No son pocos los que piensan en el mes de septiembre y se echan a temblar -y no es para menos-. Tanto para quienes aún siguen disfrutando de unos días de descanso como para quienes el final del verano ya es solo sinónimo de cuarta ola de calor, la vuelta al cole aguarda a la vuelta de la esquina. El mismo desbarajuste financiero de todos los años que, por si fuera poco, acontece cuando apenas hemos terminado de digerir los gastos de las vacaciones.
Septiembre es sinónimo de reset, de nuevas oportunidades, pero también es un mes lleno de desafíos financieros que conviene anticipar con las mejores estrategias, decisiones y hábitos. Por eso, hoy nos preguntamos: ¿cómo podemos mantener un equilibrio económico mientras afrontamos el regreso a la rutina escolar y laboral? Aquí 10 consejos:
1.- Enumeración de gastos
Enumera todos los gastos que esperas tener, ya sean uniformes, matrículas, o gastos relacionados con el trabajo, los trayectos y las comidas. Asigna cantidades específicas para cada categoría y asegúrate de mantenerte dentro de esos límites. Distingue también entre lo urgente, lo necesario y lo que, sencillamente, puede esperar o no es necesario.
2.- Planificación presupuestaria
Nada mejor para guiar nuestros pasos financieros desde el mismo 1 de septiembre que un presupuesto: es la brújula que nos indica por dónde ir y, sobre todo, por dónde no ir. Tener un presupuesto claro en base a gastos e ingresos es clave para conseguir nuestros objetivos.
3.- Compras inteligentes
La vuelta al cole o la vuelta al trabajo es eso, una vuelta al punto de partida, no una excusa para comprar todo nuevo, como si lo de años anteriores ya hubiera quedado obsoleto. Haz un repaso y te sorprenderá ver que muchas cosas aún tienen ‘vida’. Por otra parte, utiliza descuentos y ofertas y no esperes al último minuto (y los precios más inflados).
4.- Comidas y transporte
Una gran parte de nuestros gastos diarios se va en comer y en llegar a nuestro destino: sea el trabajo o la ruta que lleva a los más pequeños al cole y los trae de vuelta. Apuesta por el transporte público siempre que sea posible y alterna con comidas preparadas en casa para no estresar de forma innecesaria tu economía (y tu salud).
5.- Septiembre: a por un nuevo cojín financiero
Si no lo tienes porque ha “volado” con los gastos de las vacaciones o las matrículas, es el momento de volver a darle forma y grosor a ese cojín financiero destinado a gastos inesperados -y esperados- que puedan surgir durante esta temporada sin que eso afecte a tu presupuesto básico.
6.- Educación financiera, también en familia
El nuevo curso es una oportunidad magnífica para involucrar a todos los miembros de la familia en la salud financiera del hogar. Un buen momento para activar conversaciones sobre el presupuesto, los gastos, la toma de decisiones, el uso responsable del dinero y la importancia de adquirir hábitos financieros saludables desde una edad temprana.
7.- Una vez pase septiembre: mantente atento y revisa
Revisa y ajusta tu presupuesto a medida que avanza el curso escolar y laboral y ‘cumplas’ solo en septiembre. Mantente al tanto de tus gastos reales y compáralos con lo que habías planeado. ¿Están por encima o debajo? Si encuentras desajustes, corrígelos para mantener el equilibrio financiero.
8.- Establece metas financieras
Las hay de todo tipo: quitarse de encima una deuda, crear un colchón para nuestras vacaciones del próximo año, pagar la universidad, preparar la jubilación o dar la entrada de un coche. Tener metas te dará un propósito y te motivará a administrar tus finanzas de manera más efectiva.
9.- Aterrizaje suave en septiembre: la transición
Mientras ajustas tu economía al nuevo curso, intenta reducir el ritmo de gastos: cenas fuera de casa, compras compulsivas o entretenimiento… Es momento de apretar el freno. Un poquito de ‘detox’ mientras aterrizamos en la rutina puede ser de gran ayuda para no estresar aún más nuestras cuentas tras las vacaciones y empezar con buen pie.
10.- Acompañamiento profesional
Para todas aquellas personas o familias que quieren conseguir sus metas financieras y tomar las mejores decisiones en base a sus necesidades, nada mejor que contar con un asesor financiero debidamente certificado que guíe y oriente sus pasos hacia los objetivos marcados.