.
Esta definición es un poco idílica y no es tan real, por lo menos en la mayoría de los casos que conozco.
Muy pocos clientes llegan a confiar todo su futuro a un asesor financiero. La mayoría de ellos te confían un objetivo puntual: la jubilación, qué hacer con el exceso de liquidez… “¿Qué hago con este fondo de renta fija que tengo?”, “¿Qué valor compro en bolsa?”…
Dificultades de ser asesor financiero… o entrenador del Real Madrid
Cuando algún inversor, cliente o amigo llega a confiarte muchos de sus objetivos futuros, tampoco es fácil mantener esa confianza en el tiempo.
Aunque las inversiones se realizan para conseguir sus frutos en un plazo determinado, el inversor no espera al final del plazo para ver resultados. Lo cual es perfectamente respetable, porque quiere ver resultados desde los primeros meses.
El “efecto Lopetegui”
Aquí se produce un poco el “efecto Lopetegui”. En el mes de junio, para un inversor de largo plazo, empezar una inversión en renta variable era una excelente opción. Llega septiembre y octubre y el fondo no ha dado ningún resultado positivo. Incluso se pierde bastante. Al igual que el equipo de Lopetegui, no consigue dar frutos.
Se le sigue dando confianza, pero a finales de octubre se produce una gran caída en la bolsa, a la vez que Lopetegui que sale malparado contra su gran rival, y los fondos de bolsa entran en pérdidas superiores al 10% en solo tres meses.
El inversor y en su caso el presidente del Real Madrid se ponen nerviosos. Lo que conlleva que:
- a) En un caso venden el fondo o dejan de aportar (si lo que se hacían eran aportaciones periódicas)
- b) En otro caso echan a Lopetegui
Lo lógico sería mantener el fondo y no dejar de hacer las aportaciones periódicas, porque hay que recoger frutos en el futuro. Igual que habría que mantener al entrenador (aunque en esto ya no estoy tan seguro porque es lo que querían los del Barcelona).
Asesor financiero: ten paciencia con el cliente
Otra dificultad que tenemos los asesores financieros son los tipos bajos con los que vivimos, ya no existe una inversión mínimamente rentable que no tenga riesgo.
Si quiero riesgo 0, la rentabilidad será negativa. Bien por los tipos de la renta fija a corto plazo, o bien por las comisiones de las cuentas corrientes. Y eso sin tener en cuenta la inflación.
Si queremos un poquito de riesgo para poder sacar alguna rentabilidad: ¿qué tal unos fondos mixtos de renta fija mas o menos sofisticados? y a esperar… Pues bien, ¡Aquí nos va mucho peor! Por querer sacar la inflación (2%), llevamos perdidos un 3% en pocos meses. Y el inversor nos llama y nos dice ¿Esto es poco riesgo?
Si son Fondos de Bolsa, puede pasar como con Lopetegui, y si es compra de valores en bolsa directamente pues es un poco lotería.
Cliente: No te fíes del asesor financiero que te promete todo…
Con 20 años gestionando una sala de Bolsa, no conozco a nadie que acierte continuamente. Aunque siempre hay algún “Gurú” que dice acertar siempre… Eso sí, rápidamente escriben un libro, dan charlas o se animan a gestionar inversiones de los demás. ¡Y ahí el éxito no parece tan grande!
Hace poco escuché a un trader de éxito como Josef Ajram decir esto: “No volveré a gestionar un fondo o una SICAV en mi vida”.
Eso sí, si existe ese asesor financiero modelo al que sus clientes le siguen a ciegas, y además tienen éxito con todas las inversiones, por favor que me llame que le ficho para mis clientes.
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