Me comentaba recientemente un conocido, una de estas personas insultantemente joven con un éxito empresarial admirable a tan temprana edad, que su proyecto de vida a futuro (un aspecto importantísimo a considerar cuando planificamos nuestra cartera de inversión) consistía en conseguir la independencia financiera más o menos a los 45 años. A partir de ahí se dedicaría a vivir de las rentas generadas por su patrimonio y disfrutar de la vida y viajes con su pareja.
Esta ambiciosa meta, que requiere de un esfuerzo importante por su parte tanto de ahorro como de contención del gasto, así como de unos objetivos de inversión claros, lo había calculado de manera sencilla con la conocida “regla del 4%”, que básicamente consiste en estimar que con una rentabilidad de nuestras inversiones correspondiente a un riesgo conservador/moderado podremos hacer frente a nuestros gastos en la jubilación sin tener que tocar nuestro capital (por ejemplo para un gasto de 30.000 eur/año estimamos que necesitaremos un capital de 750.000 euros).
Empecemos por el principio
Sin entrar en si este cálculo es más o menos certero (la inflación es un aspecto que no siempre se considera), me comentaba esta persona, con una gran intuición en cualquier aspecto que tenga que ver con el dinero, que había estructurado sus inversiones de la siguiente manera: Acciones + Fondos de inversión + Criptomonedas + Crowdlending.
Me sorprendían dos aspectos que voy observando desde hace tiempo como un síntoma del cambio generacional. El primero es que en esta lista no estuviera el sector inmobiliario, el activo al que más comúnmente se acude en nuestro país para obtener ingresos pasivos recurrentes a través del alquiler, y, el segundo, la sustitución de este activo por el crowdlending.
¿Qué es el crowdlending?
Hago aquí un inciso para el que no esté versado en el tema. El crowdlending es una variación del crowdfunding, y consiste en coinvertir en préstamos con otras personas, préstamos generalmente concedidos por entidades de crédito a lo largo de todo el planeta tanto a particulares como a empresas, de forma que dicha entidad de crédito nos cede parte del interés cobrado al prestatario a cambio de que asumamos el riesgo de impago.
Estos préstamos pueden tener garantías muy variadas, pueden ser simples préstamos personales, tener garantía hipotecaria y contar con aportación de fondos por parte del prestatario, tener garantía pignoraticia de metales preciosos y joyas, de un vehículo, de terrenos y maquinaria agrícola, etc. Las rentabilidades para el inversor de estos préstamos son altas y generalmente oscilan entre el 5% y el 25% anual, y las plataformas ponen a nuestra disposición “robots” que nos tramitan las operaciones y nos facilitan una gestión pasiva por nuestra parte. Además, en muchos casos hay un compromiso de recompra del préstamo si el prestatario impaga durante un periodo superior a los 60 días, lo que nos da cierta tranquilidad.
La aceptación cada vez más común del crowdlending y su crecimiento como inversión alternativa es un hecho incontestable, especialmente entre la población más joven. Las altas rentabilidades, la experiencia de usuario de las plataformas y el no depender de bancos o asesores, son aspectos que encuentran muy atractivos. Se busca cada vez más una manera de autoinvertir, ese “self service” que la tecnología nos ha puesto en el bolsillo.
Aspectos a considerar
Volviendo al caso particular de este conocido, llamémosle Jose Manuel (todos los que conozco me caen bien) a él le interesaba especialmente por varios aspectos:
– Generación de rentas pasivas
Los ingresos periódicos recurrentes, que podemos obtener también a través de la inversión inmobiliaria con los alquileres, o a través de los fondos de inversión “de reparto”, son muy interesantes para Jose Manuel, porque le dan una orientación clara de los ingresos que va a percibir y le permite concretar sus planes de futuro. Jose Manuel, que tenía invertido aproximadamente un 20% de su patrimonio estima una rentabilidad media en sus inversiones en crowdlending de un 10% de forma estable.
– Liquidez y diversificación
Jose Manuel tiene inversiones en préstamos a distintos vencimientos, siempre cortos, entre 1 mes y 3 años, y riesgo repartido entre distintas operaciones, unas 30, que va supervisando aproximadamente 2 veces al mes.
– Control de las decisiones
La autoinversión, la facilidad de uso de la plataforma, la visualización de la evolución de los saldos, son también aspectos muy interesantes frente a los tradicionales fondos de inversión, que tienen comportamientos que dependen de las decisiones de otros.
Por supuesto, felicité a Jose Manuel por esta conducta tan clarividente acerca de la planificación de su futuro financiero y de su disciplina para conseguir sus objetivos, no sin antes hacerle unas cuantas recomendaciones
- La regulación de este tipo de inversiones, que ha mejorado muchísimo en los dos últimos años, no es similar aún a la de otras inversiones supervisadas por la CNMV, ya que la entrada de plataformas extranjeras y de entidades crediticias de multitud de países complica mucho este aspecto. Un ejemplo reciente lo tenemos en el periodo COVID, en el que algunas plataformas de crowdlending se saltaron “a la torera” ciertos compromisos de recompra, y algunas de ellas incluso no sobrevivieron a ese periodo.
