La Comisión Europea ha publicado un Eurobarómetro sobre el nivel de educación financiera.
El Eurobarómetro es el instrumento de encuestas públicas que utilizan los organismos de la Unión para medir con regularidad la opinión pública sobre las distintas decisiones políticas, económicas y de naturaleza social que se hayan adoptado.
La educación financiera ha sido definida como el conjunto de conocimientos, aptitudes y habilidades que permiten a las personas tomar decisiones financieras que permitan en última instancia lograr una estabilidad y salud en el marco de las finanzas. En este caso, la conjunción de ambos ha dado lugar a este informe sobre la confianza de los ciudadanos en los planes de pensiones, el nivel de conocimientos sobre productos y materias financieras, la consideración de que el asesoramiento financiero tiene en cuenta sus intereses o cuánto tiempo podrían vivir con los ahorros que tienen disponibles, entre otras cuestiones.
Educación financiera: los primeros de la clase
La duración de las encuestas ha sido breve, ya que se han realizado entre el 29 de marzo y el 5 de abril de 2023, no obstante, se han conseguido recopilar un total de casi 26.139 respuestas, siendo la población objetivo personas mayores de dieciocho años, de distintos rangos de edad. Los resultados obtenidos ponen de manifiesto la disparidad de niveles de conocimientos financieros entre los Estados Miembros. Los Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Eslovenia, han resultado ser los más versados en el tema. A su vez, se ha constatados que las mujeres, los jóvenes y quienes tienen menos ingresos o estudios generales, son los grupos de población menos instruidos.
Eurobarómetro: aspectos clave
Dentro del Eurobarómetro, se analizan distintos puntos. El primero será aquel relativo al conocimiento financiero de los ciudadanos de cada uno de los países de la UE, que resulta muy diverso. El Eurobarómetro muestra que los ciudadanos de la UE presentan una distribución variada en este sentido. Aproximadamente el 18% tiene un alto nivel de conocimiento financiero, mientras que un 64% tiene un nivel medio y el 18% restante tiene un nivel bajo. Se observan notables diferencias entre los Estados miembro, con solo cuatro países donde más de una cuarta parte de los ciudadanos obtienen altas calificaciones en conocimientos financieros.
Nivel de España
En cuanto a España, se encuentra en un nivel bajo, quedándose en el cuarto puesto por abajo en la lista. El país con una mayor tasa de ciudadanos con un alto conocimiento financiero es Países Bajos. La encuesta resalta la importancia de la responsabilidad financiera. La mayoría de los encuestados considera su capacidad adquisitiva antes de realizar una compra y hace un seguimiento de sus gastos. Además, un porcentaje significativo fija objetivos financieros a largo plazo y se esfuerza por alcanzarlos, lo que refleja una mentalidad de planificación y ahorro.
España también se encuentra en desventaja con las calificaciones obtenidas por el resto de los ciudadanos de la UE, quedando en el quinto puesto por abajo en el ranking. El país con mejor calificación en este ámbito es Rumania, lo que llama la atención ya que en cuanto a conocimiento financiero se quedan a la cola del ranking
Otro ámbito de estudio es el relativo al uso de los servicios financieros digitales por los ciudadanos de la UE. La adopción de estos servicios digitales es alta en toda la UE, con alrededor de tres cuartas partes de los encuestados sintiéndose cómodos utilizando servicios como la banca en línea y los pagos móviles. Esto sugiere una adaptación positiva a las nuevas tecnologías financieras, siendo especialmente alta en países como Finlandia. España, con una baja calificación en cuanto al uso de dichos servicios digitales, se queda en tercer lugar por abajo en el ranking, después de países como Portugal y Grecia.
Finlandia, líder en confianza
Cobra relevancia la confianza en el asesoramiento de inversión, se valora que aproximadamente uno de cada tres encuestados confía en el asesoramiento que reciben de su banco, aseguradora o asesor financiero. Sin embargo, las tasas de confianza varían significativamente entre los Estados Miembros, lo que sugiere una necesidad de mejorar la percepción y la calidad del asesoramiento financiero en algunas regiones. En cuanto a España, se encuentra en la media del ranking, por lo que convendría también aumentar dicha confianza para poder llegar a niveles como los obtenidos en países como Finlandia.
En el campo de estudio de la resiliencia financiera e inclusión, la encuesta revela la diversidad de productos financieros utilizados por los encuestados, como seguros, productos de inversión y préstamos. Si hablamos de planes de jubilación, los ciudadanos españoles, por lo general, consideran que se podrán mantener con el dinero que obtengan de sus pensiones, pero aun así los resultados siguen quedando por debajo de países como Países Bajos y Dinamarca.
Resiliencia financiera: asignatura pendiente
Sin embargo, un porcentaje importante de encuestados no tiene ahorros de emergencia, lo que destaca la necesidad de fomentar la resiliencia financiera, es decir, su capacidad para resistir y recuperarse de dificultades e interrupciones financieras temporales. Además, la incertidumbre sobre la suficiencia de los recursos durante la jubilación es una preocupación común. España destaca por encima de muchos países de la UE, quedando en el séptimo puesto en cuanto a la capacidad para subsistir si dejaran de percibir ingresos por un tiempo determinado. El país con mejor calificación sería Luxemburgo.
Eurobarómetro: conclusiones
En general, los resultados de la encuesta muestran la importancia de mejorar la educación financiera en la UE, abordar las diferencias entre los Estados Miembros y fomentar prácticas financieras responsables. Las tendencias en conocimiento financiero, comportamiento y actitudes hacia los servicios digitales y la inversión tienen implicaciones significativas para la toma de decisiones públicas y las iniciativas de educación financiera en toda la región.