¿La Reserva Federal está ante una encrucijada? El último dato macroeconómico de Estados Unidos ofreció un crecimiento hasta su máximo en casi dos años en enero. Hablamos de las ventas minoristas que tras dos caídas mensuales consecutivas sorprendieron negativamente al mercado, indicando que las compras de vehículos motorizados y otros bienes, ofrecen una resistencia continua de la economía a pesar de los mayores costes de endeudamiento.
Justo después de la noticia de inflación mensual, las señales de fortaleza en el gasto de los consumidores podrían alimentar la especulación en el mercado financiero de que la Reserva Federal podría seguir aumentando los tipos de interés durante el verano para enfriar la demanda interna.
Las sólidas ganancias de las ventas minoristas, junto con otros datos del miércoles pasado -que mostraron que la producción en las fábricas mejoró el mes pasado-, llevaron a los economistas a elevar sus pronósticos de crecimiento económico para el primer trimestre y declarar que no había una recesión inminente.
Expectativas de recesión
Pero los temores de que el banco central de EE.UU. pueda elevar los costes de endeudamiento más de lo que se piensa actualmente, mantienen sobre la mesa las expectativas de una recesión en la segunda mitad del año, ya que las empresas tendrán que ajustar su estructura (principalmente mediante despidos) para compensar el encarecimiento de sus obligaciones financieras.
El tensionamiento es evidente, porque cada día que la economía no pierde fuerza, los riesgos de que la Fed pierda la paciencia y haga realidad las estimaciones de recesión aumentan astronómicamente al aumentar demasiado los tipos de interés. Ni Powell ni los demás miembros tienen contemplado un plan de contingencia respecto a estos datos macroeconómicos, al menos no se muestra en su informe periódico de perspectivas económicas.
El Departamento de Comercio dijo que las ventas minoristas aumentaron un 3,0% el mes pasado, cuando se esperaba un crecimiento del 1,8%, el mayor aumento desde marzo de 2021, después de una caída no revisada del 1,1% en diciembre.
Las ventas minoristas subieron un 6,4% interanual en enero. Y dado que en su mayoría son bienes y no se ajustan por inflación, si estuviera ajustado el dato sería aún peor.
Qué dicen los datos
Lo que nos muestran estos datos es que la tendencia subyacente en el consumo no es tan débil como indicaban las cifras de diciembre. O, lo que es lo mismo, los estadounidenses siguen gastando.
Desde las entidades financieras de Wall Street, se respaldaron estos datos al reportar un aumento en el gasto en enero según un análisis de los datos de tarjetas de crédito y débito de Bank of America. Esto sugiere que si bien los consumidores de bajos ingresos están presionados, todavía tienen reservas de efectivo sólidas y capacidad de endeudamiento. Pero como la flexibilidad financiera es un parámetro de que el consumidor más estresado no suele cumplir, parece que cuando explote la burbuja de nuevo, veremos cómo las ratios de morosidad entrarán en zona del gusto de la Reserva Federal para respaldar sus decisiones.
Al momento de conocer estos datos la semana pasada, Wall Street cotizó a la baja. El dólar subió frente a la cesta del resto de divisas. Y los rendimientos en la renta fija de EE.UU. cayeron.
Tasa de desempleo más baja en medio siglo
Por si fuera poco, el ajustado mercado laboral de Estados Unidos -marcado por la tasa de desempleo más baja en más de 53 años- continúa generando un fuerte crecimiento salarial, aunque el ritmo se ha desacelerado. La Reserva Federal ha incrementado los tipos de interés en 450 puntos básicos desde marzo pasado -desde cerca de cero a un rango de 4,50% a 4,75%- con la mayor parte de los aumentos entre mayo y diciembre. Se esperan dos subidas de tipos adicionales de 25 puntos básicos en marzo y mayo.
En conclusión, lo que tenemos por delante parece cada vez más difuso y sin embargo, el patrón sobre las decisiones y discursos de los bancos centrales, aquí incluimos al BCE, vuelve a producirse. Este es que al final Powell y Lagarde acabarán tomando decisiones contrarias a lo que prometían porque llegará el día en que el “elefante rosa” de la cacharrería no se podrá esconder.