Familia y finanzas son dos conceptos estrechamente relacionados, casi como dos vasos comunicantes. Para el bienestar de la primera, debe prevalecer el ‘bienestar’ de la segunda. Por eso hoy nos preguntamos, ¿qué elementos intervienen en la buena salud de ambas?
Entre las muchas decisiones que toman las familias a lo largo de su vida, las decisiones financieras tienen un impacto significativo en su estabilidad económica y, por extensión, en el bienestar general de la familia. Ese es, precisamente, el objetivo que persigue el Día de la Familia, que tiene lugar hoy, 15 de mayo.
Un día tan diverso como diversas son las familias, que “viven y sienten de maneras distintas”, como señala la ONU en su informe ‘Familias en un mundo cambiante’. De hecho, no existe una única definición que pueda aglutinarlas a todas, pero sí hay consenso en una premisa, subrayada por esta misma organización: la familia constituye la unidad básica de la sociedad. Y como tal, debe gozar de estabilidad financiera para poder fortalecerse –a sí misma y la sociedad en la que se integra-.
¿Qué elementos o acciones garantizan que una familia posee una salud financiera de hierro?
Presupuesto familiar
Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de esta herramienta, el presupuesto, básico para garantizar la estabilidad financiera a o largo del tiempo. El presupuesto no es patria potestad del o la cabeza de familia, sino que es cosa de todos. Enseñar a los miembros a elaborar un presupuesto y hacer un seguimiento de los gastos es clave para que todos se involucren en la correcta administración del dinero.
Ahorro en familia
Establecer metas de ahorro, de nuevo, no tiene por qué ser solo cosa de uno o de dos. Fomentar el hábito del ahorro desde edades tempranas puede marcar una diferencia a largo plazo. El ahorro no solo es imprescindible para poder solventar imprevistos sino también para conquistar las metas u objetivos marcados de todos sus miembros, como unas vacaciones, un coche nuevo o una bicicleta.
Educación financiera
Tal y como señala EFPA España, diversos estudios han demostrado que la Educación Financiera favorece, no solo una mejor gestión de las finanzas personales permitiendo que los individuos logren con mayor facilidad sus objetivos financieros, sino que también, y quizá más importante, ayudan a evitar problemas de sobreendeudamiento y exclusión financiera. La familia es un buen lugar para introducir conceptos como la gestión del crédito, la inversión, los impuestos y la planificación para la jubilación.
Comunicación financiera
Cuando los conocimientos financieros entran por la puerta de casa, las malas decisiones saltan por la ventana. Así podríamos definir todo lo que pasa cuando las familias fomentan una comunicación abierta y transparente sobre asuntos financieros, hablando de ingresos, gastos o deudas con claridad y confianza. Al hacerlo, se pueden identificar desafíos, resolver problemas y trabajar en equipo para alcanzar las metas financieras comunes.
Protección financiera
Prevenir es cuidar, y cuando hablamos de familia, más. Hablamos de coberturas (por ejemplo, seguros de vida, de salud…) que brindan seguridad y tranquilidad, especialmente en tiempos de incertidumbre. La fortaleza financiera familiar empieza por estos ‘muros de carga’. Porque tan importante es contar con cierto patrimonio familiar como con herramientas que permitan salvaguardarlo en tiempos difíciles o situaciones no esperadas.
Asesoramiento financiero
Según la última encuesta realizada por EFPA España, un 73% de los profesionales preguntados considera que “el cliente confía ahora más que nunca en su asesor financiero”. No, el asesor financiero no forma parte de la familia, ¡pero casi! Lo cierto es que es una figura cada vez más determinante para la consecución de los objetivos financieros de la familia. Un profesional formado específicamente y con los conocimientos técnicos actualizados que requiere esta importante labor, especialmente en tiempos de incertidumbre.