Los últimos datos de ventas minoristas y producción industrial no aportan información concluyente sobre las perspectivas de la economía estadounidense. Gráfico de la semana analizado por DWS: Aún es demasiado pronto para saber qué forma tendrá la recuperación
La recesión provocada por la pandemia de COVID-19 es inusual en muchos sentidos.
Para empezar, aún no está claro cómo se la acabará llamando. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se refiere a ella como el «Gran Confinamiento», lo que sin duda resulta apropiado, dada la magnitud de la crisis.
La actividad económica sufrió fuertes caídas generalizadas desde el principio. En recesiones anteriores, lo normal era que el sector industrial y el de la construcción empezasen a desacelerarse antes que el resto de la economía. Esta vez, sin embargo, la recesión ha afectado gravemente a las actividades más «intensas en contacto físico», incluidos los servicios.
¿Qué nos espera a partir de ahora?
Esta pregunta crucial ya ha dado lugar a una auténtica sopa de letras. Los mercados esperaban una recuperación en forma de V, es decir, que el brusco desplome fuese seguido de una recuperación igual de fuerte.
Sin embargo, hay otros posibles escenarios, más inquietantes, que corresponderían a una recuperación en U (un periodo más largo de estancamiento económico antes de que mejoren las cosas), en W (dos recesiones consecutivas) o en L (una grave caída, seguida de una estabilización a niveles más bajos).
Aún es demasiado pronto para saber qué forma tendrá la recuperación
Cuantos más datos vamos conociendo, menos concluyentes parecen las perspectivas de la economía estadounidense.
Como puede verse en nuestro Gráfico de la Semana, las cifras de ventas minoristas del mes de mayo prácticamente dibujan una V.
Sin embargo, Christian Scherrmann, economista para EE. UU. de DWS, señala que el fuerte repunte refleja en parte los masivos programas de ayuda, como el cheque de 1200 dólares que han recibido las familias estadounidenses, que han reforzado el poder adquisitivo, aunque quizás solo de forma temporal.
Por el contrario, la producción industrial, que cayó con fuerza en marzo y que terminó de desplomarse en abril, solo logró estabilizarse en mayo.
Los mercados esperaban que la subida fuese algo más dinámica. Traducido a letras, la producción industrial apunta hacia una recuperación en forma de U, aunque aún es pronto para descartar una recuperación en L.
En cuanto a nuestro escenario principal, seguimos confiando en que la actividad se recuperará a medida que se vayan levantando las medidas de confinamiento.
No obstante, puede que el rebote pierda rápidamente impulso. Dado el riesgo de rebrotes, es probable que haya que mantener las medidas de contención durante bastante tiempo, lo que restringirá la actividad económica. Aún no hemos encontrado una letra que describa adecuadamente este complejo entorno.
Fuente: U.S. Census Bureau, consejo de gobierno de la Reserva Federal estadounidense a 17/6/2020.
Todas las opiniones y afirmaciones contenidas en el presente documento se basan en datos de fecha 17 de junio de 2020 y podrían no llegar a materializarse. Esta información podrá verse modificada en cualquier momento dependiendo de consideraciones económicas, de mercado y de otro tipo, y no debería tomarse como una recomendación. Las rentabilidades pasadas no son indicativos de resultados futuros. Las previsiones están basadas en hipótesis, estimaciones, opiniones y modelos hipotéticos que podrían estar equivocadas. DWS International GmbH. Traducido del CRC 076640 (06/2020)