Año nuevo y, sin embargo, los mismos propósitos de siempre. Hay vida más allá del gimnasio y el recurrente inglés. Especialmente si quien hace sus lista de deseos para 2024 es un asesor financiero. ¿Cuál es el propósito más buscado? Hablamos de la certificación EFP.
Foco, hábitos y constancia
Para muchos asesores, conseguir la certificación EFPA European Financial Planner (EFP) es un reto. Pero también un seguro de excelencia profesional y prestigio. La línea más corta que existe para ejercer el asesoramiento financiero al más alto nivel -y resultados-, tal y como destacan en primera persona quienes se propusieron conseguirlo y forman parte de este grupo. Selecto, porque de los más de 35.000 miembros asociados de EFPA España, apenas 1.000 ostentan la certificación EFPA European Financial Planner (EFP). Es cierto que MiFID II no requiere el EFP de forma obligatoria, pero contar con el mayor estándar de calificación profesional a nivel europeo es motivo suficiente para salirse de lo de siempre y subir el EFP en lo alto de la lista.
Para conseguirlo, vale la pena recordar una de las frases más célebres de Antoine de Saint-Exupéry: “Un objetivo sin un plan es solo un deseo“. No vale solo con querer. De ahí que la planificación sea clave a la hora de afrontar la preparación y enero el mes ideal para ponerse manos a la obra pues hasta el 5 de julio, próxima convocatoria, quedan meses por delante. No es una prueba fácil, como tampoco lo es el temario, pero con esfuerzo sí es asequible e imprescindible para aquellos profesionales que quieran diferenciarse, mejorar y actualizar sus competencias a los complejos tiempos actuales.
De hecho, cuanto más complejo es el entorno, mayor formación requiere el asesor financiero, expone María del Mar Cano, directora de Riesgos Crediticios de Caja Rural Regional: “Esta formación es muy completa porque aborda todo el ciclo vital de la persona. El principal requisito es una buena actitud y ante todo constancia. Se requiere crear un hábito de estudio de al menos dos o tres días a la semana”.
2024, año de los asesores EFP
En palabras de Miguel Aznar Unzu, director de Agencia de Bankinter, esta acreditación debería ser un objetivo para todo aquel que quiera aspirar a un verdadero asesoramiento de alta calidad en el mundo financiero, “en el que dejar de ser un expendedor de productos financieros“; incluso superar el mero asesoramiento financiero y la gestión de carteras. “Con esta certificación se puede aspirar a una auténtica planificación financiera, que es muy rara en la mayor parte de los ahorradores e incluso en algunos inversores institucionales”.
De ahí que sea el propósito de año nuevo por excelencia de quien quiere alcanzar el eslabón más alto de la carrera profesional financiera, como señala Ivonne Pousa, Manager Territorial Zona Norte del Banco Mediolanum: “EFP marca la diferencia con el resto porque es la que mayor conocimiento aporta en el ámbito de la planificación financiera. Es, además, la certificación que acredita la superación de las pruebas más exigentes y, por lo general, suelen ir acompañadas de un bagaje o experiencia profesional contrastados“.
Para Antonio Valle, director Equipo Banca Privada de Aragón, Rioja, Navarra y Álava Sabadell Urquijo, la certificación EFP cualifica a los asesores financieros para ayudar a los clientes a tomar las mejores decisiones en todo su ciclo vital. “Gracias a esta certificación, nos convertimos en referentes y nuestros clientes tienen muy en cuenta nuestra opinión. A nivel práctico podemos decir que movemos la aguja de nuestros clientes para bien, ya que confían en nosotros para acompañarlos en sus momentos ‘de la verdad’, aportándoles soluciones y generando un entorno de confianza muy duradero”, resume.
EFP, la llave maestra del asesoramiento de calidad
Francisco Javier Pinzolas, Senior manager de Strategy & Portfolio Management en BBVA Asset Management, es otro de los asesores que cuenta con la certificación EFP. “El conocimiento multidisciplinar que está detrás de la certificación la convierte en la más valiosa caja de herramientas de la que dispongo para poner mi grano de arena ayudando a personas a conseguir sus objetivos y, en definitiva, a ser un poquito más felices”. En esa misma idea de ‘persona’ insiste Fernando Roade López, director de Cumplimiento normativo – productos y servicios bancarios en Banco Santander España: “Para mí, la certificación EFP supuso un cambio en la forma de entender el papel del asesor financiero, pasar de pensar en productos financieros a pensar en personas y en sus necesidades financieras”.
En la web de EFPA Europe puedes conocer de primera mano estos y otros testimonios que comparten sus impresiones sobre la certificación EFP.