Por primera vez en los últimos 10 meses, el BCE ha anunciado que los tipos de interés se mantendrán sin cambios ante la inminente recesión en la eurozona, cuyo crecimiento está prácticamente estancado.
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener sin cambios los tipos interés al 4,5% tras 10 aumentos consecutivos del ‘precio’ oficial del dinero, situando este índice a niveles de 2001. Además, ha indicado que es probable que estos tipos se mantengan en este nivel durante “un periodo de tiempo prolongado”.
El BCE considera que las subidas implementadas en el último año y medio deberían ser suficientes para controlar la inflación. Lo cierto es que, situada al 4,3% al cierre de septiembre, sigue por encima del objetivo del 2% que prevé el BCE, pero ha descendido en el último mes nueve décimas y anota ya la tasa más baja desde octubre de 2021.
El BCE se reúne en Atenas
Según lo expresado por Christine Lagarde en conferencia de prensa, el BCE no tiene planes de reducir las tasas de interés en los próximos meses y considera que es demasiado pronto para debatir sobre esa posibilidad: “Es probable que la economía de la eurozona siga débil durante el resto de este año”.
En el comunicado leído por Lagarde en Atenas, donde tuvo lugar la reunión, afirmó que “los anteriores aumentos de los tipos de interés del consejo de gobierno siguen transmitiéndose con fuerza a las condiciones de financiación. Esto está frenando cada vez más la demanda [de familias, empresas…] y, por lo tanto, ayuda a reducir la inflación”.
Una decisión, en definitiva, ampliamente esperada, ya que en septiembre, la presidenta del BCE había sugerido que era poco probable que se aumentaran los tipos de interés. Para los prestatarios hipotecarios, la decisión supone un pequeño alivio. A pesar de esto, el BCE insiste: todavía se espera que la inflación sea demasiado alta y que las presiones inflacionarias internas sigan siendo fuertes.