Con motivo del Día de la Educación Ambiental conviene recordar que no hay planeta B. Una idea que por fin se ha instalado en nuestras cabezas (especialmente en las más jóvenes), aunque la lógica económica y financiera no siempre ha remado a favor, sino más bien en contra. ¿Hasta ahora?
Si hay un momento en la historia moderna en que economía y medio ambiente no solo acercan posiciones, sino que parece que jueguen en el mismo equipo es este: el presente. Sin embargo, hace falta algo más que voluntad para que este poderoso combo sea capaz de cambiar las reglas hasta ahora establecidas. Hace falta concienciación y, sobre todo, educación.
Qué busca el Día de la Educación Ambiental
Cada 26 de enero se celebra el Día de la Educación Ambiental, una fecha que busca concienciar a las personas sobre la necesidad de preservar y proteger el medio ambiente desde todas las esferas posibles. Las finanzas no son una excepción. Sin su necesaria intervención, la revolución verde que tanto urge instalar para evitar el calentamiento global y el cambio climático seguirá incompleta.
Cada decisión que tomamos, cada acción que emprendemos, genera una huella a nuestro alrededor. Cerrar o no cerrar el grifo mientras enjabonamos los platos, coger el metro para ir al trabajo u optar por el coche, escoger o no un determinado fondo de inversión.
La era de las finanzas sostenibles
No debe sorprendernos que cada vez sean más los jóvenes y no tan jóvenes quienes quieren conocer qué hay detrás de un producto financiero y cuál es la contribución que el proveedor o ese producto en sí mismo ofrece a la sociedad: ¿ayuda o amenaza al medio ambiente? ¿pone en peligro la vida de algún ecosistema? ¿respeta los derechos fundamentales de las personas?
Los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) están muy vinculados a las nuevas tendencias de inversión socialmente responsable, así como a los requisitos de información no financiera. Es decir, toda aquella información sobre cuestiones medioambientales y sociales, relativas a los equipos, al respeto de los derechos humanos y a la lucha contra la corrupción y la estafa -que ha permanecido oculta hasta ahora-.
Necesaria formación
Las finanzas y, especialmente, sus nuevos clientes, demandan productos, entidades y empresas que sean sostenibles y responsables con su entorno, clientes y trabajadores. Y su adhesión a estos principios condiciona, tal y como destaca Pacto Mundial, cada vez un mayor número de operaciones. La transparencia es un fiel escudero que atrae inversiones y procesos de compra. A mayor transparencia, mayor confianza en el sector empresarial entre quienes en breve serán sus principales clientes.
Para todos aquellos asesores financieros que no quieren quedarse atrás en la carrera hacia un mercado financiero más responsable y comprometido y a los productos y servicios que cada vez más están jugando un papel más importante en su desarrollo y evolución, EFPA España ha creado ESG Advisor, una certificación dirigida a aquellos profesionales del asesoramiento financiero que quieren complementar sus conocimientos y competencias y mejorar sus habilidades técnicas y formativas en este ámbito.
En palabras de Emanuele Carluccio, presidente de EFPA Europa, “la certificación ESG Advisor brinda a los profesionales la oportunidad de aprender más sobre inversiones sostenibles, para que puedan asesorar adecuadamente a los clientes sobre temas tan relevantes e importantes”.