Con motivo de su participación en la próxima Jornada EFPA de Asesoramiento Financiero en Oviedo, Álvaro Ramírez, Executive Sales en JP Morgan AM, escribe este artículo sobre la perspectiva de mercado para el próximo ciclo y cómo encararlo.
Otro verano con volatilidad en los mercados…
Los últimos años estábamos acostumbrados a una volatilidad muy baja y eso no era normal. Recientemente hemos visto un repunte de la volatilidad que no nos sorprende dada la etapa final del ciclo en la que nos encontramos.
Tenemos que concienciar a nuestros clientes de que la volatilidad es algo normal e inherente a los mercados. Tomando como referencia el MSCI Europe, el mercado europeo ha tenido caídas intra-anuales medias de 15%, pero las rentabilidades anuales son positivas en 30 d los 38 años. (fuente: Guide to the Markets 3T de J.P. Morgan Asset Management pág.91).
Lo que estos datos vienen a confirmar es que tenemos que mantener la calma, evitando sobrerreaccionar a los vaivenes del mercado en días concretos. Las perturbaciones del mercado a corto se combaten con una visión a largo plazo.
¿Qué hacer en estos periodos de incertidumbre?
Rotar la cartera hacia activos de mayor calidad, mayor duración y también hacia aquellos activos que generen dividendos atractivos. Pero sobre todo es importante mantenerse invertido.
Si en un periodo de 15 años (del 2002 al 2017) nos hubiéramos perdido tan sólo las 10 mejores jornadas del mercado, habríamos pasado de ganar un 4% anualizado, a perder dinero…
Nadie tiene una bola de cristal para predecir cuáles van a ser las mejores/peores jornadas del mercado. Cuanto mayor sea el horizonte temporal, mayor es la probabilidad de que alcancemos nuestros objetivos financieros.
La importancia de la diversificación
Una herramienta fundamental para afrontar los periodos de turbulencias en los mercados es mantener diversificadas nuestras inversiones. Y es clave que la diversificación sea efectiva:
No se trata de aumentar el número de fondos de nuestra cartera, sino de aumentar la eficacia de esa diversificación.
Es decir, que los fondos sean complementarios y aporten diversificación a nivel geográfico y por clases de activo.
Por eso, es fundamental conocer los activos en detalle, para poder analizar qué correlación tienen entre sí. Una cartera diversificada nos proporciona protección en años malos (las rentabilidades de una cartera diversificada vienen marcadas en blanco):
¿Imposible no volver al ladrillo?
La mayor parte de nuestros ahorros están en el ladrillo, donde curiosamente no tenemos la percepción de volatilidad (¡porque no se hacen tasaciones diarias!), sin embargo el precio de la vivienda sube y baja como el resto de activos, además de la iliquidez asociada con ese tipo de inversión.
Por otra parte, vemos que más de un tercio de nuestros ahorros está invertido en instrumentos con la finalidad de generar rentas periódicas en forma de dividendos, depósitos… Con los tipos de interés tan bajos cada vez es más complicado encontrar esas rentas de las fuentes tradicionales.
Los fondos de inversión globales, multisector y multiactivo proporcionan esas rentas periódicas que buscan nuestros clientes y que históricamente han ayudado a reducir esa sensación de riesgo en tiempos de caídas del mercado.
¿Cómo tranquilizar a nuestros clientes?
Es necesario seguir fomentando la cultura financiera. Esa es la única forma de que nuestros clientes comprendan mejor el funcionamiento de los mercados y se alejen del catastrofismo que muchas veces se reflejan en los titulares y les llevan a tomar decisiones equivocadas.
El principal riesgo no es la volatilidad, sino no cumplir los objetivos financieros como, por ejemplo, no poder jubilarse en las condiciones que quieren. Tenemos que concienciarnos de que la mejor forma de ahorrar es invirtiendo.
¡Apúntate a alguna de nuestras #JornadasEFPA! 😉