La reacción inicial de los mercados ante la prácticamente certera proyección de Trump como ganador de las elecciones refleja un optimismo cauteloso en el corto plazo, con subidas en los futuros del S&P 500 y el Dow Jones.
Las elecciones en Estados Unidos han traído consigo un consabido movimiento en los mercados financieros globales. Mientras medios de referencia como CNN y Fox News ya proyectan a Donald Trump como el ganador de las elecciones presidenciales, los inversores muestran una respuesta de optimismo moderado, reflejada en el impulso de los futuros sobre índices clave como el S&P 500 y el Dow Jones.
Trump gana: subidas de más del 1.5% del S&P 500 y Dow Jones
En concreto, en la madrugada de los resultados, los futuros del S&P 500 y del Dow Jones han registrado aumentos superiores al 1.5%, lo que indica un optimismo cauteloso por parte de los inversionistas ante la posibilidad de una administración republicana que priorice políticas de reducción de impuestos y desregulación. Estos movimientos tempranos sugieren que, al menos en el corto plazo, los mercados esperan un entorno favorable para las empresas y el crecimiento económico, aspectos que los inversores suelen considerar positivos.
Este tipo de reacciones en los futuros de índices no es inusual en un contexto electoral, donde la certidumbre —o la anticipación de un liderazgo percibido como favorable para el mercado— impulsa las compras en activos de riesgo. Una respuesta que sugiere que el mercado confía en una estabilización y una reactivación de políticas que podrían mantener el crecimiento de las empresas en EE. UU.
Qué nos dice la historia
Históricamente, el S&P 500 ha mostrado una volatilidad significativa en los días previos y posteriores a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, aunque las reacciones específicas varían según el candidato ganador y las expectativas de políticas económicas.
Si el resultado electoral sugiere una continuidad o un regreso a políticas económicas pro-business, como en el caso de una victoria republicana, el mercado suele reaccionar positivamente. El S&P 500, en particular, ha experimentado una tendencia alcista en varios ciclos electorales cuando la proyección sugiere que se mantendrán o regresarán políticas favorables para las grandes empresas.
Bitcoin, por otro lado, sigue siendo un activo más volátil y menos predecible, aunque también responde a la percepción de estabilidad económica y monetaria que trae una elección. Durante las elecciones de 2020, por ejemplo, Bitcoin experimentó un aumento considerable en los días y semanas posteriores, en gran parte impulsado por el temor a la inflación y la búsqueda de activos de refugio.
Si se confirma la victoria de Trump, los mercados pueden anticipar una postura a favor del crecimiento económico que incluya menores regulaciones y una continuidad en las políticas fiscales menos restrictivas. Esto podría mantener la tendencia al alza en los principales índices de EE. UU., siempre y cuando la transición de poder se realice de forma ordenada.
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