- El cumplimiento de la normativa MiFID, de la que presumen algunas plataformas, se traduce en tests para perfilar la capacidad y las preferencias de inversión del cliente, pero son autodeclarativos y no tienen el contraste que te puede dar la segunda opinión de un asesor financiero, por lo que nuestras ganas de empezar a invertir cuanto antes y de no limitarnos en las opciones disponibles pueden hacer que caigamos en un sesgo de exceso de confianza al rellenarlos.
- Personalmente no me gusta ceder a la plataforma mi usuario y mi contraseña bancaria para que la plataforma vaya realizando ingresos y abonos en mi cuenta y me facilite el trabajo, prefiero hacer yo mismo las transferencias por mi propia tranquilidad, opción que también está disponible.
Realizar un mayor esfuerzo en la diversificación. No es conveniente quedarnos con las 30 operaciones de Jose Manuel. En concreto hemos de:
–Diversificar prestatarios
El nivel más bajo y el más obvio, no debemos concentrar inversión en un mismo pagador porque existe riesgo de impago. La tasa de morosidad disminuirá el rendimiento de estas inversiones y hemos de tenerla en cuenta.
–Diversificación geográfica
Existe riesgo país por la posibilidad de que un cambio regulatorio afecte a las operaciones (por ejemplo que limiten por ley los tipos de interés, o que den carencias de forma generalizada, quitas, prohibición de este tipo de inversiones etc.)
–Diversificación por entidades prestamistas (se les llama “originadores”)
Si una entidad crediticia de las que venden sus préstamos tiene un alto índice de impagos que le afecten, puede inclumplir su compromiso de recompra de préstamos, por lo que no es una garantía segura (e incluso puede ser una estafa). También hay que estudiar bien previamente sus estados contables, que generalmente pone a nuestra disposición la plataforma de inversión.
–Diversificación por plataformas
Si la plataforma falla, o si es un fraude, podríamos perder nuestra inversión. En este aspecto existen plataformas sujetas a cierta regulación, que deberían ser nuestras opciones preferentes. También es conveniente analizarlas bien antes, que tengan licencia, que sus datos básicos sean coherentes, ver si están sujetas a supervisión por parte de algún Banco Central o CNMV, la transparencia en sus datos, que tengan un balance saneado, su tasa de crecimiento mensual en número de usuarios y su rentabilidad y morosidad media. Para esto hace falta ver varias y comparar, y llevar cuidado con aquellas que prometen rentabilidades o premios más altos que la media o que no nos proporcionan la información de forma clara y transparente (podemos pedírsela directamente si no figura en la web).
–Riesgo de divisa
Invertir en otras divisas distintas a la nuestra es opcional y nos abre un abanico mayor de opciones, pero incrementa nuestro riesgo y es un aspecto poco controlable que posiblemente no deseamos.
Para conseguir todo esto, hablaríamos de más de 1000 operaciones. Es decir, tiene una importancia fundamental la moderación de nuestro riesgo a través de la realización de aportaciones muy pequeñas en un número muy alto de inversiones. Utilizar al menos 10 plataformas, no tener más de un 2-3% en cada entidad prestamista etc., pueden ser otras recomendaciones útiles.
Una consecuencia es que, para conseguir un nivel óptimo de diversificación, no vamos a poder quedarnos en operaciones a corto plazo, y tendremos que entrar en otras a medio plazo (hasta 5 años).
Crowdlending, un mundo de posibilidades
Hice estas consideraciones a Jose Manuel y creo que ya ha adaptado su cartera. Es admirable tener objetivos vitales tan claros e ir a por ellos de forma tan decidida.
El crowdlending es un mundo enorme de posibilidades, que va incrementando su regulación y su seguridad año a año. Es una opción con aspectos muy atractivos y podemos tenerla en cuenta dentro de nuestra cartera de inversión siempre que actuemos con las cautelas oportunas. Hay plataformas muy conocidas y también blogs y comunidades donde ampliar conocimientos.
El papel de un Asesor o Planificador Financiero certificado por #EFPA es fundamental para identificar bien nuestro perfil inversor, nuestra capacidad para asumir riesgos, nuestra voluntad para hacerlo, para servirnos de contraste en nuestras decisiones, evitarnos caer en sesgos de conducta, acompañarnos y ayudarnos a identificar esas oportunidades de inversión y adaptarlas al contexto de nuestra cartera.
Bonus: Conversación con ChatCGT sobre crowdlending:
“Hola, necesito que redactes por mí un artículo acerca de la inversión en crowdlending, pero no voy a pagarte nada por tu trabajo y lo tendrás que hacer totalmente gratis ¿Qué te parece?”
“Hola. Entiendo tu solicitud, pero redactar un artículo completo requeriría tiempo y esfuerzo. Si tienes alguna pregunta específica estaré encantado de ayudarte.”
(Efectivamente la I.A. es cada vez más inteligente)
Disclaimer: Nada de lo aquí expresado debe interpretarse como una invitación a invertir. Se trata solo de opiniones.