Ahora que vivimos en un momento de recesión hay muchas oportunidades para unir esfuerzos o comprar una empresa más económica que en épocas de expansión. Es por ello que hemos leído en prensa muchos movimientos de fusión y sobre todo en el sector que trabajo que es la banca. ¿Fusiones? o ¿Estrategia?
Pero una cuestión que todo empresario o empresa entendemos que se hace, es a que coste y para qué. Es decir, cuando compramos una empresa es para aportar valor a la que tenemos o ampliar la cuota de mercado.
Unir dos empresas no significa que tengas que sumar su facturación y sus beneficios, eso difícilmente se cumple, hay que evaluar más factores y como comprenderás todo no es tan fácil.
Es lógico que cuando operas en un mercado y te fusionas con otra empresa, no significa que todos tus clientes continúen comprándote. Desgraciadamente, siempre hay gente que, por el camino, deja de confiar en tus servicios.
Duplicamos en recursos, costes, plantilla…eso si que es 1 + 1 = 2
Es por ello que, cuando escuchamos que dos empresas están en procesos de fusión, el resultado es que estudian un ERE o un ajuste de plantilla para mejorar la eficiencia de la misma.
Y yo me pregunto, ¿no se presupone que cuando dirigimos una empresa debe ser siempre eficiente para maximizar sus recursos y beneficios? No hace falta que venga una compra para realizar esta estrategia, ya que, (como he comentado con anterioridad) una fusión es para incrementar cuota de mercado y crear más valor a tus clientes.
Otra cosa es realizar una fusión y como consecuencia ganar cuota de mercado
Si hace falta realizar algún ajuste, es lógico que se lleve a cabo, pero ya adelanto que los números no serán tan exagerados. Cuando compramos una empresa es para llegar donde no llegamos, para crear un producto adicional o crear más valor a lo que tenemos.
En la banca creo que se deben preguntar a los dirigentes cual es su estrategia a largo plazo
Como hemos visto en la última década, se ha reducido el valor de las acciones de la banca. Y eso es un aviso, en mi opinión, que debe de servir para tomar decisiones. Como en cualquier empresa la expansión al exterior es un factor relevante para poder crecer y más en un mundo globalizado.
Y para una empresa financiera debe tener en el horizonte ser un referente a nivel nacional o internacional en el mundo financiero.
Deben plantearse que nuevos productos pueden ofrecer, ya que, no es lo mismo las necesidades de los años 60, 90, 2000 o 2040…sin descuidarnos que el principal valor de un banco debe ser prestar dinero y productos de inversión. Es curioso que en el sector publican unos bancos que ofrecen nueva forma de entender la banca y solo veo más de lo mismo.
El sector tecnológico ya ha llegado y es el principal competidor de la banca en el siglo XXI
Y tienen dos opciones negarlo o hacer algo. Para ello pueden crear alianzas o crear nuevos productos para llegar a esos nuevos clientes. Hoy si no estás en la red, no estás en el mercado. Eso no significa que no debes estar de forma presencial pero debes estar en los dos canales, por lo menos en los próximos años.
A nadie se le escapa que la banca del 2040 no será la misma que la del 2020. Y por lo que veo hay muy pocos que han sabido leer esto. A Kodak, Nokia, videoclubs…nadie les preguntó que la sociedad cambiaría de hábitos y si les venía bien que cambiaran. No te llaman a la puerta tus nuevos competidores y cuando te quieras dar cuenta, ellos están a kilómetros de tu estrategia y tu nicho de mercado ya no existe.
Es por ello, y aquí uno los dos puntos de mi artículo de opinión, que debes fusionarte con las empresas que te aporten un valor adicional o un mercado nuevo. Yo lo tengo claro, el futuro ya ha llegado y deben reaccionar no hoy si no ayer, porque una estrategia debe estar bien definida en el sector financiero para poder llegar de forma óptima a los nuevos cambios.
Échale un ojo al perfil profesional de Jorge Llopis Hervás.
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