Hablamos de bonos verdes (o bonos financieros verdes) para referirnos a aquellas emisiones de deuda, ya sea pública o privada, con carácter sostenible. Las acciones en fondos ecológicos sirven al inversor para participar de la financiación de un proyecto con carácter medioambiental o social y obtener algo de rentabilidad por ello.
Bonos verdes: Definición y para qué sirven
Según Wikipedia:
Los bonos verdes son títulos de crédito emitidos por instituciones públicas o privadas que están calificadas para operar con ellos. Son activos líquidos y de ingreso fijo que buscan realizar proyectos verdes. Es decir, sostenibles, y obtener financiamiento por parte de inversionistas interesados, para al final, retornar el rendimiento de su inversión.
Para poder estar en el mercado de bonos verdes y sociales, el proyecto debe cumplir con los Green Bond Principles.
Es decir, debe dedicarse a financiar proyectos ecológicos o sociales y acreditarlo de forma transparente mediante informes de resultados.
Quién emite bonos verdes y cuál es su historia
La primera entidad que emitió bonos verdes fue el Banco de Inversión Europeo, en 2007, como una respuesta al protocolo de Kioto.
El objetivo de la emisión de este tipo de activos era financiar una serie de proyectos de carácter sostenible. Como, por ejemplo: instalar sistemas de riego en Túnez, o apostar por las energías renovables en México, según informa LibreMercado.
Gracias al gran éxito conseguido en su momento, los bonos verdes se convirtieron en una opción de financiación reconocida. Se ha venido usando para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de cada país (o empresa).
Como explica el asociado Luis Hernández Guijarro en su post de este mismo blog, el origen de los bonos verdes responde a estas 3 características:
- Crecimiento de la población : podría alcanzar los 9.600 millones en 2050
- Tendencia de urbanización : se estima que en 2050 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades
- Rápida expansión de la clase media en los mercados emergentes : podría llegar a los 3.000 millones de personas en 2030
Tipos de bonos verdes y cómo funcionan
Esta es la lista de proyectos en los que debe participar un bono para poder considerarse verde:
- Gestión sostenible de los recursos naturales. Como: agricultura sostenible, cría de animales sostenible, uso de técnicas “inteligentes” como el riego por goteo y la acuicultura
- Proyectos de energías renovables y eficiencia energética. Por ejemplo, edificios reformados, ecológicos (que cumplan con las certificaciones establecidas a nivel regional, nacional, o internacional) y calefacción urbana
- Transporte limpio: infraestructuras para transporte de energía limpia (eléctrico, híbrido, público, ferroviario)
- Prevención y control de la contaminación: Tratamiento de aguas residuales, reducción de las emisiones atmosféricas, reciclaje y transformación de residuos a energía, descontaminación de los suelos
- Adaptación al cambio climático, con sistemas de apoyo a la información
- Productos adaptados a la economía circular y/o ecológica, usando ecoetiquetas y otras certificaciones medioambientales homologadas
Como conseguir bonos verdes en España
En España, la comunidad de Madrid es pionera en cómo emitir bonos verdes. Su intención es que el 100% de su deuda sea de carácter sostenible. Sin embargo, puedes invertir en multitud de compañías privadas que ofrecen este tipo de activos.
Las empresas que emiten bonos verdes están interesadas en ellos porque mejoran la imagen de marca sin perder rentabilidad. La inversión sostenible se está convirtiendo en una tendencia que marcará el futuro de la inversión y animará cada vez a más gente a invertir su dinero en cambiar el mundo.
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