Estas instituciones conceden 2,3 billones de dólares en créditos al año, por lo que pueden marcar una gran diferencia.
Durante décadas, los Bancos Públicos de Desarrollo (BPD) se centraron en las inversiones en desarrollo e infraestructuras. Sin embargo, esto parece estar cambiando, ya que estas instituciones han empezado a involucrarse en la financiación de la transición hacia una economía baja en carbono. Entre los BPD más importantes se encuentran la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), el banco alemán de desarrollo (KfW) y el Banco de Desarrollo de China (CDB).
¿Qué pasaría si unieran sus fuerzas?
Estamos a punto de descubrirlo. Este mes, tuvo lugar una histórica cumbre financiera que abordó de forma simultánea la crisis de la COVID-19, la lucha contra el cambio climático y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Celebrada virtualmente durante el Foro de París sobre la Paz, la cumbre Finance in Common reunió por primera vez a los 450 Bancos Públicos de Desarrollo del mundo, una comunidad que, en conjunto, suma 11,2 billones de dólares en activos y que invierte 2,3 billones de dólares al año, como muestra nuestro Gráfico de la Semana. Estas cifras representan aproximadamente el 10% de todos los préstamos de inversión concedidos por instituciones públicas o privadas cada año.
Gráfico de la semana: Los bancos de desarrollo se unen para combatir el cambio climático
Por eso, que este grupo se comprometa a alinear sus estrategias, sus procesos de negocio y sus normas para la concesión de préstamos con el Acuerdo de París sobre el cambio climático y los ODS supone un hito que debería entusiasmar a los activistas por el clima.
El recién creado «club de los BPD» es una auténtica red internacional
De los 450 miembros, el 29% se encuentra en Asia, seguido de Europa (23%), Latinoamérica (22%) y África (21%). Sin embargo, su peso financiero está muy concentrado, ya que las 50 principales instituciones abarcan el 90% de los activos totales. En cierto sentido, esta coalición se asemeja a la Network for Greening the Financial System (NGFS), que comenzó su andadura en 2017 con ocho miembros fundadores y que ahora engloba a 75 bancos centrales y 13 autoridades supervisoras de todo el mundo.
«Igual que este pequeño pero creciente grupo de bancos centrales se ha convertido en signatario de los Principios de Inversión Responsable (PRI), sería recomendable que los BPD también lo hicieran», afirma Michael Lewis, Head of ESG Thematic Research en DWS. «Firmar los PRI formalizaría lo que estas instituciones se han propuesto este mes: integrar los principios ESG en sus prácticas de inversión».
Fuente: Finance in Common: Building resilience for people and planet, a 11/2020.
Todas las opiniones y afirmaciones contenidas en el presente documento se basan en datos de fecha 25 de noviembre de 2020 y podrían no llegar a materializarse. Esta información podrá verse modificada en cualquier momento dependiendo de consideraciones económicas, de mercado y de otro tipo, y no debería tomarse como una recomendación. Las rentabilidades pasadas no son indicativos de resultados futuros. Las previsiones están basadas en hipótesis, estimaciones, opiniones y modelos hipotéticos que podrían estar equivocadas. DWS International GmbH. Traducido del CRC 079975 (11/2020).
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