Hoy destacamos algunos extractos de un artículo de Carlos de Fuenmayor, asociado y miembro de EFPA España, y asiduo colaborador de medios como Citywire, que queremos poner en valor desde aquí. La inteligencia artificial sigue avanzando y fascinándonos por igual, y el prolífico autor no duda en abordar la pregunta que a todos nos inquieta -y cuya respuesta no puedes perderte-:
¿Es la inteligencia artificial una verdadera y completa inteligencia?
En primer lugar, De Fuenmayor introduce que: “Poco a poco y, ahora ya aceleradamente, los participantes del mercado empezaron a probar tecnologías y modelos de trabajo que no existían antes y hoy esta dirección se está convirtiendo en la corriente principal en forma de un abanico diverso de desarrollos basados en inteligencia artificial (AI) y aprendizaje de las máquinas (ML)”.
A continuación, el autor recuerda hasta qué punto esta inteligencia ya participa en multitud de actividades y tareas, haciéndolas más rápidas y eficientes. “En algunos casos, simplemente y ya, no se puede prescindir de la ayuda de la inteligencia artificial. La cantidad de información que necesita ser procesada, almacenada, transmitida, protegida de influencias externas y, lo que es más importante, analizada exhaustivamente, está creciendo exponencialmente para las empresas de gestión. Resolver todos estos problemas únicamente con la ayuda de recursos humanos es costoso e ineficiente”.
En este punto, oportunidad y necesidad se alinean “de forma casi perfecta”.
La posibilidad de autoaprender, ganar experiencia constantemente y aplicarlo es un hecho. “La inteligencia artificial ayudará a entidades prestadoras de servicios financieros a segmentar de manera más efectiva la base de clientes, incluso por características de comportamiento y/o propensión a los riesgos de inversión”. comparte.
Frente a esto, Carlos de Fuenmayor abre definitivamente el melón: ¿los gestores de carteras se volverán innecesarios?
“Ante tal potencialidad robótica y de aprendizaje de las máquinas, cabe preguntarse si en algún momento los gestores de carteras se volverán completamente innecesarios y todas sus funciones serán asumidas por la inteligencia artificial”.
Os recomendamos encarecidamente su lectura, a la que podéis acceder desde aquí. Mientras os dejamos con su reflexión inicial a modo de respuesta:
“Sí, la inteligencia puede ser artificial, pero se necesita inteligencia humana. La primera acumula, sistematiza información y conocimiento. Pero la segunda se encarga de predecir las consecuencias y acciones competentes en base a las conclusiones obtenidas”.
Cabe preguntarse, expone al final del texto, “si todo esto conducirá al hecho de que los inversores perderán la posibilidad misma de elección y se les ofrecerán solo aquellas soluciones que la inteligencia artificial considere mejores para ellos”.