El 9 de mayo se celebra el Día de Europa, fecha que marca el aniversario de la histórica «Declaración Schuman». Una oportunidad para reflexionar acerca de los pasos que la UE da en materia financiera como la Retail Investment Strategy, así como de la importancia de desarrollar certificaciones comunes europeas para los asesores financieros.
El 9 de mayo, la Unión Europea conmemora el Día de Europa. Este día también marca el aniversario de la histórica “Declaración Schuman”, un hito que sentó las bases para lo que más tarde se convertiría en la Unión Europea. Más allá de la conmemoración histórica, el Día de Europa es una oportunidad inmejorable para reflexionar sobre el futuro del continente, y eso incluye su futuro en el ámbito financiero.
En este contexto, uno de los temas clave en la agenda financiera europea es la Retail Investment Strategy (Estrategia de Inversión Minorista), un marco diseñado para proteger a los inversores minoristas y mejorar la transparencia en los mercados financieros. La RIS es, sin duda, uno de los temas del ‘año financiero’ y fue también uno de los ejes sobre los que giró la exitosísima octava edición de EFPA Congress. Hoy, sin embargo, nos detenemos en la importancia de desarrollar certificaciones comunes europeas para los asesores financieros.
Estándar de excelencia
En primer lugar, la implementación de certificaciones comunes garantiza un estándar uniforme de competencia y conocimiento entre los asesores financieros en toda Europa, objetivo fundacional EFPA España desde su creación. Esto ayudaría a aumentar la confianza de la sociedad en los servicios financieros y garantizaría que los inversores reciban un asesoramiento de alta calidad, independientemente del país en el que se encuentren.
La ventaja más importante de las certificaciones comunes es la mejora de la competencia y la innovación en el sector financiero. Al garantizar que los asesores financieros cuentan con las habilidades y el conocimiento necesarios para adaptarse a un entorno financiero en constante cambio, se estimula la innovación en productos y servicios financieros, lo que en última instancia beneficia a los inversores y a la economía en su conjunto. En concreto, EFPA apuesta por la personalización y homogeneización de los requerimientos que se reclaman a los profesionales del asesoramiento financiero.
Además, las certificaciones comunes facilitarían la movilidad laboral de los profesionales financieros dentro de la Unión Europea. Actualmente, las diferencias en los requisitos de certificación entre los diferentes países pueden dificultar la transferencia de habilidades y conocimientos entre fronteras, fomentando la libre circulación de talento en toda Europa.
Europa, un futuro financiero sólido
En resumen, el desarrollo de certificaciones comunes europeas para los asesores financieros ofrece una serie de ventajas tanto para los profesionales del sector como para los inversores. Al establecer un estándar uniforme de competencia y conocimiento y fomentar la competencia y la innovación, las certificaciones tienen el potencial de fortalecer aún más el sector financiero europeo y contribuir al crecimiento económico y la estabilidad en toda la región.