Como es habitual, la inspección fiscal seguirá persiguiendo creación de sociedades instrumentales para pagar menos impuestos, la residencia fiscal falsa y los bienes de lujo no declarados. Pero este año la Agencia Tributaria pone especial foco en los bienes inmuebles y las criptomonedas.
Con algo más de retraso que otros años, la Agencia Tributaria ha presentado su Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2025. Es el documento que sirve de guía a la inspección tributaria para orientar sus principales actividades a lo largo del ejercicio.
El Plan de 2025 dedica más atención que otros ejercicios a la vigilancia de los activos inmobiliarios, ya sean de residentes y no residentes. No hay que olvidar que los inmuebles constituyen en España la parte más importante de los patrimonios familiares. Y tampoco que, al calor de la gran demanda inmobiliaria durante los últimos años, gran número de sociedades e inversores extranjeros han adquirido un gran volumen de inmuebles en nuestro país.
Plan de inspección fiscal de la Agencia Tributaria
Por todo ello, reforzará el seguimiento de los no residentes que posean inmuebles en España y no los declaren. Se investigarán situaciones en las que se haya declarado falsamente la residencia fiscal en otro país para evitar el Impuesto sobre la Renta de No Residentes. En el caso de los residentes, se analizarán con detenimiento las ganancias patrimoniales obtenidas con la venta de inmuebles y habrá un mayor control de los alquileres no declarados.
El Plan tiene una especial fijación en las viviendas de lujo y en las segundas residencias para comprobar que su declaración fiscal es correcta.
Por otra parte, y en lo que afecta a las grandes rentas y grandes patrimonios, el Plan pone el foco en analizar los grandes patrimonios. Además de la posesión de inmuebles, se vigilarán los bienes de lujo y las criptomonedas a través de las que detectar discrepancias entre el nivel de vida y lo que se declara a Hacienda.
Criptomonedas en el punto de mira
En el caso de las criptomonedas, la Agencia Tributaria ya obtuvo una buena información sobre las operaciones de los contribuyentes el pasado año a través de una serie de declaraciones que se exigieron por vez primera. Sin embargo, solo se recogieron datos hasta abril de 2023. En el actual ejercicio se espera contar con datos de todo 2024. La disponibilidad de esa información es un paso imprescindible para realizar actuaciones cuando se trata de un activo novedoso y de tanta volatilidad (con la consiguiente posibilidad de pérdidas y ganancias) como las criptomonedas.
Por otra parte, y como viene siendo habitual en los últimos años, se va a intensificar la vigilancia sobre las sociedades creadas con el único fin de reducir la carga fiscal. Además, se seguirá reforzando el control de la residencia fiscal de los contribuyentes poniendo especial énfasis en aquellas estrategias que tienen como objetivo tributar en comunidades autónomas con menor carga fiscal. Por tanto, la comprobación de residencial real del contribuyente no solo se efectuará teniendo en cuenta que la declaración se efectúe en otro país, sino también en una comunidad autónoma.